—¡Once hijos! —Groucho Marx abre los brazos y arquea las cejas más allá de lo imposible—. ¡Pero, mujer! ¿Y cómo es eso?
—¡Ay! ¡Es que amo a mi marido! —responde la concursante de permanente morena estilo años sesenta y collar de perlas de cinco vueltas.
—¡Pues yo amo a mi puro, pero me lo saco de la boca de vez en cuando! —responde Groucho mirando de reojo al público, con picardía, mientras se coloca el puro en la boca.
Risas, carcajadas…
—Y usted —Ahora Groucho se dirige al otro concursante de traje blanco, corbata oscura, gafas de sol y piel morena—. ¡Caramba! ¡Según dice aquí es un príncipe saudí!
—Así es, yo soy hijo del rey Saud —responde el concursante con seriedad, sin sacar las manos de los bolsillos de la americana.
Groucho lo mira fijamente mientras su puro baila en sus labios.
—No estoy muy convencido. Yo tengo un caballo árabe y usted no se parece en nada a él.
—No comprendo.
—¿Puede quitarse las gafas?
El hombre se quita las gafas mostrando unos ojos azules.
—¿Azules? —Groucho se dirige de reojo a la cámara, petrificando su expresión irónica—. ¿Un árabe con ojos azules?
—Ya sabe… Las cruzadas.
El concurso Apuesta tu vida continúa hasta que, finalmente, Groucho anuncia al ganador.
—¡El príncipe saudí! —Aplausos—. ¡Enhorabuena ha ganado usted 10.000 dólares! ¿Qué va a hacer con ellos?
—¡Oh! Escribir una novela de éxito —dice guardando las gafas de sol en el bolsillo delantero de su americana blanca—. Y, en efecto, no soy un príncipe. Solo soy William Peter Blatty.
XXI EDICIÓN: EL EXORCISTA de William Peter Blatty
Seguro que no esperabais que iniciáramos esta edición con la presencia de Groucho Marx. Y es que William Peter Blatty pertenece a esa estirpe de escritores eclipsados por el éxito de una novela icónica que, a su vez, ha quedado en segundo plano por la mítica adaptación cinematográfica. Es un caso parecido a Margaret Mitchell. Pero como en la autora de Lo que el viento se llevó, detrás de la niña poseída y del padre Karras se esconde una persona apasionante.
MARY MOUAKOD BLATTY
El 1 de junio de 1935, nació en Cottage City un niño que vamos a llamar Roland Doe. El primero, y único, de un matrimonio luterano de origen alemán.
Pero dejemos, de momento, al pequeño Roland y veamos lo que sucedía en un piso de alquiler de Nueva York una mañana de 1936, cuando Mary escuchó un portazo. Por supuesto, supo que su marido, un modesto sastre, ya no volvería. Pero también que era la hora del desayuno de sus cinco hijos. Comenzó por despertar al pequeño Bill, de ocho años, al que consiguió escolarizar en una prestigiosa escuela jesuita. Después, ya sola en casa, prepararía la jalea de membrillo casera que tanto éxito tenía en las calles de Manhattan. Quizá, también debería buscarse un nuevo piso, el casero ya la demandó por el impago del alquiler. Pero eso sí, antes rezaría sus oraciones a Dios.
Así era la madre de William Peter, una mujer increíble. Católica, con una Fe inquebrantable que supo inculcar a sus hijos en general, y en el autor de El Exorcista en particular. Una mujer con arrojo, capaz de esquivar a toda la escolta presidencial para regalar su mermelada nada menos que a Franklin D. Roosevelt. Sacó adelante a sus cinco hijos sin quejas ni lamentos. Dios tenía un plan, ¿quién era ella para discutirlo? Si los desahuciaban, no había problema. Siempre habría otra casa. Y vaya si las hubo —¡hasta 28 cambios de residencia vivió William Peter en su infancia!—, aunque eso no fue obstáculo para que Blatty se graduara como estudiante de primer nivel en 1946.
Ese mismo año de 1946, Roland Doe se dedicaba a jugar con su tía Harriet. Era muy divertida. Le había prometido que, si se portaba bien, un día le enseñaría un juego apasionante que debía hacerse mediante un tablero: la ouija.
MUERE LA TÍA HARRIET
En 1948, William Peter cursaba su segundo año de Literatura inglesa, ajeno a lo que pronto iba a ocurrir en las instalaciones de su universidad, la de Georgetown. Compaginaba sus exitosos estudios con trabajos como la venta ambulante de aspiradoras y travesuras como robar la mascota de una universidad vecina.
Roland Doe había cumplido trece años y recibió la terrible noticia de que su querida tía Harriet falleció en St. Louis. No podía comprenderlo. Ni asumirlo. En esa época ya aprendió a jugar a la ouija, así que sabía lo que tenía que hacer para contactar con su tía fallecida.
Y lo hizo.
Pocos días después, en el domicilio de Roland, se comenzaron a escuchar ruidos extraños, como pasos y rasguños en la pared. Luego, fue peor. Los muebles aparecían sacados de su lugar, un olor nauseabundo parecía haberse instalado en el dormitorio del pequeño Roland. ¡Y hasta un cuadro de Jesús se movía como si lo estuvieran golpeando por detrás! Cuando un recipiente de agua bendita salió volando hasta estrellarse contra una pared, los padres de Roland acudieron a un pastor luterano. Tras las revisiones de médicos y psiquiatras, el reverendo decidió pasar una noche en casa de los Doe. Una noche terrorífica que le hizo comprender que algo maligno se había apoderado del niño. Solo podía hacerse una cosa: practicar un exorcismo. Primero lo intentó por el rito anglicano. No surtió efecto, entonces consultó con un sacerdote católico quien recomendó un nuevo exorcismo. Para ello debían ingresarlo en el hospital de St. James, dentro de las instalaciones de la Universidad de Georgetown.
Iniciado el ritual, tuvo que suspenderse cuando Roland, fuera de sí, rompió la nariz del sacerdote. Los padres se lo llevaron a casa. Allí, observaron horrorizados como aparecía grabada en sangre sobre el pecho del niño la palabra “St. Louis”, el lugar donde murió la tía Harriet. Desesperados, acudieron a los reverendos Raymond J, Bishop y William S. Bowdern quienes decidieron practicar otro exorcismo, en esta ocasión, en el hospital de Sant Louis.
La noche señalada, los reverendos llegaron a la habitación hospitalaria de Roland en compañía de otro sacerdote y un psiquiatra. Estaba helada. El niño se encontraba encamado. Y atado. Observándoles con la cara llena de ronchas y eccemas.
«Cura de Cristo, sabes que soy el Demonio. ¿Por qué me molestas?»
Exclamó Roland con voz gutural mientras en su cuerpo aparecían rasguños carmesís que terminaron conformando las palabras Mal e Infierno.
LAS MUSAS LO ESPERABAN EN BEIRUT
El 20 de agosto de 1949, los caminos de William Peter y Roland Doe se cruzaron. Ese día, la portada del Washington Post destacaba la noticia del exorcismo practicado a un joven de 13 años, lo calificaron como “una de las experiencias más destacadas en la historia religiosa reciente”. El artículo relataba la historia de Roland y cómo fueron necesarios ¡hasta 30 exorcismos! Según la crónica, Satán abandonó el cuerpo del joven cuando el reverendo Bowdern profirió: "Te obligo a ti, Satán, y a otros espíritus diabólicos a que abandonéis este cuerpo en el nombre de Dios, ahora". Parece ser que se escuchó un fuerte estruendo abandonando el hospital.
Desde luego, esa crónica captó el interés de William Peter. No solo porque habían intervenido sacerdotes que él conocía de la Universidad de Georgetown, sino porque desde niño:
“Mi lectura estaba muy en sintonía con ese tipo de cosas. Comencé con Ray Bradbury y pasé a cualquier historia espeluznante que pudiera tener en mis manos. Recorrí todas las por todas las librerías y bibliotecas de Manhattan. Me gustaba mucho lo paranormal y lo sobrenatural, principalmente para calmar mi propio miedo a mi mortalidad, a morir. Tenía que haber algo más.”
Algún día escribiría algo sobre ese incidente, pero en aquel momento tenía otros objetivos: licenciarse, y doctorarse, en Literatura inglesa y casarse con la primera de las cuatro esposas con las que contrajo matrimonio a lo largo de su vida.
Para pagar los estudios y las cargas familiares continuó trabajando en áreas muy alejadas a la Literatura como el transporte de cerveza o la taquilla de la compañía United Airlines. Trabajos con remuneraciones insuficientes, y más cuando empezó a tener hijos. Necesitaba el séptimo de caballería.
Y este llegó.
Su ascendencia libanesa y su preparación le hacían el candidato ideal para el puesto que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos precisaban en la División de Guerra psicológica que la Agencia de Información tenía en Beirut.
En los tres años destinado allí William aprendió dos cosas: La primera, cómo se creaba una propaganda efectiva en situaciones de guerra y cómo se podían conseguir determinados efectos en la población con las tácticas y técnicas psicológicas; la segunda, escribir.
Podemos pensar que sus historias serían de terror.
Todo lo contrario.
EL PRÍNCIPE SAUDÍ
William Peter desarrolló un estilo humorístico muy acusado, con crónicas en las que parodiaba la vida militar que causaron sensación en las revistas. Un humor punzante, irónico, sutil y, por qué no, morboso.
La guerra lo había convertido en un escritor de comedia. Y ese fue el género que cultivó al regresar en 1957 a Estados Unidos. También se dedicó a escribir guiones cinematográficos que intentó vender, sin éxito, a las productoras.
Como diría su madre: Dios aprieta, pero no ahoga. Y algo de eso pasó cuando concertó una entrevista con un directivo de Columbia Pictures. Este le dijo que ahora no estaban interesados, pero que no dudara en enviarles más material. Ahí pudo terminar su aventura de no ser porque estuvo también presente la esposa del susodicho directivo. Parece ser que William le resultó divertido y peculiar, y eso en el mundo del espectáculo era suficiente. Así que ordenó a su directivo esposo que lo contratara. Un contrato para lo que fuera, por si acaso.
William salió de la entrevista con las ideas muy claras. Si quería prosperar debía ser un tipo divertido y peculiar. ¿Y qué manera mejor que hacerse pasar por un príncipe saudí?
Se creó un personaje y le dio vida. Tanta, que comenzó a pasearse con su traje blanco y gafas oscuras por todos los eventos de sociedad. En principio, con ello no pretendía más que reunir experiencias y material para un artículo en The Saturday Evening Post. Pero llegó a ser una figura tan “peculiar y divertida” que le llevó a aparecer en una película, No place to land.
Durante esa época, compaginó su vida como director de publicidad de la Universidad de Loyola en Los Ángeles con la gamberra figura del príncipe saudí y su faceta escritora, que culminó con su primera novela, una parodia de sí mismo titulada: ¿Cómo se llega a La Meca, Jack?. Una historia muy divertida, pero que apenas tuvo eco comercial.
Fue entonces que lo llamaron para participar en uno de los concursos más populares de la época: Apuesta tu vida, presentado por Groucho Marx.
Al otro lado de Estados Unidos, en Nueva York, Mary Mouakod Blatty seguro que disfrutó con las ocurrencias de su hijo en el programa.
Sola.
EL EXORCISMO DE WILLIAM PETER
Los diez mil dólares que ganó en el concurso le permitieron dedicarse a la escritura a tiempo completo. Tres nuevas novelas de humor con una excelente crítica se añadieron a su bagaje literario. The New York Times llegó a decir que “nadie escribe líneas tan divertidas”. Pero las ventas continuaban siendo escasas. Además, se había divorciado de su primera esposa y casado con la segunda. Al menos, sí llamó la atención del popular director de comedias Blake Edwards, con quien colaboraría en varias películas, siendo la primera El nuevo caso del inspector Clouseau (1963).
Pero William quería escribir otro tipo de historias. Más serias, aunque sabía que estaba encasillado. Lo que en otra época le sirvió para dedicarse profesionalmente a la escritura ahora resultaba un corsé de hierro. Sería por siempre el tipo peculiar, divertido y extravagante que se hizo pasar por un príncipe saudí.
Esas ideas rondaban en su cabeza cuando recibió la noticia de la muerte de su madre en 1967. Tiempo después declararía que el duelo le duró cinco años y hasta fue diagnosticado de pena mórbida. Ello no fue solo por la tristeza de la perdida. Se apoderó de él un profundo sentimiento de culpa por entender que la había desatendido mientras él se ocupaba de su carrera literaria, también cuestionó sus creencias y su Fe. ¿Y si no había nada después de la muerte? ¿Y si al fin y al cabo no existía Dios?
Necesitaba respuestas.
Había llegado el momento de El Exorcista.
LA MEJOR NOVELA DE HORROR DE NUESTRO TIEMPO COMIENZA A ESCRIBIRSE
El subtítulo no es baladí. Así es como la calificó un escritor llamado
Stephen King en un mensaje de reconocimiento que escribió al fallecer William Peter Blatty en 2017.
Sin embargo, cuando nuestro William le comentó la idea a su agente literario este la desaconsejó. La consideraba podrida, de nulo interés. Pero William siguió adelante. Era algo más que escribir una historia, era la única manera que encontraba para poder reconciliarse consigo mismo, para exorcizar los demonios de la culpa y la duda.
Aunque también necesitaba pagar las facturas, y Hollywood parecía haberse olvidado de él. Afortunadamente, la providencia le hizo acudir a un coctel donde conoció al editor en jefe de Bantam Books. Este le preguntó qué estaba haciendo y William le habló de su proyecto. El editor tenía fresco el bombazo que supuso tres años atrás la novela de Ira Levin El bebé de Rosemary, así como su adaptación cinematográfica, La semilla del diablo, realizada por Roman Polanski. Esa misma noche le adelantó 10.000 dólares. Dinero suficiente para alquilarse una cabaña y escribir.
Escribió durante nueve meses. Todos los días, con jornadas de entre 14 y 18 horas diarias. En aquella cabaña lo tenía todo. La documentación que había acumulado durante años sobre exorcismos; los apuntes y extractos del diario real que escribió el reverendo Bowdern sobre el caso de Roland Doe…
Y, por supuesto, sus propios demonios. Demonios que exorcizó a través de la novela. William Peter quería escribir una historia que hablara de esperanza, de amor y de Fe. Si el demonio existía, significaba que Dios también. A través de su alter ego ficticio, el padre Damien Karras, reencontró su Fe y la paz para superar la tristeza de la pérdida de su madre y la culpa por su desatención de los últimos años.
Al terminar de escribirla, sentí que se solidificaba mi creencia de que algún día volvería a ver a mi madre.
El Exorcista se publicaría en junio de 1971.
Y ENTONCES SE DESATÓ EL INFIERNO
Las ventas iniciales no fueron nada buenas. Las librerías devolvían cajas y cajas de ejemplares sin vender. William Peter, desesperado y hundido, pensó en la televisión como último cartucho para promocionar la novela.
Solicitó una entrevista en The Dick Cavett Show, uno de los programas más populares de Estados Unidos. Sin embargo, le dijeron que al presentador del programa no le interesaba la novela, pero sí quería podía quedarse como público. Propuesta que declinó.
Pero, quién sabe si Dios o su madre desde el cielo mediante, se obró un milagro. O dos. O tres. Uno de los invitados al programa enfermó, así que le llamaron para sustituirlo en los últimos cinco minutos. William corrió hacia el estudio de grabación. Durante la sesión de maquillaje, se produjo el segundo milagro. Otro de los invitados había llegado borracho y no estaba para entrevistas.
El tercer milagro ocurrió durante el programa. A los cinco minutos, el último invitado que quedaba tuvo que marcharse por una urgencia. William Peter se quedó solo frente a Cavett y con 45 minutos de programa por delante. Tenía 45 minutos de máxima audiencia que desde luego aprovechó. Según declaró una vez:
No paré de hablar. Hice virtualmente un monólogo sobre el libro. Cavett solo hizo una pregunta.
Al terminar el programa comenzó la locura. El libro despegó en los rankings. A los diez días ya alcanzó el cuarto puesto de la lista de bestsellers del Times; a la semana siguiente, el número 1; y allí permaneció durante 17 semanas. En 53 semanas había vendido 13 millones de ejemplares.
Los estudios cinematográficos, que antes habían rechazado el guion que les ofreció William Peter para una adaptación, volaron para hacerse con los derechos de una película que se estrenaría en diciembre de 1973. La película de terror más aclamada de la historia del cine, la que, según el número de febrero de 1974 de la revista Newsweek, desató el infierno en las calles.
Pero eso es otra historia y tendrá que esperar a nuestra revista a final de mes. Revista que por supuesto incluirá todos los:
RELATOS PARTICIPANTES
1. LA OSCURIDAD QUE NO CESA de
Beri Dugo en su blog
RELATOS DE BERI
2. SANTA de
Isabel Caballero, en su blog
TARA
3. LA CASITA DEL CUCÚ de
Mirna Gennaro, en su blog
ISLA DE LOS VIENTOS
4. POSESIÓN DIABÓLICA de
Estrella Amaranto, en su blog
AMARANTO
5. LA CABAÑA DE PAULO de
Ulises Castellano, en su blog
BOOK TO LAND
6. LA HECHICERA de
María Pilar, en su blog
RETAZOS DE VIDA
7. REFLEJO de
Berta Font, en su blog
LA HABITACIÓN DE MIMA
8. LA MALDICIÓN de
Paco López Castelao, en su blog
CASTRO ARGUL
9. EN LOS CAMPOS de
Beba Pihen, en su blog
AHORA YO DIGO
10. LA PUERTA de
Pepe de la Torre, en su blog
ENTRE UNAS CUATRO ESQUINAS
11. MARCO POLO de
Francisco Moroz, en su blog
ABRAZO DE LIBRO
12. INSOMNIO de
José R. Capel, en su blog
RELATOS EN RE MENOR
13. EL FANTASMA DE KATIE COOK de
Jorge Valín, en su blog
ENTRE LAS BRUMAS DE GALLAECIA
14. SESIÓN DE TARDE EN CINE PALMIRA de Bruno Aguilar, en su blog MENSAJE DE ARECIBO
15. LA CASA DEL BOSQUE de
David Serrano, en su blog
BAJO MI EMBARCADERO
16. ¿QUÉ HA SIDO DE ALICIA? de
Josep Mª Panadés, en su blog
RETALES DE UNA VIDA
17. FUERZAS OCULTAS de
Marta Navarro, en su blog
CUENTOS VAGABUNDOS
18. CUANDO DESAPARECÍ Y OTRAS HISTORIAS de
Araceli Rodríguez, en su blog
LA ESCRIBIDORA
19. LAS MOSCAS DE LA GRISALLA de
Emerencia Alabarce, en su blog
VIAJE Y FOTOS
20. AL FILO DE LA NOCHE de
Yessy Kan, en su blog
MANIFEST KAN
21. ¡VETE, SATÁN! de
Paola Panzieri, en su blog
DE AQUÍ Y DE ALLÍ
22. LA GOCHA DE JOVITA de
Barry Byrne, en su blog
JAVIER AUTOR
23. IRONÍAS de
Patxi Hinojosa, en su blog
MIS COSAS... ¡COSAS MÍAS!
24. LA ELEGIDA de
Puri Otero, en su blog
DULCINEA DEL ATLÁNTICO
25. ANGUSTIA de
Mª Carmen Píriz, en su blog
ALGUIEN CON QUIEN HABLAR
26. UN DÍA INOLVIDABLE de
Mery Pérez, en su blog
CLIO EN EL ESPEJO
27. POSEÍDA de
Raquel Peña, en su blog
PERLAS NARRATIVAS
RESEÑAS DE LA NOVELA Y BIOGRAFÍAS
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Descubre nuestras aventuras con el demonio imaginado por William Peter Blatty y los relatos ganadores de la presente edición.
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Y si aún no has tenido bastante, te invito a conocer la vida de William Peter Blatty. Curiosidades, anécdotas, sus consejos de escritura y un montón de cosas más en nuestra revista digital.
Magnífica presentación. Una más.
ResponderEliminarGracias por prestarte al "exorcismo" y por la promoción.
Un abrazo.
Al contrario, Chema. Las gracias te las doy yo por ofrecer tu casa virtual para la difusión de esta iniciativa. Por supuesto, también por esta ocasión para adentrarme en mí mismo, un lugar que no suelo visitar demasiado a menudo.
EliminarDejo el enlace de nuevo: https://bitacorademacondo.blogspot.com/2020/04/macondografia-de-david-rubio-el-tintero.html
Un fuerte abrazo!!
¡Hola, David!
ResponderEliminarImpresionante presentación. Has coseguido que me remueva y hasta mis pesadillas que tuve de niña con el tema de la Oujia y el exorcista. Me impactó mucho.
Un abrazo y buen día.
Gracias, Èowyn. Pues fíjate que Ray Bradbury llegó a decir que esta era una de las mejores historias de amor, dado el sacrificio final del padre Karras. Bueno, puede que así sea, pero ¡qué terror me causó la película! Para ella, William Peter echó mano de esas tácticas de guerra psicológica que aprendió en Beirut. Entre ellas unas imágenes subliminales que van directas a nuestro subconsciente. Un abrazo!!
EliminarTus biografías de autores son tan apasionantes como sus novelas. me ha encantado saber de William Peter Blatty tantas cosas (casi todas) que desconocía. También me ha encantado la historia de Roland Doe que me cuesta creer, pero ya se sabe que haberlas, haylas. Como no me gusta mucho el terror, leí la novela hace mil años (en sentido casi literal; ni siquiera está en mi lista de leídos que se remonta a 1979) y me gustó con reparos. La película me resultó dura y desagradable.
ResponderEliminarMe voy a leer la entrevista de Chema.
Un beso.
Gracias, Rosa. Pues yo la estoy leyendo ahora para la Gala. De momento, la encuentro ágil. El estilo no es llamativo literariamente como puede ser Bradbury, pero tiene ritmo y se lee realmente fácil. Respecto al caso, no he podido evitar incluirlo, aun a costa de la extensión. Pero es que tanto el caso de Roland Doe, como la muerte de su madre fueron los dos puntales para que esta novela fuera escrita.
EliminarEn el caso real, por supuesto me he ceñido a la versión más paranormal, tal cual se recogió en aquel artículo. La misma historia ha sido investigada científicamente y es claro que tiene sus claroscuros como para creérsela.
La película es la única de terror con la que he pasado miedo real. Un miedo que me llevé a la cama... Lo curioso es que más allá de los efectos, la interpretación más fidefigna nos llevaría a una historia de esperanza y reencuentro con tus creencias. Ese acto final del padre Karras ha generado infinidad de artículos.
Espero que te guste esa Macondografía que ten generosamente me ha brindado Chema. Un fuerte abrazo!
Hola, David. Muy buena la presentación, la que más me ha gustado de las últimas publicadas. Apasionante la vida de William y las circunstancias en que escribió su célebre novela. La leí después de ver la película. Las dos me impresionaron. Al día de hoy, siguen arriba del todo en el género de terror. El escritor contó con una buena base documental y vivencial, parece que todo se confabulo para que triunfara. Sí se puede afirmar que está basada en hechos reales, lo cual la hace más escalofriante, si cabe. Impresiona también la disciplina a la hora de escribirla.
ResponderEliminarCreo que volveré a releerla.
Esta Edición promete emociones fuertes.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Paco. Te agradezco tus palabras, son entradas muy extensas para lo habitual en blogs y siempre temo que la lectura sea aburrida. En este caso, no había mucha información en español del autor, o la que encontraba eran copypaste unas de otras. Afortunadamente pude encontrarla a través de sus entrevistas en portales americanos. ¡Bendito traductor de Google!
EliminarRespecto a la confabulación que comentas, creo que es una de las enseñanzas que debemos extraer de esta temporada. Salvando Extraños en un Tren y quizá Rebelión en la Granja, las otras tres bien podrían o no haberse publicado o, como en este caso, perdidas en los almacenes de libros olvidados. ¿Suerte? ¿Perseverancia de los autores ante las respuestas negativas? Que cada uno extraiga sus conclusiones.
Un abrazo!!
De nuevo conocemos algo más de la vida del escritor homenajeado, en este caso William Peter Blatty, y de como se gestó la novela que da titulo a esta edición del Tintero de Oro. Desde luego una novela que quedará para los anales de la literatura, igual que la película lo hará para el cine. Recuerdo que cuando era niño la película era casi legendaria y la primera vez que la vi en televisión me dio realmente miedo. Esta edición del Tintero se presenta reñida, buen número de participantes (el ritmo de las publicaciones hacía pensar en una participación más baja, aunque al final la gente se ha animado) y relatos de calidad, aunque aún no he acabado de leerlos todos. Nos vemos pues el 15 de mayo. Abrazos a todos.
ResponderEliminarGracias, Jorge. Es que participar termina siendo muy exigente y las últimas ediciones vienen un poco cuesta arriba. Llevo días reflexionando la manera de solucionarlo de cara a futuras temporadas.
EliminarEn cuanto a la película, ¡pavor me dio! Y eso que la vi en el instituto, una tarde de noviembre, junto al resto de compañeros de clase. ¡No quiero pensar haberla visto solo en casa! Tenía unos quince años y esa noche dormí con la cabeza tapada e intentando que mis brazos y pies no sobresalieran del colchón por si una mano aparecía desde debajo. Ninguna otra película consiguió eso, y mira que me he tragado Terror por un tubo. Un abrazo!!
Una película impactante para la inmensa mayoría de los que la vimos en su momento, que produce terror a lo desconocido, y que más desconocido y oculto que los demonios interiores de cada cuál.
ResponderEliminarSobre la biografía con la que nos has deleitado, fruto de un buen trabajo de documentación, conocía la faceta del autor en la que empezó como escritor de comedia, de ahí el guiño hecho en mi relato en el que el miedo queda relegado a un segundo plano.
Son muy de agradecer este tipo de presentaciones pues se aprenden cosas sobre autores y sus obras que de otra manera pasarían desapercibidas.
Por ello y como siempre mil gracias.
Un abrazo
PD: Al final de tu entrada has escrito: el próximo 15 de mayo celebraremos una ¿marciana? GALA DE PREMIOS . Me figuro que será un gazapo.
Gracias, Francisco. ¡Gracias por hacérmelo notar! Dedico toda la atención al resto de la entrada que se me pasa modificar esa parte final cuando hago el corta pega de una edición a otra. ¡Solucionado!
EliminarEstoy muy contento con esta fórmula. Conocer lo que hay detrás de estas obras icónicas es toda una lección para los que apenas comenzamos con las letras. Ver que eran personas normales, sus dificultades a la hora de poder publicarlas, sus dudas, sus inseguridades... pero también su determinación. Escribir es solo una parte de la escritura, luego es el momento, la suerte, la constancia lo que termina consiguiendo que unas novelas alcancen la eternidad y otras no. ¡Cuántas obras maestras se habrán quedado inéditas u olvidadas!
Un fuerte abrazo!!
Como siempre (me repito más que el ajo) me has entusiasmado con tu prólogo, una estupenda reseña biográfica de este autor que, fíjate tú, mea culpa, me era totalmnete desconocido. Conocía, cómo no, la película, que he visto en más de una ocasión, pero ignoraba la existencia de la novela que la propició.
ResponderEliminarY como muchos famosos de la literatura (y de otras muchas materias), no fueron pocos los obstáculos que le impidieron llegar fácilmente a la fama. ¡Cuantos habrán quedado por el camino y muerto (simbólicamente hablando) en el intento! Cuando oigo o leo sus peripecias, pienso en la cantidad de editores, promotores, productores, etc, inútiles que se han cargado a brillantes escritores y guionistas por no darles una oportunidad, ni siquiera leyendo sus escritos o escuchando sus argumentos. Pensar que la vida profesional de alguien brillante puede estar en manos de esos inútiles me subleva. Si alguien no es capaz de ver el mérito de un manuscrito o de una idea, la tacha de ridícula y luego se demuetra que, por avatares de la vida, acaba siendo todo un éxito, se les debería abochornar públicamente y prohibirles ejercer para que no vuelvan a actuar de verdugos en casos similares. Una vez leí, a colación de esta arbitrariedad, ignorancia o indiferencia de algunos editores, que un grupo de amigos se dedicó a enviar presuntos manuscritos de supuestos escritores noveles a varias editoriales de los EEUU, los cuales eran inmediatamete rechazados por su falta de interés. Entre esos falsos manuscritos estaban grandes obras de la literatura universal. Eso demuestra la nula calidad y/o interés por parte de quienes deciden qué hay que leer y qué venderá más. Aunque digan que el tiempo pone a cada uno en su lugar, por desgracia no siempre es así.
Volviendo a la paranormalidad, fue ciertamente casual o casualmente anómalo que se produjeran tantas indisposiciones al mismo tiempo y en el último momento entre los invitados al programa de televisión que acabó catapultando a William Peter Blatty al estrellato. ¿Fue obra de Dios o del Diablo?, ja,ja,ja.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Josep. Ja, ja, ja... La verdad es que si nos ponemos en plan "illuminati" bien podríamos pensar que Satán dispuso las cosas para que su novela se expandiera por la Humanidad. Lo cierto es que ese programa de televisión resultó decisivo, según declaró el propio Blatty. De otro modo, la novela se hubiera quedado en almacenes y saldos. Y con ella la película, por supuesto. Una película, por cierto, en la que Blatty puso todos sus conocimientos de Guerra Psicológica en el guion. Así que pese a lo que comentó de no querer dar miedo, bueno, creo que mintió un pelín.
EliminarLo que comentas es una de las enseñanzas que podemos extraer de esta temporada. Como he comentado antes, quitando el caso de Highsmith y Orwell, el resto de obras se publicó por pura chiripa. En el caso de Blatty su agente demostró muy poco ojo clínico, al contrario del editor que se encontró en el cóctel. Creo que fue decisiva la publicación anterior de la novela de Ira Levin para que consiguiera ese cheque con el que poder dedicarse a la escritura. Un fuerte abrazo!!
Gracias por este viaje por la vida del autor, David. Es curioso cómo las experiencias personales del escritor completan la visión de un libro. No es algo que nos guste a los que escribimos, esperamos hablar a través de la obra. En este caso, nos permite valorar ese drástico cambio producido en su interior que le hizo pasar de escribir humor a algo tan oscuro. Sin dudas, hubo un cambio profundo en su estado de ánimo. El éxito, como dicen por ahí, le llegó por una serie de sucesos inesperados. Es que debe ser así, los planetas se alinean a veces. En este caso, con total justificación.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Mirna. Leyendo sobre Blatty, sobre todo sus entrevistas, coincidí en tu excelente apreciación. Un cambio así sin duda vino influido por una situación vital. Blatty era un hombre de Fe, pero como manifestó alguna vez, se consideraba un católico relajado. La muerte de su madre supuso un punto de inflexión, fue el detonante para que iniciara una nueva etapa en su narrativa y en sus creencias. Años después intentó regresar a su faceta cómica, incluso parodiando a su El Exorcista. Pero ya fue imposible. Lo que no tuvo vuelta atrás fueron sus creencias religiosas, que se acentuaron todavía más con el fallecimiento de uno de sus hijos. Un fuerte abrazo!!
EliminarCon esta introducción nos enseñas mucho, siempre aprendemos contigo. A Valora a los escritores y un poco más de sus vidas. Yo de este no tenía ni idea quien era, ya que no he leído el Exorcista y ninguno de los que escribió. Ahora toca lo más difícil, puntuar ya que en mi primera lectura ya tengo a casi todos puntuados a 10 puntos. Ahora a elegir los 7 mejores. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Carmen. Con este formato conseguimos precisamente eso, conocer quién estaba detrás de novelas clásicas e intemporales. Creo que es una manera de acercarnos a ellos y valorar como se debe su propia obra. Un fuerte abrazo!!
EliminarFantástica presentación, David. Me ha gustado conocer en detalle el caso real que inspiró la historia y me ha encantado la introducción con Groucho Marx. Esta es una novela con la que yo también tenía, como dice Rosa, cierta prevención pero la verdad es que me ha sorprendido y creo que habría que leerla sin tener demasiado presente la película (qué difícil, ¿verdad?). Te dejo el enlace a la reseña. Un beso.
ResponderEliminarhttps://cuentosvagabundos.blogspot.com/2020/02/el-exorcista-william-peter-blatty-resena.html
Gracias, Marta. En esa intro las bromas hacia William son reales, la de la concursante fue otra que en su momento fue censurada en otro programa. La curiosidad de la misma es que parece ser que las carcajadas que provocó en el plató fueron tan sonoras que las utilizaron como risas enlatadas en las series tipo sitcom. Marx era política y deliciosamente muy incorrecto.
EliminarComo dices, a veces esta clase de novelas tan míticas nos provocan cierto repelús o cansancio derivado de todo lo que hemos oído o visto de ellas. Es cuando nos metemos en letras cuando descubrimos que todo eso no es casualidad. Yo la estoy disfrutando de lo lindo. Un fuerte abrazo y muchísimas gracias por tu aporte al que acudo ipso facto!
Ese empezar con Groucho es genial, mira que me siguen haciendo reír y después pasamos al terror del exorcista. Bufff esa película, en este caso la película fue mucho más terrorífica que la novela.
ResponderEliminarNo conocía para nada la vida del autor y me ha gustado lo mucho que he conocido gracias a tu entrada. Esas casualidades que pueden determinar tanto una vida, en su caso lo favorecieron para hablar de su libro.
Muchos éxitos a los participantes.
Enhorabuena por esa entrevista.
Besos
Gracias, Conxita. Existe por ahí un vídeo con la intervención que compartiré en la comunidad de Facebook, la pena es que no tiene subtítulos en español. Al conocer esa anécdota no pude resistirme a utilizarla para estas introducciones que suelo escribir . ¡Cuándo tendría otra oportunidad de traer a Groucho al blog!
EliminarLo de esa entrevista me recordó aquella gloriosa intervención de Fernando Arrabal en un programa de Sánchez Dragó, seguro que lo has visto, aquel en el que se caía literalmente mientras hablaba del Mileniarismo.
Gracias por haberte pasado a leer esa entrevista que tan gentílmente me propuso Macondo. Un fuerte abrazo!
Genial la inclusión de Groucho en el prólogo de la entrada de hoy. Si estuviera vivo hubiera hecho un monólogo perfecto con la parte contratante de la primera parte de la desescalada en fases del desconfinamiento contratante en la tercera fase de la segunda provincia que entre en la fase cero :)). Has realizado, por otra parte, un magnífico perfil biográfico del autor de El exorcista. La suerte primero (con esa entrevista en televisión) y el cine después inmortalizaron su obra para siempre. Creo que da igual que el mérito o la fama se lo llevara más la película que su libro. Lo importante es el enorme legado que nos dejó para la ficción o para la realidad ficcionada. Se ha escrito tanto sobre El exorcista y caso similares, que la realidad y la ficción parecen unirse por momentos. Mucha suerte a todos los participantes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, David.
Gracias, Miguel. No pude resistirme a usar esa participación de William Peter como introducción ¡Cuándo tendremos otra ocasión de traer a Groucho al Tintero! La verdad es que indagando en su vida nos damos cuenta de lo que realmente quiso mostrar en su novela, algo más profundo de las típicas escenas de la película que a todos nos vienen a la cabeza.
EliminarPor cierto, parece ser que un problema de agendas impidió que Groucho Marx hiciera un cameo al inicio de la película. Una película que además contó con la obsesiva dirección de Friedkin, que fue director de la misma gracias a que puso a parir un guion del propio Blatty. Sin duda, a poco que rascas, detrás de estas historias hay un torrente de curiosidades. Un abrazo!
Hola.
ResponderEliminarMe encanta la presentación, soy muy muy fan de Groucho.
Me ha gustao muchísimo la biografía, atrapa.
Mucha suerte a todos los participantes y obviamente he leído la macondografía, y me ha encantado.
Feliz día.
Gracias, Gemma. Tanto por tu paso y lectura de este acercamiento a la figura de Blatty como por esa entrevista que Macondo ha tenido la enorme consideración de publicar en su blog. Un abrazo!
EliminarApasionante la vida de William. Y es que por tener tiene hasta Groucho. Pensé que era una maniobra introductoria para meternos en la presentación, pero no... La sorpresa ha ido saltando de párrafo a pártafo haciéndose cada vez más ancha. Cada vez me gustan más las incursiones que haces por las vidas de los célebres genios que homenajeamos, pero esta, además, me ha puesto los pelos de punta. No he leído la novela, pero porque sí vi la película, y me quedé tan aterrado que aún no tengo valor para encarar el libro, je, je.
ResponderEliminarFelicidades, David, otra entrada fantástica. Ahora me pasó a conocerte un poco mejor por el espacio de Macondo.
Un abrazo.
Gracias, Pepe. Como he comentado, ¡cuando tendré otra ocasión de traer a Groucho al tintero! En estas biografías intento traer lo que me parece más significativo de cara a la novela, para hacernos una idea de cómo se gestó y qué influyó en la misma. La historia de Roland Doe, entendí que había que traerla sí o sí, aunque resultara una entrada un poco más larga de lo que ya suelen ser.
Eliminar¡Ah, y gracias por pasarte por esa Macondografía! Un fuerte abrazo!!
Pues ahora, después de leerte, me pregunto por qué no lo he hecho antes. La extensión del texto me hizo esperar a tener algo más de tiempo, pero confieso que una vez que empecé no pude detenerme hasta el final. Muy interesante saber más (algo) sobre el autor de El Exorcista. Oh, aún recuerdo lo mal que lo pasé leyéndolo, siendo adolescente y medio a oscuras en mi habitación para que mis padres no me descubrieran. Me gustó mucho cómo fuiste armando la historia, partiendo por la escena del concurso de Groucho Marx.
ResponderEliminarNo volveré a permitir que mis juicios me impidan disfrutar de leerte.
Un abrazo
Gracias, Alís. Te agradezco tus palabras, habrás comprobado que las entradas normalmente son más extensas de lo habitual. Me alegra que la lectura te haya atrapado para conocer a este autor al que el éxito de esta novela casi dejó en el anonimato, paradojicamente.
Eliminar¡Qué grande esa anécdota que comentas! Si leer es un placer, hacerlo a escondidas es mágico. Me recordaste a Bastian, aquel personaje de La Historia Interminable. Y eso demuestra tu amor por la literatura. Un abrazo!!
Magnífica presentación, mientras la leía me vinieron a la mente escenas del libro. Cuando leí la novela todavía no había visto la película y a medida que avanzaba en la lectura de tu entrada, a pesar del tiempo transcurrido, muchas cuestiones se aclararon. Como siempre gracias por vuestro trabajo, es un placer leeros y mucha suerte a tod@s!
ResponderEliminarGracias, Norte. Como en tu caso, si hubiera conocido las motivaciones del autor seguro que me habría acoj.... tanto cuando la vi. Descubriendo al autor, creo que el verdadero exorcismo fue el que esta novela le supuso a él. Los años que vivió después le sometieron a otras pruebas muy duras, eso queda ya para la revista. Un abrazo!!
Eliminar¡Qué interesante! No he podido dejar de leer hasta el final. Admiro tu manera de exponerlo, desde el inicio con el inteligente humor de Groucho, hasta las conexiones con Bradbury del autor del exorcista.
ResponderEliminarGracias David por darnos la oportunidad de conocer la biografía, vida y ocurrencias y cruces de caminos de William Peter Blatt (no conocía al autor del libro)
Cuidadosa y entretenida presentación.
Oye, ahora que hay cierto alivio del confinamiento, te dejamos que salgos en tu franja horaria un ratillo, que te lo mereces sobradamente David.
GRACIAS.
Gracias, Isabel. No podía dejar escapar esta oportunidad de traer al gran Groucho al blog. En estas entradas intento destacar y guionizar para que tenga coherencia, lo que me ha parecido más relevante para comprender el cómo y el porqué de El Exorcista. Todos dejamos algo de nosotros en nuestros escritos, pero me parece que Blatty se lo dejó todo allá.
EliminarJa, ja, ja.., Bueno, por fin la normalidad va retornando a la calle. Y, ¡cómo pasa el tiempo! ya queda menos de dos meses para cerrar la temporada del blog. ¡Queda la última cuesta! Un fuerte abrazo!!
Yo la vi muy pequeña. Me había quedado a dormir en casa de mi tía. Le pregunté si podía quedarme a verla y me contestó tan pancha que sí, que sin problemas.
ResponderEliminarTardé bastante tiempo en poder dormir de nuevo de un tirón. Cuando la reestrenaron en el cine fui a verla y no me pareció para tanto, pero claro, de pequeña da pánico.
Un abrazo.
Gracias, Rocío. Sin duda, nada es como la primera vez, en mi caso es la única película que me causo terror de verdad. Ahora, leyendo la novela y tras conocer la motivación del autor la veo casi con cierta tristeza. Un abrazo!
EliminarNo conocía la vida del autor de El Exorcista, y me ha encantado conocerla, a través, de tu entrada. Una presentación, que una vez, que comienzas a leerla, te va atrapando. Reconozco que he leído poco sobre estos temas, nunca me atrajeron demasiado, pero cuando leí El Exorcista, me pareció un gran libro que me leí casi sin darme cuenta.
ResponderEliminarMe ha encantado la presentación que has hecho, y el inicio, con Groucho Marx, es muy bueno.
Un abrazo!
Gracias, Carmela. En estas entradas intento recrear una ficción de un momento significativo en la vida de cada uno de los autores que homenajeamos. En esta ocasión, la presencia de Groucho Marx no me hizo dudar en la elección. Más allá de la "realidad científica" de estos fenómenos, sin duda es una novela atrapante y que se lee en un suspiro. Un abrazo!
EliminarQué maravilla contar con estas biografías geniales que nos preparas, David. Conocemos las novelas que son famosas, pero al menos yo, no me había planteado todo lo que hay detrás respecto a inspiración, orígenes, circunstancias del autor cuando la escribió, circunstancias que la convirtieron en un éxito, etc. ¡Y me parece de lo más interesante! Está claro que la suerte, al menos en este caso, tuvo bastante que ver.
ResponderEliminarY por cierto que no me puedo creer que William no advirtiera lo terrorífica que resultaba su novela. Para él fue una especie de terapia con la que deshacerse de su pena y su culpa; para nosotros, un regalo monumental.
Gracias como siempre por preparar una entrada para enmarcar :))
¡Un abrazo!
Gracias, Julia. Yo creo que en esa declaración fue un tanto mentirosillo, sobre todo si hablamos de la adaptación cinematográfica donde utilizó muchas de las técnicas psicológicas, como el uso de imágenes subliminales.
EliminarDescubrir lo que se esconde tras estos clásicos es algo no solo interesante, sino también inspirador. Podemos tener en la cabeza que solo bastó con saber escribir, hacer una novela de calidad, ir al editor y, ¡hala!, a vender como rosquillas. La realidad es todo lo contrario y creo que cada uno de los autores es un modelo para los que intentamos escribir. Un abrazo!!
No me gustan las pelis de terror, las detesto y también los libros, aunque leí cuentos y alguna novela de Stephen King. Sin embargo, me encantó leer tu presentación, tan bien llevada y con el diálogo humorístico del inicio.
ResponderEliminarMe enganché en la historia de William Peter, que desconocía por completo. Me impactaron las sincronicidades de la ausencia de todos los otros invitados del show. ¡Ese sí fue un golpe de suerte!
Y mucha suerte también a todos los participantes y quedamos a la espera de la Gala de premios.
Un fuerte abrazo, David.
Gracias, Mirella. Golpe de suerte ¿o alguna intervención paranormal? Je, je, je... El género de terror tiene muchos derivados, aunque normalmente solo alcanzan la eternidad aquellas historias en las que el terror solo es el vehículo de algo más profundo. En este caso, la culpa y la duda de sus creencias; en el caso de El Resplandor, el miedo a ser capaz de hacer daño a nuestros seres queridos. Un fuerte abrazo!!
EliminarDavid sorprendida he quedado con tanto jaleo en la vida de este autor. !Me encantó leerte!
ResponderEliminarVí la pelicula hace unos años y la verdad que la recuerdo a medias, el libro no lo leí, y mira que siendo fans de las peliculas de terror y suspenso, creo que es más valiosa toda su vida y las tantas peripecias, que el libro en sí. Pero si abordamos su escritura como un auto exorcismo, y las razones para hacerlo, quizás esto lo haga más valioso aún.
Lo que si es muy real es que el dolor saca mejores escrituras que la felicidad, pasa lo mismo con los autores de canciones, calan más hondo las de desamor que las de un amor recirprocado y satisfecho. !Ah! si que sosmos contradictorios los humanos...
Abrazos y a seguir cuidándose David.
Gracias, Harolina. Ese es el drama de la creación, y de hecho, de la propia especie humana. Somos mejores en la necesidad que en la abundancia. Si hace cientos de miles de años los primates que nos antecedieron no hubieran sufrido una sequía, jamás habrían bajado a Tierra y caminado a dos patas. ¿Para que cambiar lo que está bien? Seguiríamos cómodamente instalados en aquellas ramas con los frutos al alcance de nuestra mano. El arte o la creación casa mal con la felicidad, si no hay nada que te atormente o preocupe es complicado sacar significativo. Un fuerte abrazo!!
EliminarEfectivamente, Batty ese joven libanés ganó el concurso que presentaba Groucho Marx, en aquellos años de la mitad del siglo pasado y donde EE.UU. representaban el progreso de capitalismo.
ResponderEliminarMuy curioso el dato biográfico con los 28 cambios de residencia a los que toda su familia fue sometida tras el "portazo" del padre y los sacrificios de la madre, todo un ejemplo de coraje y fe, que también transmitió a sus hijos.
La historia que comentas después acerca de ese niño (Roland Doe) que sirvió de inspiración para la película, también había leído algo al respecto, pero reconozco que nos has hecho una gran aportación.
¡Enhorabuena, David! por volcarte en tu trabajo de documentación y ofrecernos tan excepcionales biografías, como la de William Peter Blatty. Mil gracias.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Estrella. Pese a que la extensión de la entrada aumentaba no podía dejar fuera ese caso, esencial para la escritura posterior de El Exorcista. Fue un caso muy llamativo, y aunque solo he relatado lo más "fantástico" por supuesto existen muchos estudios explicando los fenómenos que rodearon ese caso. Estudios que también leyó William Peter y de los que la propia novela es una muestra de ello con muchísimas referencias a patologías neurológicas y psiquiátricas.
EliminarLa verdad es que después de conocer las circunstancias de su escritura, mi comprensión de la historia ha cambiado mucho. Un fuerte abrazo!!
Conocía el concurso pero me ha sorprendido la presencia del autor del Exorcista y todo los demás es desconcertante y curioso. Se habló mucho en su día de la maldición de El Exorcista y aunque aventurando que pueda ser un montaje comercial es como para pensárselo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Doctor. Bueno, fíjate que William Peter era un profundo conocedor de las tácticas psicológicas para provocar determinados efectos en la gente. Y sobre todo en la película tiraron de ellas. Sí es verdad que parece que hubo ciertos ataques de histeria o infartos en algún pase, también que fue una película que formó colas inmensas en los cines bajo el irresistible llamado del escándalo y la fama de terror que corrió como la pólvora en los medios de comunicación. En cuanto a las maldiciones creo que es casi una leyenda urbana, existen muchos incidentes registrados, pero como en casi todas las películas. Es mera cuestión de sesgos cognitivos. Si buscas algo, siempre vas a encontrar datos que apoyen lo que buscas. Fíjate en todo lo que se ha escrito sobre OVNIS o fenómenos paranormales. Un abrazo!
EliminarGracias por llegar a mi lugar,interesante tu blog por aquí me quedo,saludos.
ResponderEliminarGracias por tu visita, Fiaris. Saludos!
EliminarHola :) La verdad es que no me imaginé que hubiera tanto sobre el tema y tanto el libro como la película es algo a lo que yo no me he animado y veo muy difícil que suceda ja ja, soy bastante miedosita así que, vaya que veo que hay personas que lo disfrutan y que admiración me despiertan, gracias por la entrada, ¡abrazo!
ResponderEliminarGracias, Pasando Página. Bueno, la novela no es lo mismo que la película en cuanto a pasar miedo. Es curioso, pero Ray Bradbury la calificó como una de las más bellas historias de amor en relación con el final. Te la recomiendo, se lee de un tirón. Un abrazo!
EliminarAmigo David, compañero, después de leer y comentar todos los relatos a concurso del mes de abril, le tocó el turno a ésta tu entrada y sólo puedo decirte que, como todas, como siempre, es magnífica, didáctica, divertida e inspiradora. ¡¡¡Gracias una vez más y enhorabuena!!!
ResponderEliminarY he confesaré que he aprovechado para visitar la Macondografía dedicada a tu persona. Me ha gustado mucho repasarla para conocerte un poquitín mejor. Puedo decirte, ahora que nadie nos oye, que coincido en algunas cosillas contigo: en que también echo de menos no dominar ningún instrumento musical, y eso que dispongo de una guitarra; las lágrimas en el cine, aunque haya visto la película en cuestión un montón de veces; mi amor por las libretas; también le pusimos Alejandro a un hijo nuestro, el mayor; y como tú vivo en mi particular "Territorio Comanche"... soy del Athletic Club habiendo nacido en Irún, Gipuzkoa, y vivido toda mi vida aquí, ya ves lo que son las cosas.
Bueno, volviendo al concurso, ahora toca reflexión y votación.
Suerte a todos, compañeros, y un fuerte abrazo. Y seguid todos con la máxima salud, ¿vale?, ¡es una orden desde el cariño!
Gracias, Patxi. La verdad es que estoy muy contento con estas entradas, creo que conocer a estos autores nos los acerca y como dices nos pueden inspirar. Ni ellos lo tuvieron fácil para publicar.
EliminarTe agradezco que te hayas pasado por esa Macondografía que Chema tuvo la enorme consideración de invitarme. Veo que tenemos muchas cosas que nos unen, lo de las libretas y librerías parece algo que compartimos muchos. Ja, ja, ja lo de que eres del Athletic ya lo sabía... aunque yo de niño seguía mucho a aquella Real Sociedad de Arkonada, Celayeta, Satrustegui, Zamora, López Ufarte... Luego, me hice blanco, blanquísimo, je, je, je... Un fuerte abrazo!
Qué interesante!! Una vez más, me has sorprendido dándome a conocer a un escritor del que solo sabía el nombre y la novela que le hizo famoso.
ResponderEliminarEs curioso que un escritor de humor se consagrara con una novela completamente alejada de ese género, me ha dado que pensar.
Leí la novela hace mucho tiempo y recuerdo el miedo tan espantoso que pasé, pero no podía abandonar la lectura. La película no he sido capaz de verla, puede conmigo. Normalmente el género de terror que se basa en monstruos o personajes raros (tipo Freddy Krueger) que masacran a gente no suele darme miedo, pero otro cantar son los fantasmas (si se hace bien) y por supuesto las actividades demoníacas, no sé si será mi educación católica que me ha dejado un temor visceral a todo lo procedente del infierno.
Otra cosa que me ha llamado la atención ha sido saber que los anglicanos hacen exorcismos, creía que eso solo era cosa de los católicos. Cuánto aprendo contigo, David. ¡Gracias!
Un abrazo y suerte a los participantes en el concurso.
Gracias, Paloma. Te aseguro que antes de preparar la entrada tampoco conocía gran cosa de William Peter y conforme iba encontrando sus datos biográficos y, sobre todo, sus entrevistas la verdad es que me he quedado prendado de su figura. Aquí solo menciono hasta El Exorcista, pero te aseguro que más allá de esa fecha su vida fue igual de apasionante, aunque también, un poco triste.
EliminarLa película, y mira que han pasado años, tiene algo perturbador que nunca desaparece. Las de tipo Freddy como dices, bueno, la verdad es que tienen un punto cómico de serie B que las hacen adorables, ya lo de pasar miedo es otro cantar, sobre todo cuando, como en mi caso, me tragué tantas en los tiempos del vídeo club.
Pues sí, aunque parece ser que no funcionó demasiado. Posesiones, no soy experto, pero por lo que he leído se producen en todas las religiones de una manera u otra. Un fuerte abrazo!!
Me ha encantado la presentación David. Buen trabajo!! Un abrazo y feliz noche 🌈🌈🌈
ResponderEliminarGracias, Vicensi. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo!!
EliminarEstas entradas, David, me parecen interesantísimas y me quedo super enganchada con alguna de ellas, tal y como me ocurrió cuando hablaste de "Lo que el viento se llevó".
ResponderEliminarSupongo que nadie hubiera podido aventurar algo parecido acerca de "El exorcista" que, sólo con mencionarlo, te pone la piel de gallina. Pero, independientemente del guión, de la temática del libro, de su trasfondo -y creo que hemos hablado en ocasiones anteriores de ello- queda demostrada la importancia del marketing en el éxito o fracaso de algunos títulos y de muchos autores, lo cual no deja de ser una pena (o una suerte).
Y por cierto, ¿quién sabe si su aparición en televisión no fue obra del azar sino del demonio?
Un fuerte abrazo y suerte a todos.
Gracias, Macarena. Como dices, con estas entradas nos damos cuenta que convertir tu novela en un clásico no es solo cuestión de calidad. La suerte, el momento ideal para su publicación... Son muchos factores a tener en cuenta además de la calidad. Diría, haciendo el símil de la lotería, que primero hay que comprar el billete. En este caso, escribir una novela atrapante y luego intentar defenderla en el mercado. Con todo y con eso, ¿cuántas obras maestras se habrán quedado en un cajón o en algún triste almacén editorial acumulando polvo? Un abrazo!
EliminarReleyendo la famosa anécdota del puro y los 11 hijos protagonizada por el gran Groucho Marx en "Apueste su vida" no he podido evitar el esbozar una sonrisa, pues me encanta el trabajo de este buen señor, aunque no acababa de entender a dónde querías ir a parar con este comienzo. Pero tras leer quien era este "príncipe saudí", se me quedó una cara de asombro mayúscula que ya no se marchó en toda la lectura de este genial post dedicado a William Peter Blatty y las desventuras de Roland Doe (¿tendrá este señor algo que ver con el hipotético personaje John Doe que equivale a nuestro "ser un fulano"?). Desde luego que menuda existencia más interesante y peculiar que tuvo este escritor, y que lástima que sus otros trabajos dedicados a la comedia no tuviera mayor relevancia ni reconocimiento, pero a veces las cosas ocurren por razones misteriosas (ya vengan de los cielos o los infiernos, ¿eso quien lo sabe?), y el modo en que se alinearon los planetas para que Blatty pudiera dar esta estupenda entrevista me ha terminado de rematar de pura curiosidad. Y es que me encantan este tipo de anécdotas.
ResponderEliminarEn fin, que mejor voy cortando porque ya me estoy enrollando como siempre.
Volveré para leer el trabajo de todos los participantes, pero quiero decirte que he gozado enormemente con el genial trabajo que has hecho describiendo la impactante y poco usual existencia de otro escritor legendario. Por ello te doy las gracias.
Un abrazo bien grande.
Gracias, T.A. Me gusta introducir estas entradas ficcionando un momento clave en la vida del autor homenajeado en relación a su novela. No pude resistirme en esta ocasión con el programa de Groucho. ¡Cuándo podré traerlo al blog de nuevo! Roland Doe es un nombre ficticio. Es el que dieron en el artículo del Washington Post para ocultar la identidad real del menor.
EliminarLa verdad es que estas entradas son las que más disfruto. No solo porque aparecen todos los relatos participantes, sino que nos permiten investigar a la persona que obró el clásico. Me resulta inspirador ver que tuvieron las mismas dudas que cualquiera de nosotros, el trabajo y tesón del que se sirvieron además de su talento narrativo... En fin. Me alegra que hayas disfrutado conociendo este autor tan oculto por el éxito de su obra. Un abrazo!!
Lo primero es de justicia felicitarte por esta entrada. Magnífica, acercándose al personaje y justificando ampliamente la propuesta del mes. A mí no me llamó la atención al principio y por eso decidí no participar, de lo que me arrepiento porque, a medida que iba leyendo relatos se despertaba el interés y se me ocurrió alguna buena (para mí) idea.
ResponderEliminarHe leído y comentado todos. A todos os felicito porque habéis hecho un buen trabajo. Quedo expectante con el resultado de las votaciones. Para esta última propuesta ya tengo preparado mi relato basado en Alicia en el País de las Maravillas a falta de algún retoque.
Salud.
Gracias, Isan. La verdad es que por lo que estoy leyendo creo que la cosecha de relatos ha sido estupenda, al nivel de la edición que dedicamos a George Orwell, al menos para mí.
EliminarAunque no hayas podido participar me alegra muchísimo lo que comentas respecto a lo de que se te han ocurrido varias ideas para escribir. Es algo fantástico, la verdadera esencia de esta iniciativa: promover la escritura. Todo lo demás, para mí es realmente secundario.
¡Deseando leer ese relato para la última edición! Y es que ya casi estamos en la "desescalada" (¿A qué iluminado se le habrá ocurrido semejante horror de palabra?) de la temporada. Un fuerte abrazo!!
Madre mía, genial articulo e indispensable lectura para todos aquellos fans de El exorcista y del género del terror en general, aunque la mayoría de cosas ya las conocía, verlas explicadas juntas en esta entrada me ha parecido estupendo. Además me parece una maravillosa iniciativa de escritura y lectura de relatos, muchos ánimos ^^
ResponderEliminar.KATTY.
Gracias, Katty. Desde luego que William Peter tuvo una vida apasionante. Te agradezco tus palabras y ánimos, que ya empiezan a hacer falta, ja, ja, ja... Un abrazo
Eliminar¡Hola, David! Me gustan mucho estas entradas que haces sobre las biografías de autores, las encuentro magníficas, descubriendo detalles de ellos muy interesantes y curiosos sobre ellos.
ResponderEliminarCreo "El exorcista"es de los pocos libros que he leído de terror y con la película sí que no me atreví por miedo a no poder dormir el resto de mi vida.
Y la Macondografía, genial.
Un conjunto de entrada excelente.
Un abrazo.
Gracias, Lebasi. Me alegra que te pasaras un buen rato con mis ocurrencias en la Macondografía. La verdad es que estas entradas son las que más disfruto, descubrir la persona que está detrás de estos clásicos me resulta inspirador y nos ayuda a comprender un poquito más su obra. Un abrazo!!
EliminarMe ha encantado saber más del escritor. Bueno, en realidad no sabía nada. Sólo sé que la película me ha dado siempre mucho miedo y me da igual las veces que la vea, siempre me asusta. Recuerdo el remake en el cine lleno de adolescentes muertos de risa y yo pegando gritos como una loca. En fin...Gracias por el post
ResponderEliminarGracias, LIM. Ja, ja, ja... Un grupo de adolescentes juntos viendo una película ¡eso sí que da miedo! Y más si hay algún graciosillo... Cuando me ha pasado alguna vez he pensado en el oscuro placer que provocan películas como Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street, je, je, je... La verdad es que esta película es perturbadora, por supuesto, el público de hoy está más acostumbrado a escenas fuertes y el impacto quizá no sea el mismo. Pero como en tu caso, esta película y la novela tienen algo que nos remueve. Un abrazo
EliminarHola David
ResponderEliminarComo siempre admiro ese poder especial que tienes al escribir las presentaciones del tintero. Una magnífica reseña biográfica de William Peter Blatty. Leí El Exorcista a los 14 y hace relativamente poco, hace cuatro años de nuevo. Sigue siendo una maravilla igual.
Hay películas que a pesar del paso de los años no pierden nada de su calidad, un ejemplo de ello es este clásico de terror, y ha sido catalogada por la crítica,, como la película más terrorífica de la historia del cine.
Un abrazo!
Gracias, Yessy. La verdad es que esta historia tiene algo perturbador, teniendo fresca la lectura de la novela quizá la misma no dé tanto miedo como la película. Pero desde luego es realmente intensa y se te pega al pecho. Te agradezco tus palabras. Un abrazo!!
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