¡Hola, Tinteros! Como cada Navidad, regresamos con un pequeño regalo bajo el brazo que esperamos os guste mucho. ¡La séptima temporada del concurso ya tiene su recopilatorio! El libro ya está a la venta en Amazon y para conseguirlo solo debéis pulsar aquí . Los autores homenajeados en esta ocasión fueron Harper Lee, J.K. Rowling, Italo Calvino, Isabel Allende y Franz Kafka. Todos ellos inspiraron un buen montón de relatos, escritos con enorme ilusión y generosidad por todos y cada uno de los participantes en los correspondientes certámenes. Gracias siempre por la respuesta y la buena acogida que dais a nuestras convocatorias. Sin ellas este proyecto nunca hubiera sido posible. La gran variedad de géneros y estilos que impregnaron las propuestas de la temporada, nos dio la idea de una jukebox literaria en lugar de musical como tema central para la nueva antología. A partir de ahí, Bruno empezó a trabajar en la portada hasta llegar al diseño tan bonito que muestra la imagen qu...
EL MULTIVERSO LITERARIO, un artículo de Baldomero Dugo
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David Rubio
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Una de las cosas que nunca he comprendido es la clásica división de Ciencia y Letras. Creo que es hora de que comencemos a comprenderlas como las dos caras de una misma moneda: la bendita curiosidad del ser humano por comprender qué narices pinta en la realidad. Lejos de considerarlas como aceite y agua tenemos que entender que ambas son fruto de un ser trascendente como es el ser humano.
Con las letras soñamos y vislumbramos el camino de la creación; con las ciencias, comprendemos su manual de instrucciones. Son un complemento perfecto e indisoluble que siempre nos inspirará. Como muestra de ello os dejo con este excelente artículo de nuestro compañero Beri Dugo, en el que Ciencia y Letras caminan juntos.
Por el vasto Multiverso.
EL MULTIVERSO LITERARIO: otra vuelta de tuerca a la madriguera del conejo, un artículo de Baldomero Dugo
Todo lo que puedas imaginar es real.
Pablo Ruiz Picasso
Siempre me ha fascinado el poder de la asociación de ideas. Sabes cuál es el punto de partida, pero ignoras cuál será el destino último de tus elucubraciones o de tu fantasía. De hecho, el pistoletazo de salida a este artículo que estáis leyendo lo dio, sin ser consciente de ello, nuestra compañera Cyn Romero al comentar mi microrrelato Último recurso. Concretamente, al comparar a la criatura encerrada en la urna helada con «una especie de Chtlulhu congelado».
Y como acostumbro a hacer cuando no sé el significado de algo (reconozco mi ignorancia), hice una búsqueda en Google para el término Chtlulhu. Resumiendo, se trata de uno de los personajes más emblemáticos de la obra del genial escritor estadounidense H.P. Lovecraft. Es una especie de monstruo cósmico procedente de un universo paralelo, cuyas características físicas y habilidades hacen de él algo parecido a un dios para los humanos. Dentro de estas historias, Lovecraft introduce la noción de que todo lo que conocemos tiene sentido únicamente dentro de nuestro espacio-tiempo; cuando ocurre un evento que rompe con el espacio-tiempo comienza la locura (y yo añadiría que también la aventura).
Fue al leer que el lugar de procedencia de esta criatura es un universo paralelo cuando acudió a mi mente la teoría del multiverso, según la cual existe en el Cosmos (palabra utilizada por los antiguos griegos para designar la totalidad de la existencia) un número infinito de universos paralelos cuyo conjunto sería la Realidad en mayúsculas. Sin solución de continuidad, me puse a buscar las últimas novedades sobre esta famosa teoría y… ¡Eureka! ¡Menudo filón encontré!
En 1983, los físicos James Hartle y Stephen Hawking ya habían demostrado matemáticamente la existencia del llamado multiverso (término acuñado en 1.895 por el psicólogo William James), esto es, de un número infinito de universos, unos parecidos al nuestro (parece ser que solo unos pocos) y una inmensa mayoría de universos con propiedades y leyes físicas desconocidas por nosotros. Curiosamente, siendo yo por aquel entonces un escolar de doce años, centré la trama de uno de mis primeros cuentos en este mismo tema; aunque claro desconocía por completo la existencia de tal teoría. El relato llevaba por título El agujero del pasado latiente, y trataba de la posibilidad de viajar a distintas épocas del pasado atravesando para ello determinados agujeros negros. La idea central consistía en que las diferentes épocas de la humanidad coexisten en otros tantos universos paralelos, pudiendo viajar de uno a otro atravesando el agujero negro correspondiente. Siento desilusionaros, pero este cuento primigenio ya no existe.
Pero volviendo a la teoría del multiverso, constato que lo más inspirador para mí ha sido algo que ocurrió en el cercano 2018, cuando poco antes de fallecer, Hawking escribió un trabajo junto a su colega Thomas Hertog, donde en esencia demostraban que es posible introducir una especie de sonda exploratoria en alguno de esos universos paralelos para hacer observaciones. ¡Alucinante!, ¿verdad?
Del modo más natural (al menos, a mí así me lo pareció), esta última noticia hizo que mi mente diese un brinco desde el campo de la física teórica al de la literatura fantástica. En concreto, me imaginé que finalmente un equipo de ingenieros aeroespaciales era capaz de construir esa sonda, y que su viaje inaugural no tenía como destino otro universo regido por leyes físicas diferentes a las propias de nuestro universo; sino que se internaba por la madriguera del conejo blanco hasta el mismísimo País de las Maravillas.
Llegados a este punto, dejadme que os muestre algunos de estos universos paralelos. ¿Os atrevéis a acompañarme?
Planilandia
Para abrir boca, qué mejor que dejar que nuestra sonda interdimensional nos lleve de visita al universo de Planilandia: el universo de dos dimensiones descrito por el matemático y escritor inglés Edwin Abbott Abbott en su novela homónima publicada en 1.884. En ese extraño mundo, únicamente existen figuras geométricas de dos dimensiones, o sea, triángulos, cuadrados, pentágonos, etc. Al igual que para nosotros es inconcebible un universo de más de cuatro dimensiones (las tres espaciales además del tiempo), a sus curiosos habitantes les cuesta entender en qué consiste ese nuevo mundo que sus sabios han descubierto y al que han denominado Espaciolandia. Sus propiedades y características (como el concepto de arriba y abajo) les son tan ajenas como puede llegar a ser para las personas cualquier universo construido sobre la base de cinco o más dimensiones.
La ucronía
La ucronía es un subgénero literario, emparentado tanto con la novela histórica como con la ciencia-ficción, que propone una reconstrucción alternativa de la Historia, basándose en eventos que, si bien nunca sucedieron, pudieron haber ocurrido si los acontecimientos hubieran tomado otro sentido. En esencia, lo que hacen este tipo de narraciones es preguntarse: ¿qué hubiese pasado si…?, y a partir de esa pregunta imagina un devenir histórico alternativo.
El punto en la línea del tiempo donde los acontecimientos toman otro rumbo es lo que se conoce como punto Jonbar (también conocido como giro Jonbar). Este término hace referencia al personaje de un relato del escritor estadounidense de ciencia-ficción Jack Williamson llamado, precisamente, John Barr. Así pues, en su obra La legión del tiempo de 1.938, este personaje al recoger uno de dos objetos (un imán y un guijarro) producirá un importante punto de inflexión en la historia: la elección de uno dará lugar a la creación de una utópica civilización llamada Jonbar, mientras que seleccionar el otro llevará a la tiranía del estado de Gyronchi.
Literatura fantástica y física cuántica
A la pregunta ¿hay literatura fantástica después de la física cuántica?, el profesor David Roas, titular de teoría de la literatura en la Universidad Autónoma de Barcelona, responde afirmativamente; aunque sostiene que la mecánica cuántica ha revelado la naturaleza paradójica de la realidad: hemos abandonado el mundo newtoniano de las certezas y nos encontramos en un mundo donde la probabilidad y lo aleatorio tienen un papel fundamental (Lo fantástico como desestabilización de lo real: elementos para una definición, de David Roas). O, dicho con otras palabras: los límites entre lo posible y lo imposible son mucho más difusos de lo que se pensaba hasta la irrupción de la teoría cuántica en nuestras vidas.
El propio Lovecraft, en su ensayo de 1.927 El horror sobrenatural en la literatura, sigue hablando de las «leyes fijas de Naturaleza» y de la «suspensión o transgresión maligna y particular» de estas que define a lo fantástico. Visto desde esta perspectiva «clásica», lo fantástico plantearía una excepción a la estabilidad del universo.
Por el contrario, la teoría cuántica nos muestra un universo subatómico basado en principios que, desde la perspectiva de nuestra experiencia cotidiana, resultan extraños, por no decir increíbles, o fantásticos. Algunos de estos principios exóticos son, por ejemplo, la propiedad que tiene un electrón de estar en dos lugares distintos a la vez, característica muy útil pensando en los futuros ordenadores cuánticos, que permitirán realizar utilísimas comunicaciones instantáneas en las futuras exploraciones de otros planetas. Sin olvidarnos del hecho de que los electrones se manifiestan o bien como una función de onda o bien como una partícula, en ausencia o en presencia de un observador, respectivamente. Es pues tan inestable la naturaleza del electrón que para los físicos este no se trataría ni de una función de onda ni de una partícula, sino más bien de una ondipartícula. Esto último demostraría el papel fundamental que tiene cada observador (en nuestro caso, escritor) en la construcción de la propia realidad.
El Mundo cuántico establece que nuestra realidad se cimenta sobre una nebulosa de posibilidades que solo se concretan cuando son percibidas por un observador.
Pero lejos de tratarse de un fenómeno que se circunscribe al universo subatómico, lo cierto es que a nivel cosmológico también encontramos cosas tan maravillosas y extrañas como los agujeros negros, los agujeros de gusano o la materia oscura; en definitiva, un sinfín de ingredientes para elaborar nuestros platos literarios más suculentos.
Y es en el seno del multiverso, o sea, de un universo de infinitas posibilidades, donde adquiere pleno sentido la afirmación de que todo aquello que seamos capaces de imaginar (o aún siendo incapaces de ello, dadas nuestras propias limitaciones como seres humanos) en algún lugar se convierte en una realidad tangible; aunque sea inaccesible para nosotros.
De hecho, según la teoría cuántica, cualquier evento que tenga más de una opción (como el lanzamiento de un dado de seis caras) daría lugar a tantos universos paralelos como opciones distintas haya. Desafortunadamente, esto no lo podemos comprobar desde un punto de vista empírico, por cuanto en nuestro universo tan solo se materializa una de las opciones posibles.
¿Pero y si de algún modo pudiésemos visitar el universo paralelo donde en su momento se materializó la otra opción posible, cual punto Jonbar?
Para muestra, un relato…
Navidad cuántica
Juan se despertó tarde. Aún aturdido, entró en la cocina. Era 25 de diciembre, así lo reflejaba al menos el calendario de la nevera.
Pero, a pesar de su meticuloso registro, no había hallado en toda la casa un solo elemento navideño: ni rastro del Nacimiento, ni del engalanado abeto artificial; ni tan siquiera fue capaz de hallar la ramita de muérdago debajo de la cual, cada Navidad, Marta y él cumplían con el ritual del beso.
Una llave giró en la cerradura de la puerta. Juan corrió apresurado, besando a su mujer con pasión.
—Cariño, estoy confuso: ¿sabes dónde está el Sagrado Corazón de Jesús?
—¿El Sagrado Corazón de quién? —respondió ella, perpleja.
Bueno, espero que os haya gustado el anterior microrrelato, el cual representa mi pequeña contribución al tema sobre el que ha versado este artículo: el multiverso literario, concepto que en el fondo se refiere a nuestro poder para construir infinitas realidades a través de la propia creación literaria. Deseo que lo leído también os sirva a vosotros de fuente de inspiración.
Gracias, Beri, por este fantástico y sugerente artículo que seguro nos dará más de una idea para escribir. Podéis leer más relatos de Baldomero Dugo en su blog RELATOS DE BERI
Hola, Beri. Me ha gustado mucho tu artículo. La ciencia siempre nos da un guiño para imaginar posibilidades. Es un puente infinito al multiverso creativo. Lo mejor ocurre cuando la ciencia ficción se adelanta al conocimiento de la época. Y esto de la física cuántica nos la pone bien difícil. Pero... ¿quién dijo que escribir era fácil? Un abrazo
Gracias, Mirna. Cuando Beri me envió el artículo y lo leí te aseguro que me emocionó. La ciencia es mucho más que ecuaciones, medidas y compuestos. Es la materialización del sueño de trascendencia del ser humano, la otra cara de la misma moneda que es el afán por conocer nuestra realidad. Y como apuntas, una mina para inspirar nuestras letras. Un abrazo!
Me guardo este artículo, amigo Beri, para leerlo despacito y con calma, para entender todos los conceptos que expone. Es que soy de letras, y lo de ciencias me cuesta, je, je... es verdad, ya es hora de romper la dichosa barrera. Gracias David por exponerlo y a ti Beri, por compartir. Volveré...
Gracias, Isabel. Seguro que lo disfrutas cuando tengas ocasión de coger la nave y viajar a este Multiverso que tan bien nos ha explicado Beri. Un abrazo!
Un extraorinario artículo de Baldomero Dugo, conocido hasta ahora por mí como Beri, je,je. Desde luego, la física teórica o cuántica da pie a que la imaginación dé lugar a relatos fantásticos. Todo esto me hace pensar cuán fantástica era la imaginacion de Julio Verne que, sin tener a mano a ningún científico célebre, fuera capaz de imaginarse un viaje a la luna, je,je. H.P. Lovecreft fue, durante mi adolescencia, mi autor favorito de ciencia ficción. Y, finalmente, coincido en lo que se dice en la introduccion y que yo también he puesto de manifiesto en alguna ocasión: la falacia de la dicotomía entre ciencias y letras. ¿Fue Aristóteles solo un filósofo o también un naturalista? ¿Fue Einstein solo un físico o también un filósofo? Las mentes abiertas y, esepecialmnete, las brillantes son un compendio de ambas materias. Tanto el científico como el filósofo se hacen las misma preguntas, aunque sus respuestas puedan diferir en la forma de exponerlas. Un abrazo.
Gracias, Josep. Es que Verne no solo tenía una imaginación portentosa, también contaba con un extenso conocimiento del momento científico que le tocó vivir. Desde aquel terrible ¡Que inventen ellos! Parece que en España hemos sido muy dados a separar ambos ámbitos de conocimiento, como si ambos no nacieran de lo mismo: la curiosidad humana por comprender la realidad. Ello fue lo que nos hizo soñar y trascender más allá de lo que ven nuestros ojos, la ciencia vino después con un enfoque empírico, pero no menos fascinante. Son las dos caras de la misma moneda y ojalá se acabara la dichosa separación. Yo en el cole era de letras, hasta que Carl Sagan me hizo soñar con la ciencia a través de su serie Cosmos. Un abrazo!!
Un artículo muy interesante Beri. Desconocía por completo el término "punto jonbar" para referirse al momento de inflexión en la línea del tiempo donde se produce e inicia la ucronía correspondiente. Anoto los ejemplos referenciados a mi lista de pendientes, ya he leído la obra de Philip K. Dick y es un subgénero muy entretenido.
Gracias a los dos, Beri y David, por ampliarnos el horizonte de conocimientos con esta buena entrada.
Gracias, Carles. Te aseguro que yo tampoco tenía ni idea de ese dichoso punto, al menos la denominación concreta. Como acérrimo friki y fan de los cómics si conocía el Multiverso en su variante práctico-ficticia, ja, ja, ja... Sobre todo con aquella Crisis en Tierras infinitas de DC Comics... Bueno, me paro porque como comience con los cómics... Un abrazo y las gracias todas para Beri por tan estupendo aporte.
Leyendo de nuevo el artículo, abres una ventana de interés, sobre todo respecto a la física cuántica, de la que ni siquiera llego a neófita. Interesante lo del multiverso, que suena más a poesía que universo ;) Y hablando de escritores, y sus mundos paralelos, El TINTERO es más que un empirismo, se demuestra las múltiples realidades que por aquí experimentando. Gracias de nuevo por enseñarnos estos pensamientos, Beri. Gracias David por acercarnos más al mundo interno del amigo Baldomero
Gracias, Isabel. ¡Fíjate si al final el blog resulta una máquina interdimensional! Bueno, ahora que lo pienso y recordando todos los lugares y épocas visitados casi, casi... Un abrazo!
Un artículo que da qué pensar. También yo desconocía muchos de los conceptos que introduce y me ha parecido realmente interesante. Me ha encantado leerte, Beri.
Buenas noches, queridos amigos. Os agradezco mucho vuestras amables palabras. Para mí es muy gratificante poder compartir con vosotros algunos de los temas que me inquietan o interesan. Asimismo, me resultan muy enriquecedores los comentarios que me brindáis tan generosamente. El multiverso es un concepto procedente de la física, pero entronca de pleno con la literatura (sí, Isabel, esto también va de versos, jeje); ya que los escritores fabricamos sueños y, por ende, creamos nuevas realidades, tan brillantes como las mismas estrellas...Recibid un caluroso abrazo.
Gracias a ti, Beri, por este excelente artículo, un lujo para el blog en el que, además, nos acercas a una temática que a mí me apasiona y que la considero toda una fuente de inspiración. Un abrazo!
No hay nada como ese pequeño guiño que en sí no significa nada, pero que si llega a germinar da esa idea maravillosa. Ya no te digo si esa idea florece y se convierte en este artículo con relato y reflexión incluida. Beri, o Baldomero, me has buscado las cosquillas, jaja, me refiero a que el tema elegido me ha encantado. El multiverso, los agujeros negros, el horizonte de sucesos... debe de ser curioso eso de estar en dos lugares al mismo tiempo, y más cómo lo planteas; porque, aunque científicamente sea todo teoría (o una fe un poco especial, pero fe hasta que el gato salga de la caja) en la literatura todo es posible. Hablando un poco de esto, un día vi un documental que demostraban la existencia de universos paralelos, y dentro de la sencillez con la que lo abordaban, era bastante plausible, aunque también había algo de fe, porque, después de todo, ciencia y creencia van muchas veces de la mano. Bueno, que me vengo arriba, fantástica entrada, Beri, o Baldomero, este David sabe cómo sacar lo mejor de nosotros mismos. Un abrazo a ambos.
Gracias, Pepe. El estupendo artículo de Beri me trae, como a ti, muchas ideas. La primera es que demuestra cómo primero son los sueños y después el impulso por conocer la posibilidad de que sean reales. Eso es lo que comparten las Letras y las Ciencias. El Multiverso es indemostrable, como lo es cualquier cosa que se encuentra fuera de nuestro universo y sus leyes fundamentales. Como tampoco podremos conocer jamás qué hubo antes del Big Bang, porque nuestra ciencia solo puede demostrar y perseguir la información que nos ofrece la luz, y más allá de esa gran explosión no existía la luz. Pero imaginar todo eso, el mero hecho de plantearnos todas estas posibilidades teóricas es lo que nos hace humanos. Y quién sabe. A principios del s. XX apenas comenzamos a descubrir el Mundo cuántico, en los años 20 el universo conocido solo era el que englobaba nuestra galaxia, apenas hace un par de décadas que descubrimos el primer exoplaneta más allá de nuestro minúsculo sistema solar... Puede que nunca sepamos las respuestas finales, si las hay, pero es el proceso de responderlas lo que nos hace crecer. Ojalá nunca lleguemos a responder según qué preguntas. Un abrazo!
Interesante por demás todo lo dicho, me has dado en el blanco Beri, pues me llama mucho la atención la física cuántica y lo de los hoyos negros, y agujeros de gusanos, los toroides y la geometría sagrada de la que parte todo, los fractales, los multiversos..., en fin que lo he disfrutado mucho, son temas que hace años indago, y soy admiradora de Stephen Hawking.
Creo que los sueños son vivencias en paralelo en esos multiversos...
Tu relato me hizo recordar una película de Nicolas Cage, que no recuerdo el nombre.
Gracias, Harolina. No tenía duda que este artículo de Beri te iba a encantar. Plantear nuestro papel en esta realidad, intentar lograr comprender el lugar en el que vivimos, imaginar que todo esté conectado, que exista un modelo matemático de infinita belleza que logre explicar desde la formación de estrellas hasta el primer brote de una minúscula simiente... Es un artículo que habla de trascendencia, de esa capacidad exclusiva del ser humano de poder imaginar lo que nuestros sentidos jamás podrán percibir. La verdad es que he estado pensando en esa película de Nicolas Cage y no he logrado ponerle título. Ha protagonizado varias de ciencia ficción como aquella en la que podía ver lo que iba a suceder cinco minutos después, o aquella más apocalíptica que en España se llamó Señales del Futuro. Un abrazo!!
¡¡¡Magnífico trabajo!!! Un ejercicio divulgativo de alto nivel. Baldomero Dugo , Beri, haces que la complejidad y cantidad de conceptos expuestos parezca simple y fácil de comprender con el añadido de ser expuesto desde la humildad del aparente neófito. Es esa una característica de la sapiencia de un buen divulgador. Aporte de gran valor para "El tintero de oro" por ello , la enhorabuena a David y el agradecimiento a Baldomero Dugo. Salud
Gracias, Javier. La verdad es que me lo ponéis muy fácil con estas aportaciones que son un lujo en cuanto a contenido y continente. Como digo siempre las puertas del blog están abiertas para quien quiera entrar. Un abrazo!!
Siempre he creído en el perfecto maridaje de las letras y las ciencias. Soy bióloga de formación, pero lectora empedernida de vocación. Creo que hay aspectos de la ciencia que son sumamente filosóficos y en ese artículo, Beri nos lo ha demostrado. La Física cuántica y la Relatividad tienen una gran componente filosófica. El viaje en el tiempo que realizamos cada vez que observamos una estrella es para mí la culminación del maridaje entre ciencia y poesía. Por cierto me ha encantado recordar esa explicación de Carl Sagan sobre los universos con distinto número de dimensiones. Muchas gracias, David y Baldomero. Un beso a ambos.
Gracias, Rosa. Es como dices, para mí son las dos caras de una misma moneda: nuestro anhelo de trascendencia. Una sociedad que renunciara a alguna de las dos sería una sociedad abocada a la hecatombe, sin las letras, la ciencia acabaría convertida en un caprichoso juego experimental sin sentido; sin la ciencia, nuestros sueños terminarían por devorarnos en un mundo sin pies ni cabeza. Aquel vídeo de Sagan me impactó por la simplicidad con la que explicaba algo tan complejo. Recuerdo otro en el que mostraba con una cartulina cómo descubrió Eratostenes el radio de la Tierra. Fue años después del colegio y me dije, por qué narices no incluían esa serie en los contenidos de la clase. Un fuerte abrazo!
Te lo has trabajado bastante. Desde el tema del Multiverso, pasando por un subgénero literario y mezclando ciencia, literatura y un toque de lo paranormal; desembocando en un pequeño relato. ¡Felicidades, Beri!
En cierta manera la ciencia depende de las letras y los números para poder existir. También se dan la mano ciencia y literatura cuando un artículo científico es publicado en las revistas del medio. Por otro lado, no conocía lo del multiverso por lo que me llevo otro aprendizaje a la mochila cosa que agradezco. Por último, comentar que me encanta la ucronía y he desfrutado mucho con algunos de los libros señalados. Un gran saludo para David y Beri.
Gracias, Miguel. En mi caso, ya sabes lo friki que soy, muchas de las cosas que nos ha detallado Beri las conocí por primera vez en los cómics. Y es que la ciencia ficción, por algo se la llama también género especulativo, es tan sugerente por mostrar y ficcionar muchos conceptos tan complejos como este. Y a la par, desgraciadamente, tan indemostrables. Aunque eso sea lo de menos. Un abrazo!
Me encanta descubrir a través de las hipótesis de la física que el mundo es cada vez más complejo e inabarcable hasta llegar a abismarnos con sus posibilidades. Multiversos distintos de longevidad desconocida, lanzados al futuro desde un pasado quizás también infinito. Da vértigo comprobar nuestra pequeñez pero alivia saber que somos un punto pero un punto con sentido propio al fin y al cabo. Un abrazo
Gracias, Doctor. Es curioso como el conocimiento humano nos aleja cada vez más de nuestro lugar privilegiado. Copérnico y Galileo sacaron a la Tierra del centro del Universo; Herschel hizo lo propio con nuestro sol mostrando que es una estrella más en una galaxia repleta de ellas; Darwin demostró que no éramos la especie elegida por Dios, sino una más de sus criaturas; Hubble amplió el universo al constatar que ni siquiera nuestra galaxia era algo especial; hace un par de décadas se descubrieron los exoplanetas. Quizá ya solo queda el paso de demostrar que ni la vida es algo exclusivo de nuestro planeta. Un abrazo!!
Me ha gustado mucho tu interesante artículo, estimado Beri, que según nos explicas curiosamente tuvo su origen a raíz del comentario de otra compañera (Cyn) con la alusión a esa extraña criatura: "Chtlulhu", de la cual tampoco tenía ni idea. Efectivamente la mente humana no llega a concebir nada que quede fuera de en un espacio y tiempo determinados. Precisamente la idea de los universos paralelos surgió a partir de la ciencia-ficción y de ahí pasó a ser estudiada por los científicos. Muchas gracias por obsequiarnos tan generosamente con tu fantástico resumen divulgativo en torno a este tema y con un ejemplo práctico, como tu propio microrrelato del final.
Gracias, Estrella. Sin duda que Beri nos ha regalado un aporte extraordinario para darle caña a nuestras neuronas. Da vértigo pensar en que cada una de las decisiones que tomamos genera un universo distinto con todas las posibilidades. Pero es que a nivel cuántico no deja de ser algo así, los cimientos de nuestra realidad son un océano de incertidumbre y posibilidades que solo se materializan cuando son observadas. El micro está genial y, fíjate, me ha dado una idea para próximos microrretos. Un abrazo!!
¡Fantástico artículo! Y nunca mejor dicho... ¿Las ciencias y las letras están relacionadas? Supongo que sí y que se trata de, como has mencionado, de las dos caras de una misma moneda; aunque yo creo que se proponen como "en compartimentos estancos" bajo el presupuesto de que, al ser tan diferentes, es difícil que se mezclen entre sí. Algo parecido a lo que ocurre con el agua y el aceite. Y partiendo de esa visión personal, me resulta complicado combinar conceptos que por sí solos ya me son difíciles de entender. Aunque, y quizá por este motivo, para eso existe la literatura y la imaginación. De toda la serie de universos paralelos, me ha encantado la "ucronía" ¡Quién pudiera recomponer el curso de la Historia! Muchas gracias por este artículo tan esclarecedor. ¡Un saludo!
Gracias, Macarena. Pienso que son inseparables. Una ciencia sin letras, sería como una especie de campo de pruebas sin ton ni son; y las letras sin ciencia sería un divagación perpetua. Ambas nacen de la curiosidad y trascendencia del ser humano. Ese pensar que hay algo más de lo que vemos. Eso es lo que nos impulsa tanto a imaginarlo, como a experimentarlo. El género de Ciencia Ficción viene a ser una especie de campo de pruebas entre lo imaginado y lo comprobado. De hecho, sus orígenes van de la mano con el desarrollo tecnológico iniciado en la Revolución Industrial. Un abrazo!
Me parece muy interesante. Justo el mes pasado participaba en una mesa redonda sobre distopías y ucronías y estuvimos hablando de las enormes posibilidades de las ciencias en los relatos. Siempre se aprende contigo. Un fuerte abrazo, David.
Gracias, Rocío. Sin duda la ciencia nos descubre realidades que no podemos percibir en nuestro día a día y eso es inspirador, como ha demostrado Baldomero Dugo en este fantástico artículo. Un abrazo!
Es cierto que cuando pensamos en otros mundos tendemos a recrear algo parecido al nuestro, pero que haya vida en otros planetas, o incluso en otros universos no necesariamente implica que tenga que ser como la nuestra ni siquiera parecida. Hasta el momento, nosotros concebimos la vida como materia orgánica donde el carbono es el elemento principal, pero puede haber otros elementos que no conocemos y que sean material para vida. En fin, es muy relativo todo, como diría... Einstein? Yo no le discuto a Hawking que puede haber otros universos paralelos, lo que yo no tengo tan claro es que en esos mundos haya una realidad alternativa a la que vivimos nosotros, que tengamos nuestro sosias o alter ego haciendo cosas distintas, algo que se explotaba hasta la exasperación en la serie televisiva Fringe (un tema bastante recurrente en TV/literatura, como El hombre en el castillo, etc...). Por otra parte, el juego que da la mecánica cuántica es abrumador, ese estar pero no y todo depende de quien observa... El gato de Schrödinger podría protagonizar mogollón de novelas y series. Genial artículo, Baldomero, enhorabuena. Y a ti, David, gracias por ponerlo en nuestro conocimiento. Un saludo a los dos.
Gracias, Paloma. Como mencionas, estas teorías son fascinantes como concepto. Sugerentes y motivadoras, pero indemostrables. Salvo que la ciencia avance bárbaramente, nuestro límite es la luz. No podemos superar su velocidad, ni encontrar información más allá de ella. Es un ejemplo de cómo ciencia y letras se complementan. La ciencia empírica no puede afirmar más allá de lo que puede demostrar, pero es la especulación la que la hace avanzar. Y sin duda toda esa realidad que nos anuncia, es toda una fuente de inspiración como en los ejemplos que has mencionado. Las gracias todas a Beri, el "ejecutor" de la entrada. Un abrazo!
Hola, Beri. Felicitaciones por la riqueza de contenidos y la habilidad con que tu exposición resulta fluída y clara.Paienso que este maridaje que has presentado puede aplicarse a todala complejidad de la vida: nada sobra, todo tiene una razón de ser, multifacéticas formas de ser que vamos descubriendo; construcción de una convivencia respetuosa, amorosa, y fructífera.
Gracias, Beba. Desde luego que Beri nos ha ofrecido un excelente y claro artículo sobre esta realidad que siempre es mucho mayor de lo que podemos percibir con los sentidos. Un abrazo!
Muy interesante el artículo. Me ha recordado el libro El ladrón cuántico de Hannu Rajaniemi, una lectura de muchos conceptos científico-matemáticos que llega a ser tremendamente confusa en algunos momentos. Es una novela para leer sin prisa, con mucha calma, he anotado muchos consejos tuyos que me parecen fantásticos. Merece tenerlo de referencia para tomar anotaciones y subrayar ideas. ¡A mí me ha encantado! Gracias Beri y David por esta entrada muy didáctica y amena. Un abrazo para ambos.
Gracias, Yessy. Ostras, desconocía esa novela que mencionas y que ya me ha llamado poderosamente la atención para agenciarmela. Todo el mérito del artículo es de Beri, mi trabajo aquí se ha reducido a un mero corta-pega, ja, ja, ja... Un abrazo!
Gracias, Julio David. Excelente cita de este antecedente de la teoría Gaia de Lovelock y, por cierto, la primera esposa de Sagan, Lynn Margulis. Un abrazo!!
Hola, Beri. Me ha gustado mucho tu artículo. La ciencia siempre nos da un guiño para imaginar posibilidades. Es un puente infinito al multiverso creativo. Lo mejor ocurre cuando la ciencia ficción se adelanta al conocimiento de la época. Y esto de la física cuántica nos la pone bien difícil. Pero... ¿quién dijo que escribir era fácil?
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Mirna. Cuando Beri me envió el artículo y lo leí te aseguro que me emocionó. La ciencia es mucho más que ecuaciones, medidas y compuestos. Es la materialización del sueño de trascendencia del ser humano, la otra cara de la misma moneda que es el afán por conocer nuestra realidad. Y como apuntas, una mina para inspirar nuestras letras. Un abrazo!
EliminarMe guardo este artículo, amigo Beri, para leerlo despacito y con calma, para entender todos los conceptos que expone. Es que soy de letras, y lo de ciencias me cuesta, je, je... es verdad, ya es hora de romper la dichosa barrera.
ResponderEliminarGracias David por exponerlo y a ti Beri, por compartir.
Volveré...
Gracias, Isabel. Seguro que lo disfrutas cuando tengas ocasión de coger la nave y viajar a este Multiverso que tan bien nos ha explicado Beri. Un abrazo!
EliminarUn extraorinario artículo de Baldomero Dugo, conocido hasta ahora por mí como Beri, je,je.
ResponderEliminarDesde luego, la física teórica o cuántica da pie a que la imaginación dé lugar a relatos fantásticos. Todo esto me hace pensar cuán fantástica era la imaginacion de Julio Verne que, sin tener a mano a ningún científico célebre, fuera capaz de imaginarse un viaje a la luna, je,je. H.P.
Lovecreft fue, durante mi adolescencia, mi autor favorito de ciencia ficción.
Y, finalmente, coincido en lo que se dice en la introduccion y que yo también he puesto de manifiesto en alguna ocasión: la falacia de la dicotomía entre ciencias y letras. ¿Fue Aristóteles solo un filósofo o también un naturalista? ¿Fue Einstein solo un físico o también un filósofo? Las mentes abiertas y, esepecialmnete, las brillantes son un compendio de ambas materias. Tanto el científico como el filósofo se hacen las misma preguntas, aunque sus respuestas puedan diferir en la forma de exponerlas.
Un abrazo.
Gracias, Josep. Es que Verne no solo tenía una imaginación portentosa, también contaba con un extenso conocimiento del momento científico que le tocó vivir. Desde aquel terrible ¡Que inventen ellos! Parece que en España hemos sido muy dados a separar ambos ámbitos de conocimiento, como si ambos no nacieran de lo mismo: la curiosidad humana por comprender la realidad. Ello fue lo que nos hizo soñar y trascender más allá de lo que ven nuestros ojos, la ciencia vino después con un enfoque empírico, pero no menos fascinante. Son las dos caras de la misma moneda y ojalá se acabara la dichosa separación. Yo en el cole era de letras, hasta que Carl Sagan me hizo soñar con la ciencia a través de su serie Cosmos. Un abrazo!!
EliminarUn artículo muy interesante Beri. Desconocía por completo el término "punto jonbar" para referirse al momento de inflexión en la línea del tiempo donde se produce e inicia la ucronía correspondiente. Anoto los ejemplos referenciados a mi lista de pendientes, ya he leído la obra de Philip K. Dick y es un subgénero muy entretenido.
ResponderEliminarGracias a los dos, Beri y David, por ampliarnos el horizonte de conocimientos con esta buena entrada.
Gracias, Carles. Te aseguro que yo tampoco tenía ni idea de ese dichoso punto, al menos la denominación concreta. Como acérrimo friki y fan de los cómics si conocía el Multiverso en su variante práctico-ficticia, ja, ja, ja... Sobre todo con aquella Crisis en Tierras infinitas de DC Comics... Bueno, me paro porque como comience con los cómics... Un abrazo y las gracias todas para Beri por tan estupendo aporte.
EliminarLeyendo de nuevo el artículo, abres una ventana de interés, sobre todo respecto a la física cuántica, de la que ni siquiera llego a neófita. Interesante lo del multiverso, que suena más a poesía que universo ;)
ResponderEliminarY hablando de escritores, y sus mundos paralelos, El TINTERO es más que un empirismo, se demuestra las múltiples realidades que por aquí experimentando.
Gracias de nuevo por enseñarnos estos pensamientos, Beri. Gracias David por acercarnos más al mundo interno del amigo Baldomero
Gracias, Isabel. ¡Fíjate si al final el blog resulta una máquina interdimensional! Bueno, ahora que lo pienso y recordando todos los lugares y épocas visitados casi, casi... Un abrazo!
EliminarUn artículo que da qué pensar. También yo desconocía muchos de los conceptos que introduce y me ha parecido realmente interesante. Me ha encantado leerte, Beri.
ResponderEliminarGracias, Marta. La verdad es que ha sido un aporte extraordinario el que nos ha ofrecido Beri. Un abrazo
EliminarBuenas noches, queridos amigos. Os agradezco mucho vuestras amables palabras. Para mí es muy gratificante poder compartir con vosotros algunos de los temas que me inquietan o interesan. Asimismo, me resultan muy enriquecedores los comentarios que me brindáis tan generosamente. El multiverso es un concepto procedente de la física, pero entronca de pleno con la literatura (sí, Isabel, esto también va de versos, jeje); ya que los escritores fabricamos sueños y, por ende, creamos nuevas realidades, tan brillantes como las mismas estrellas...Recibid un caluroso abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti, Beri, por este excelente artículo, un lujo para el blog en el que, además, nos acercas a una temática que a mí me apasiona y que la considero toda una fuente de inspiración. Un abrazo!
EliminarNo hay nada como ese pequeño guiño que en sí no significa nada, pero que si llega a germinar da esa idea maravillosa. Ya no te digo si esa idea florece y se convierte en este artículo con relato y reflexión incluida. Beri, o Baldomero, me has buscado las cosquillas, jaja, me refiero a que el tema elegido me ha encantado. El multiverso, los agujeros negros, el horizonte de sucesos... debe de ser curioso eso de estar en dos lugares al mismo tiempo, y más cómo lo planteas; porque, aunque científicamente sea todo teoría (o una fe un poco especial, pero fe hasta que el gato salga de la caja) en la literatura todo es posible.
ResponderEliminarHablando un poco de esto, un día vi un documental que demostraban la existencia de universos paralelos, y dentro de la sencillez con la que lo abordaban, era bastante plausible, aunque también había algo de fe, porque, después de todo, ciencia y creencia van muchas veces de la mano.
Bueno, que me vengo arriba, fantástica entrada, Beri, o Baldomero, este David sabe cómo sacar lo mejor de nosotros mismos.
Un abrazo a ambos.
Gracias, Pepe. El estupendo artículo de Beri me trae, como a ti, muchas ideas. La primera es que demuestra cómo primero son los sueños y después el impulso por conocer la posibilidad de que sean reales. Eso es lo que comparten las Letras y las Ciencias. El Multiverso es indemostrable, como lo es cualquier cosa que se encuentra fuera de nuestro universo y sus leyes fundamentales. Como tampoco podremos conocer jamás qué hubo antes del Big Bang, porque nuestra ciencia solo puede demostrar y perseguir la información que nos ofrece la luz, y más allá de esa gran explosión no existía la luz. Pero imaginar todo eso, el mero hecho de plantearnos todas estas posibilidades teóricas es lo que nos hace humanos. Y quién sabe. A principios del s. XX apenas comenzamos a descubrir el Mundo cuántico, en los años 20 el universo conocido solo era el que englobaba nuestra galaxia, apenas hace un par de décadas que descubrimos el primer exoplaneta más allá de nuestro minúsculo sistema solar... Puede que nunca sepamos las respuestas finales, si las hay, pero es el proceso de responderlas lo que nos hace crecer. Ojalá nunca lleguemos a responder según qué preguntas. Un abrazo!
EliminarInteresante por demás todo lo dicho, me has dado en el blanco Beri, pues me llama mucho la atención la física cuántica y lo de los hoyos negros, y agujeros de gusanos, los toroides y la geometría sagrada de la que parte todo, los fractales, los multiversos..., en fin que lo he disfrutado mucho, son temas que hace años indago, y soy admiradora de Stephen Hawking.
ResponderEliminarCreo que los sueños son vivencias en paralelo en esos multiversos...
Tu relato me hizo recordar una película de Nicolas Cage, que no recuerdo el nombre.
Gracias Beri por esta interesante entrada.
David, !Eres genial!
Gracias, Harolina. No tenía duda que este artículo de Beri te iba a encantar. Plantear nuestro papel en esta realidad, intentar lograr comprender el lugar en el que vivimos, imaginar que todo esté conectado, que exista un modelo matemático de infinita belleza que logre explicar desde la formación de estrellas hasta el primer brote de una minúscula simiente... Es un artículo que habla de trascendencia, de esa capacidad exclusiva del ser humano de poder imaginar lo que nuestros sentidos jamás podrán percibir.
EliminarLa verdad es que he estado pensando en esa película de Nicolas Cage y no he logrado ponerle título. Ha protagonizado varias de ciencia ficción como aquella en la que podía ver lo que iba a suceder cinco minutos después, o aquella más apocalíptica que en España se llamó Señales del Futuro. Un abrazo!!
¡¡¡Magnífico trabajo!!! Un ejercicio divulgativo de alto nivel. Baldomero Dugo , Beri, haces que la complejidad y cantidad de conceptos expuestos parezca simple y fácil de comprender con el añadido de ser expuesto desde la humildad del aparente neófito. Es esa una característica de la sapiencia de un buen divulgador. Aporte de gran valor para "El tintero de oro" por ello , la enhorabuena a David y el agradecimiento a Baldomero Dugo.
ResponderEliminarSalud
Gracias, Javier. La verdad es que me lo ponéis muy fácil con estas aportaciones que son un lujo en cuanto a contenido y continente. Como digo siempre las puertas del blog están abiertas para quien quiera entrar. Un abrazo!!
EliminarSiempre he creído en el perfecto maridaje de las letras y las ciencias. Soy bióloga de formación, pero lectora empedernida de vocación. Creo que hay aspectos de la ciencia que son sumamente filosóficos y en ese artículo, Beri nos lo ha demostrado. La Física cuántica y la Relatividad tienen una gran componente filosófica. El viaje en el tiempo que realizamos cada vez que observamos una estrella es para mí la culminación del maridaje entre ciencia y poesía.
ResponderEliminarPor cierto me ha encantado recordar esa explicación de Carl Sagan sobre los universos con distinto número de dimensiones.
Muchas gracias, David y Baldomero. Un beso a ambos.
Gracias, Rosa. Es como dices, para mí son las dos caras de una misma moneda: nuestro anhelo de trascendencia. Una sociedad que renunciara a alguna de las dos sería una sociedad abocada a la hecatombe, sin las letras, la ciencia acabaría convertida en un caprichoso juego experimental sin sentido; sin la ciencia, nuestros sueños terminarían por devorarnos en un mundo sin pies ni cabeza.
EliminarAquel vídeo de Sagan me impactó por la simplicidad con la que explicaba algo tan complejo. Recuerdo otro en el que mostraba con una cartulina cómo descubrió Eratostenes el radio de la Tierra. Fue años después del colegio y me dije, por qué narices no incluían esa serie en los contenidos de la clase. Un fuerte abrazo!
Te lo has trabajado bastante. Desde el tema del Multiverso, pasando por un subgénero literario y mezclando ciencia, literatura y un toque de lo paranormal; desembocando en un pequeño relato. ¡Felicidades, Beri!
ResponderEliminarGracias, RR Misterio. La verdad es que Beri nos ha regalado un aporte extraordinario. Un abrazo!
EliminarEn cierta manera la ciencia depende de las letras y los números para poder existir. También se dan la mano ciencia y literatura cuando un artículo científico es publicado en las revistas del medio. Por otro lado, no conocía lo del multiverso por lo que me llevo otro aprendizaje a la mochila cosa que agradezco. Por último, comentar que me encanta la ucronía y he desfrutado mucho con algunos de los libros señalados.
ResponderEliminarUn gran saludo para David y Beri.
Gracias, Miguel. En mi caso, ya sabes lo friki que soy, muchas de las cosas que nos ha detallado Beri las conocí por primera vez en los cómics. Y es que la ciencia ficción, por algo se la llama también género especulativo, es tan sugerente por mostrar y ficcionar muchos conceptos tan complejos como este. Y a la par, desgraciadamente, tan indemostrables. Aunque eso sea lo de menos. Un abrazo!
EliminarMe encanta descubrir a través de las hipótesis de la física que el mundo es cada vez más complejo e inabarcable hasta llegar a abismarnos con sus posibilidades. Multiversos distintos de longevidad desconocida, lanzados al futuro desde un pasado quizás también infinito. Da vértigo comprobar nuestra pequeñez pero alivia saber que somos un punto pero un punto con sentido propio al fin y al cabo.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Doctor. Es curioso como el conocimiento humano nos aleja cada vez más de nuestro lugar privilegiado. Copérnico y Galileo sacaron a la Tierra del centro del Universo; Herschel hizo lo propio con nuestro sol mostrando que es una estrella más en una galaxia repleta de ellas; Darwin demostró que no éramos la especie elegida por Dios, sino una más de sus criaturas; Hubble amplió el universo al constatar que ni siquiera nuestra galaxia era algo especial; hace un par de décadas se descubrieron los exoplanetas. Quizá ya solo queda el paso de demostrar que ni la vida es algo exclusivo de nuestro planeta. Un abrazo!!
EliminarMe ha gustado mucho tu interesante artículo, estimado Beri, que según nos explicas curiosamente tuvo su origen a raíz del comentario de otra compañera (Cyn) con la alusión a esa extraña criatura: "Chtlulhu", de la cual tampoco tenía ni idea.
ResponderEliminarEfectivamente la mente humana no llega a concebir nada que quede fuera de en un espacio y tiempo determinados.
Precisamente la idea de los universos paralelos surgió a partir de la ciencia-ficción y de ahí pasó a ser estudiada por los científicos.
Muchas gracias por obsequiarnos tan generosamente con tu fantástico resumen divulgativo en torno a este tema y con un ejemplo práctico, como tu propio microrrelato del final.
Un fuerte abrazo para David y para ti también.
Gracias, Estrella. Sin duda que Beri nos ha regalado un aporte extraordinario para darle caña a nuestras neuronas. Da vértigo pensar en que cada una de las decisiones que tomamos genera un universo distinto con todas las posibilidades. Pero es que a nivel cuántico no deja de ser algo así, los cimientos de nuestra realidad son un océano de incertidumbre y posibilidades que solo se materializan cuando son observadas.
EliminarEl micro está genial y, fíjate, me ha dado una idea para próximos microrretos. Un abrazo!!
¡Fantástico artículo! Y nunca mejor dicho...
ResponderEliminar¿Las ciencias y las letras están relacionadas? Supongo que sí y que se trata de, como has mencionado, de las dos caras de una misma moneda; aunque yo creo que se proponen como "en compartimentos estancos" bajo el presupuesto de que, al ser tan diferentes, es difícil que se mezclen entre sí. Algo parecido a lo que ocurre con el agua y el aceite.
Y partiendo de esa visión personal, me resulta complicado combinar conceptos que por sí solos ya me son difíciles de entender. Aunque, y quizá por este motivo, para eso existe la literatura y la imaginación.
De toda la serie de universos paralelos, me ha encantado la "ucronía" ¡Quién pudiera recomponer el curso de la Historia!
Muchas gracias por este artículo tan esclarecedor. ¡Un saludo!
Gracias, Macarena. Pienso que son inseparables. Una ciencia sin letras, sería como una especie de campo de pruebas sin ton ni son; y las letras sin ciencia sería un divagación perpetua. Ambas nacen de la curiosidad y trascendencia del ser humano. Ese pensar que hay algo más de lo que vemos. Eso es lo que nos impulsa tanto a imaginarlo, como a experimentarlo. El género de Ciencia Ficción viene a ser una especie de campo de pruebas entre lo imaginado y lo comprobado. De hecho, sus orígenes van de la mano con el desarrollo tecnológico iniciado en la Revolución Industrial. Un abrazo!
EliminarMe parece muy interesante. Justo el mes pasado participaba en una mesa redonda sobre distopías y ucronías y estuvimos hablando de las enormes posibilidades de las ciencias en los relatos.
ResponderEliminarSiempre se aprende contigo.
Un fuerte abrazo, David.
Gracias, Rocío. Sin duda la ciencia nos descubre realidades que no podemos percibir en nuestro día a día y eso es inspirador, como ha demostrado Baldomero Dugo en este fantástico artículo. Un abrazo!
EliminarFabulous blog
ResponderEliminarGracias!
EliminarEs cierto que cuando pensamos en otros mundos tendemos a recrear algo parecido al nuestro, pero que haya vida en otros planetas, o incluso en otros universos no necesariamente implica que tenga que ser como la nuestra ni siquiera parecida. Hasta el momento, nosotros concebimos la vida como materia orgánica donde el carbono es el elemento principal, pero puede haber otros elementos que no conocemos y que sean material para vida. En fin, es muy relativo todo, como diría... Einstein?
ResponderEliminarYo no le discuto a Hawking que puede haber otros universos paralelos, lo que yo no tengo tan claro es que en esos mundos haya una realidad alternativa a la que vivimos nosotros, que tengamos nuestro sosias o alter ego haciendo cosas distintas, algo que se explotaba hasta la exasperación en la serie televisiva Fringe (un tema bastante recurrente en TV/literatura, como El hombre en el castillo, etc...).
Por otra parte, el juego que da la mecánica cuántica es abrumador, ese estar pero no y todo depende de quien observa... El gato de Schrödinger podría protagonizar mogollón de novelas y series.
Genial artículo, Baldomero, enhorabuena. Y a ti, David, gracias por ponerlo en nuestro conocimiento.
Un saludo a los dos.
Gracias, Paloma. Como mencionas, estas teorías son fascinantes como concepto. Sugerentes y motivadoras, pero indemostrables. Salvo que la ciencia avance bárbaramente, nuestro límite es la luz. No podemos superar su velocidad, ni encontrar información más allá de ella. Es un ejemplo de cómo ciencia y letras se complementan. La ciencia empírica no puede afirmar más allá de lo que puede demostrar, pero es la especulación la que la hace avanzar.
EliminarY sin duda toda esa realidad que nos anuncia, es toda una fuente de inspiración como en los ejemplos que has mencionado. Las gracias todas a Beri, el "ejecutor" de la entrada. Un abrazo!
Hola, Beri. Felicitaciones por la riqueza de contenidos y la habilidad con que tu exposición resulta fluída y clara.Paienso que este maridaje que has presentado puede aplicarse a todala complejidad de la vida: nada sobra, todo tiene una razón de ser, multifacéticas formas de ser que vamos descubriendo; construcción de una convivencia respetuosa, amorosa, y fructífera.
ResponderEliminarGracias, Beba. Desde luego que Beri nos ha ofrecido un excelente y claro artículo sobre esta realidad que siempre es mucho mayor de lo que podemos percibir con los sentidos. Un abrazo!
EliminarMuy interesante el artículo.
ResponderEliminarMe ha recordado el libro El ladrón cuántico de Hannu Rajaniemi, una lectura de muchos conceptos científico-matemáticos que llega a ser tremendamente confusa en algunos momentos. Es una novela para leer sin prisa, con mucha calma, he anotado muchos consejos tuyos que me parecen fantásticos. Merece tenerlo de referencia para tomar anotaciones y subrayar ideas. ¡A mí me ha encantado! Gracias Beri y David por esta entrada muy didáctica y amena.
Un abrazo para ambos.
Gracias, Yessy. Ostras, desconocía esa novela que mencionas y que ya me ha llamado poderosamente la atención para agenciarmela. Todo el mérito del artículo es de Beri, mi trabajo aquí se ha reducido a un mero corta-pega, ja, ja, ja... Un abrazo!
EliminarGracias, Julio David. Excelente cita de este antecedente de la teoría Gaia de Lovelock y, por cierto, la primera esposa de Sagan, Lynn Margulis. Un abrazo!!
ResponderEliminarDavid Rubio:
ResponderEliminarQue interesante lo que has logrado con la gente Te felicito y que el 2021 nos traiga los caramelos dulces que queremos