No había sido nada fácil dar con él. James Bond se refería a estas personas como «los fantasmas», individuos que vivían entre nosotros pero a los que nadie podía ver, mucho menos cazar. En el caso de Ernst Stavro Blofeld el apelativo era de lo más idóneo pues aquel ser excepcional de inteligencia superior y poderoso magnetismo animal era el jefe de SPECTRA, la Sociedad Permanente Ejecutiva de Contraespionaje, Terrorismo, Rebelión y Aniquilamiento. Pero hasta los cerebros más privilegiados cometen errores y en el caso de Blofeld había sido un encontronazo en un restaurante próximo a los Campos Elíseos.

GALA DE PREMIOS 37ª Ed. DESDE RUSIA CON AMOR, de Ian Fleming

007: MUCHA TINTA POR VIVIR 

En un tiempo en el que el tabaquismo era una costumbre social bien aceptada, el que Blofeld, por su condición de no fumador, recriminara al mismísimo Jefe de Sala a causa del denso humo que le amargaba la sobremesa quedó registrado con detalle en el informe del patrullero Émilien Gibert, quien aportó para el archivo un completo retrato robot de Blofeld cuando éste se esfumó del restaurante tras dar unos datos que resultaron ser falsos. Pero la implacable rueda del sistema policial ya se había puesto en marcha y la descripción proporcionada por el patrullero Gibert fue pasando de un departamento a otro, de una agencia a otra, para hacer saltar las alarmas en la octava planta del edificio gris con vistas a Regent´s Park donde el Servicio Secreto Británico tenía localizado su cuartel general. «Tenemos a Blofeld –fue la escueta bienvenida de M a un Bond llamado a su despacho con urgencia–. En una hora sale para París. Felix Leiter está avisado de su llegada».

    Y allí se encontraba ahora Bond, vigilando las puertas del 136 bis del bulevar Haussman a bordo del automóvil de Leiter. Felix lo llamaba «Studillac» pues era un Studabaker con motor Cadillac, adaptado para compensar la pérdida del brazo derecho y de pierna izquierda de su dueño como consecuencia de una aventura anterior junto al agente británico.

La espera se hacía larga pero el último informe recibido indicaba claramente que Blofeld había entrado en aquel edificio a media mañana, donde una placa de bronce anunciaba la sede de la organización FIRCO, Fraternité Internacionale de la Résistance Contre l´Oppression, tapadera legal, ahora lo sabían, de la temida SPECTRA.

    –Voy a entrar –dijo Bond de sopetón y la cara de halcón de su amigo se contrajo en una mueca de preocupación y disconformidad.

    –Vamos, James. No me jodas. Tenemos a nuestro lado a todos los servicios de Inteligencia aliados, dispuestos a intervenir en el momento en que tengamos a Blofeld en el punto de mira. Limitémonos a seguirlo y atraparlo en la primera gasolinera en la que se pare a mear.

    –Puede que haya una puerta trasera.

    –Bonita forma de concluir mi informe. «El inefable agente británico James Bond sospechaba de la existencia de una puerta trasera y por eso mandó toda la operación al diablo». También lo podría usar para tu epitafio.
    –Vaya, Felix. La edad te está ablandando.
    –¿Sabes lo que este viejo te puede hacer con la pinza que tiene por brazo derecho?
    –Lo sé, amigo. Pero tranquilízate, sólo voy a echar un vistazo. Vuelvo en media hora.
    –Y un minuto después lanzo la caballería a recoger tus pedazos.
    –Trato hecho.
    Ambos jóvenes se despidieron con una sonrisa. Felix comprendía perfectamente a su amigo y si él no se viera disminuido a causa de los miembros de metal que completaban su maltrecho cuerpo lo hubiera acompañado codo con codo. Ahora sólo podía colocar su pinza ortopédica sobre el botón del pánico y rezar oraciones apenas recordadas.

Resultó que SPECTRA también tenía un retrato robot de James Bond, algo comprensible cuando fue él quien propiciara el fracaso de la Operación Trueno. Nada más cruzar las puertas del 136 bis cayó sobre Bond un gorila de poco hablar y músculos curtidos, quien tras desarmarlo lo llevó a empellones hasta el amplio despacho del tercer piso donde Blofeld celebraba una reunión con los dieciocho hombres que completaban la cúpula de SPECTRA.

    –Mi querido señor Bond –dijo Blofeld recuperado rápidamente de la sorpresa provocada por la inesperada presencia del agente secreto–. No contábamos con su inestimable compañía. Ahora mismo estaré con usted. Discúlpeme si antes resuelvo un asunto urgente –y volviendo la vista hacia su derecha, ordenó– Número 3, póngase en pie.

    El aludido saltó como un resorte del sillón, encarando la férrea presencia de Blofeld. «¿Es consciente de su error?», preguntó el jefe de SPECTRA a lo que el otro respondió con una vacilante negación.

    –Entonces, déjeme que le ilustre.

    »Como bien saben los presentes, al número 3 se le encomendó la misión de secuestrar al consejo de administración de la editorial Aurora Boreal, así como a su principal autor, el señor Stieg Martinsson. Algo simple, como podrán imaginar, que nos hubiera reportado un gran beneficio a muy corto plazo. Nada más lejos de nuestros planes. El número 3, después de una noche de fiesta totalmente inaceptable, se equivocó de salón de actos y se coló en una gala de la comunidad de relatos el Tintero de Oro, llevándose por la fuerza a todos sus miembros. Ahora los tenemos a todos encerrados en la segunda planta a la espera de liberarlos en cuanto la policía deje de husmear.

    El número 3 empezó a sudar copiosamente, consiente del error cometido y de sus posibles consecuencias. ¿Por qué le habían encomendado precisamente a él esa misión? ¿Qué sabía de libros? Todos los escritorzuelos le parecían iguales. ¡Maldita sea! Si le hubieran mandado algo relacionado con el fútbol... Navarro, Becerril, Oliva, Rubio. Se sabía de carrerilla la alineación del Real Madrid así como la de cualquier otro club europeo, pudiendo reconocer sin dudar el rostro de todos los jugadores. ¿Secuestrar al técnico del Mónaco? Sin problema, conocía los sitios que frecuentaba. ¿Amañar la final de la Copa de Europa? Pan comido. En esas ensoñaciones se hallaba el número 3 cuando de la lejanía le llegó un «No nos volverá a fallar» y todo se volvió oscuridad tras un fogonazo de luz. La cúpula de SPECTRA había reducido en uno el número de sus miembros.

    –Y ahora, señor Bond, concluyamos nuestro negocio.

    Ya apuntaba Blofeld a Bond con la misma pistola con la que diera término a la vida del número 3 cuando una explosión hizo saltar de sus goznes las puertas principales de la sala, entrando por ellas un grupo de asalto con identificaciones policiales; Leiter había pulsado el botón del pánico en el momento justo. Casi al instante, a través de una entrada lateral, hacía lo propio una tropa de hombres de SPECTRA armados hasta los dientes, y en el amplio salón se desencadenó un pandemónium de muerte y destrucción.

    Bond aprovechó la distracción para noquear a su captor. Recuperó su Walther PPK y con mano firme abatió a un enemigo, a dos, errando por escasos cinco centímetros el hombro de un tercero, pero cuando se giró hacia la recia figura de Blofeld vio cómo éste desaparecía a través de una trampilla repentinamente abierta en el suelo, hueco que se selló al instante para desasosiego del agente. Los miembros de SPECTRA, aunque opusieron una dura resistencia, fueron cayendo uno tras otro ante el envite del grupo de asalto, superior en número y armamento. Pocos quedarían con vida para ser juzgados.

    –Bueno, James –dijo un Felix totalmente satisfecho por cómo había terminado la jornada–. El mundo es hoy un poquito más seguro gracias a nosotros.

    –Puede ser, pero Blofeld ha vuelto a escapar.

    –¡Y qué más da! Esa víbora tiene ahora un escondrijo menos donde ocultar la cabeza. Y seguro que alguno de estos tipejos nos ofrecerá una buena pista.

    »Vamos. Te invito a una copa.

    –Serán más de una, Felix, te lo puedo asegurar, pero antes, libremos a esos desgraciados del Tintero. Tengo entendido que tienen una gala que celebrar.

GALA DE PREMIOS 37ª Ed. DESDE RUSIA CON AMOR de Ian Fleming

¡Sean bienvenidos a la gala de premios de la última edición de la temporada! Han sido 31 los relatos presentados y por eso quería aprovechar la ocasión para daros a todos las gracias por vuestra calurosa acogida. Como ya sabéis, en esta temporada se tienen en cuenta tanto la puntuación obtenida por cada relato como el número de participantes que lo han votado.

MENCIÓN HONORÍFICA

(del puesto décimo al cuarto)

    10 y 9. Con 34,56 ptos. OPERACIÓN QUIMERA-2, de MJRU1Z. Ha sido votado por 8 participantes que le han dado un total de 32 votos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (0), 6 ptos (2), 5 ptos. (2), 4 ptos. (1), 3 ptos. (1), 2 ptos. (1), 1 ptos. (1); y  EL LOBO, de Mª Pilar Moreno. Ha sido votado por 8 participantes que le han dado un total de 32 votos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (2), 6 ptos (1), 5 ptos. (1), 4 ptos. (0), 3 ptos. (1), 2 ptos. (1), 1 ptos. (2)

    8. Con 39,59 ptos. PLUMAS DE DODO, de Lucy Hierro. Ha sido votado por 7 participantes que le han dado un total de 37 votos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (1), 6 ptos (3), 5 ptos. (2), 4 ptos. (0), 3 ptos. (0), 2 ptos. (1), 1 ptos. (0)

   7. Con 41,44 ptos. MALDITAS PASIONES, de Ana Piera. Ha sido votado por 12 participantes que le han dado un total de 37 votos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (0), 6 ptos (2), 5 ptos. (1), 4 ptos. (1), 3 ptos. (3), 2 ptos. (2), 1 ptos. (3)

 6. Con 42,12 ptos. OPERACIÓN ESTURIÓN, de Lola Romero. Ha sido votado por 8 participantes que le han dado un total de 39 votos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (1), 6 ptos (3), 5 ptos. (2), 4 ptos. (0), 3 ptos. (1), 2 ptos. (0), 1 ptos. (1)

  5. Con 53,76 ptos. LIQUIDACIÓN DE POLONIA, de La Pluma del Este. Ha sido votado por 12 participantes que le han dado un total de 48 votos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (2), 6 ptos (2), 5 ptos. (1), 4 ptos. (2), 3 ptos. (1), 2 ptos. (2), 1 ptos. (2)

 4. Con 57,12 ptos. INTERFERENCIAS, de Pepe de la Torre. Ha sido votado por 12 participantes que le han dado un total de 51 votos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (4), 6 ptos (1), 5 ptos. (0), 4 ptos. (2), 3 ptos. (0), 2 ptos. (4), 1 ptos. (1).

PODIUM DE GANADORES

    Con 68,93 ptos, se lleva el TINTERO DE BRONCE el relato EL REPORTERO, escrito por Pedro Merchán. Ha sido votado por 13 participantes que le han dado un total de 61 votos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (4), 6 ptos (3), 5 ptos. (1), 4 ptos. (0), 3 ptos. (2), 2 ptos. (1), 1 ptos. (2)

    Enhorabuena a Pedro por este reconocimiento que conlleva, además de este diploma digital que puedes colgar en tu blog, la publicación en la antología anual de EL TINTERO DE ORO.

    Con 70,68 ptos, se lleva el TINTERO DE PLATA el relato LA ESPÍA DE MODA, escrito por Marta Navarro. Ha sido votado por 14 participantes que le han dado un total de 62 votos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (1), 6 ptos (1), 5 ptos. (5), 4 ptos. (4), 3 ptos. (2), 2 ptos. (1), 1 ptos. (0)

    Enhorabuena a Marta por este reconocimiento que conlleva, además de este diploma digital que puedes colgar en tu blog, la publicación en la antología anual de EL TINTERO DE ORO.

    Y con 88,55 ptos, el TINTERO DE ORO de la 37ª Edición dedicada a Desde Rusia con amor de Ian Fleming se lo lleva el relato EL VIEJO ZAPATERO, escrito por Antonio Mompeán. Ha sido votado por 15 participantes que le han dado un total de 77 votos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (4), 6 ptos (2), 5 ptos. (5), 4 ptos. (2), 3 ptos. (1), 2 ptos. (0), 1 ptos. (1)

    Enhorabuena a Antonio por este reconocimiento que conlleva, además de este diploma digital que puedes colgar en tu blog, la publicación en la antología anual de EL TINTERO DE ORO.

    ¡Y así termina la sexta temporada de EL TINTERO DE ORO! Muchas gracias a todos por vuestra compañía.

    Abrazos tinteros.