Todos
se preguntaban cuáles serían los ingresos de aquella familia ya que el ritmo de
vida había cambiado en los últimos años.
Algunos
pensaban sí robaría en el banco donde trabajaba, otros decían que a lo
mejor su mujer se había prostituido y eso contribuía a unos ingresos extras, otros
hablaban de si habían recibido una herencia de algún tío de América.
Nada de esto era cierto, la vida de
aquella familia cambió el día que uno de ellos decidió tomar las riendas de la
economía familiar y probar nuevos horizontes. Después de mucho pensar y darle
vueltas a la cabeza, puso un anuncio en el periódico para de esta forma
contribuir aún más al aumento de los ingresos.
"Se ofrece espía para cualquier
tipo de trabajo; si usted quiere saber si su mujer le es fiel yo se lo puedo
confirmar, si quiere saber si sus empleados le roban yo también se lo puedo
confirmar, si quiere saber quién le sustrae las cartas del buzón, también lo
puedo descubrir, todo esto y mucho más, sencillamente con llamar a este número
me pondré manos a la obra." El anuncio lo puso en varios periódicos
locales.
Pero antes de ponerse a trabajar como
espía necesitaba tener la licencia para matar .
Sin pensarlo más fue derecho a la
policía y solicitó dicho impreso.
—¿Buenos días señor que desea?, le
pregunta el policía
—Verá usted señor agente- le responde el
hombre muy seriamente -yo quería que me dieran un impreso para poder solicitar
una licencia para matar.
— ¿Está usted de broma señor?
— No señor agente, es que voy a trabajar
como espía y necesito esa licencia. — Haga el favor de salir de aquí si no
quiere que lo meta en el calabozo, le responde el policía de forma enérgica.
— Dígame por lo menos dónde puedo
comprar un arma, es que un espía sin un arma no es nadie.
— Le digo una vez más, haga el favor de
salir de este despacho, si no le prometo que pasará la noche en el calabozo.
El hombre se marcha de la oficina
cabizbajo sin solucionar su problema.
Otra cosa que debía hacer para ser un
verdadero espía era cambiar totalmente su imagen y para ello se compró una
peluca y un sombrero, una barba y unas gafas negras y un abrigo largo, así no
lo conocería ni el tato.
Me falta lo más importante, la licencia
para matar o sencillamente un arma para completar mi atuendo pensó mientras se miraba en el espejo vestido para
la ocasión. Pasados unos días recibe una llamada telefónica:
—¿Hola quien habla?
—¿Hola es usted el del anuncio donde se
ofrece un espía?
—Si soy yo mismo dígame que desea.
—Tengo un asunto muy serio que
encargarle, pero para eso tendríamos que
vernos las caras.
— De acuerdo dígame el día y el lugar
del encuentro.
—Antes debo hacerle una pregunta muy
seria: dispone usted de todos los requisitos necesarios para ser espía y actuar
como tal.
—No se preocupe que estoy en ello,
cuando los tenga le llamo y me cuenta su caso.
—OK espero su llamada.
Nadie de su familia debía saber la existencia de aquel nuevo trabajo, tendría
que llevar una doble vida, como empleado de banco por las mañanas y por las
tardes como espía.
Decidió llamar a su posible cliente y
concertar una cita, una vez acordada la hora y el lugar , y aprovechando que su
mujer había ido a buscar a los niños al colegio ,metió en una bolsa de deporte
su uniforme de espía y fue hacia un bar próximo, entró en el baño de caballeros
e hizo el cambio de ropa.
Al llegar al lugar del encuentro iban
pasando las horas y no apareció nadie . Viendo que se hacía de noche decidió
regresar a su casa y se percató de que había olvidado la bolsa con su otra ropa
en el baño de caballeros del bar, fue raudo a buscarla y allí no había nada,
preguntó al dueño del local y este con cara de asombro al ver su aspecto no
supo responder.
Tendría que entrar en su casa vestido de
aquella guisa sin ser visto y para ello aprovechando que era la hora de cenar
entró por la ventana del salón que estaba abierta.
—¡No se mueva o disparo! - se escucha
una voz femenina de lejos- que tengo licencia para matar.
—No huya cobarde - a continuación suena
un disparo y el hombre cae al suelo. La mujer se acerca y al ver que éste
intenta levantarse lo remata con otro disparo a la vez que exclama entre risas:
—¡¡ Ladrones a mi ja ja ja !!
Comentarios
Publicar un comentario