Microrreto de marzo: ¡Música, maestro!

MICRORRETO DEL MES DE MARZO En el mes de marzo, desde el Tintero de Oro queremos desafiar a nuestra comunidad a un microrreto musical. ¿Estáis preparados? Pues entonces… ¡Música, maestro!      La música está siempre presente en nuestras vidas. Nos acompaña, emociona y sirve de banda sonora para vivencias pasadas. ¿Quién no ha recordado una ruptura sentimental con la canción With or without you de U2 sonando de fondo? ¿Alguien más aparte del que escribe ha marcado sus pasos silbando en silencio la melodía de El puente sobre el río Kwai ? Y para los deportistas, ¿hay mejor forma de superar los límites físicos que con El ojo del tigre ( Eye of the tiger )?     Pero con este microrreto queremos ir más allá. La música va a tener que estar presente en nuestros trabajos –ya sea una canción o un movimiento orquestal–, pero no la utilizaremos como una anécdota sino como un personaje más del relato, un elemento indispensable o el eje sobre el que se articule. Es decir, no buscamos algo del tip

STAN LEE PRESENTA... ESCRITORES EN LOS CÓMICS


    El próximo mes dedicaremos la edición de nuestro concurso de relatos a una niña tan particular y adorable como es Matilda. Y aunque su verdadero poder es su pasión por los libros, también cuenta con la inestimable ayuda de un superpoder como es la telequinesia.
    Así que hablando de superpoderes no he podido resistirme a traer al gran Stan Lee, uno de los más grandes creadores, no ya de historias, sino de universos de ficción. El tipo que, para qué decir otra cosa, me enseñó a leer, a emocionarme y a soñar con la ficción. Podría deciros que con nueve años devoraba a Salgari, a los hermanos Grimm, a Julio Verne o a Tolkien, pero mentiría como un bellaco. Mis primeras letras leídas las pronunciaron personajes como Spiderman, el Capitán América o Los 4 Fantásticos.
    Leía hasta los créditos, en los que brillaba una leyenda al inicio de la primera página: «Stan Lee presenta…». Entonces no había Internet, ni tiendas especializadas en cómics, ni se hacían películas como para que los telediarios dedicaran un mínimo tiempo a esos cuadernillos ilustrados, pero deduje que ese Stan Lee debía ser el creador de esa mitología moderna. Alguien capaz de que conseguir que un niño soñara con escribir las suyas propias. 
    Lo que no sabía entonces era que su sueño no era precisamente escribir cómics.
    Señoras y señores, con ustedes Stan Lee.

STAN LEE PRESENTA:

    Lo primero que llama la atención de la vida de este neoyorquino, cosecha de 1922, es su nombre. Stan Lee no es el nombre con el que sus padres lo inscribieron en el registro, pero sí es el que consta en su partida de defunción. ¿Cómo se explica?

    El nombre de la bestia

    Su verdadero nombre era Stanley Martin Lieber y sobre todos sus sueños destacaba uno: ser escritor. Pero escritor de novelas, como sus ídolos Edgar Rice Burroughs, Arthur Conan Doyle y Robert Louis Stevenson.
    Hoy casi nos resulta paradójico, pero cuando comenzó a trabajar en comics consideraba que «el negocio del comic book era el último de la lista de la escala cultural» y por ello pensó que si utilizaba su nombre real quedaría estigmatizado para la Literatura y ello le impediría escribir algún día esa Gran Novela Americana con la que soñaba ser su autor.
    Así que, con dieciocho años, recién graduado como bachiller y rebautizado, entró a trabajar en Timely Comics, que hoy es la todopoderosa Marvel Comics. Buena culpa de ello la tuvo que el propietario, Martin Goodman, fuera el marido de una prima suya. También ayudó que en ese momento la editorial estuviera pasando por un excelente momento. La II Guerra Mundial había estallado creando al mayor de los villanos imaginables: Adolf Hitler y los cómics no tardaron en dar el gusto a sus lectores y darle su merecido, aunque fuera en papel. ¿Y quién mejor para ello que un superhéroe vestido de barras y estrellas? 
    Joe Simon y Jack Kirby, recién llegados a Timely Comics, crearon la primera remesa de superhéroes de la compañía, siguiendo la estela iniciada por Superman en DC Cómics, en la que despuntaría, cómo no, el Capitán América. El éxito fue brutal, hasta el punto de desbordar a los autores quienes rogarían al señor Goodman que les consiguiera un chico para todo: para los recados; para borrar el lápiz de las páginas entintadas; o para preparar el café.
    Por supuesto, de entre todas esas tareas también se incluía la de guionista ocasional y gracias a ello escribiría pronto su primera historia, de apenas dos páginas, un anexo a un número de Capitán América. A partir de ahí adquiriría un papel más relevante, sobre todo cuando un año después, Simon y Kirby, las estrellas de la compañía a las que venía a ayudar, abandonaron la editorial por desavenencias económicas y personales con Martin Goodman, que además de ser pariente de Stan era un implacable hombre de negocios como veréis muy pronto.
    Así que, en 1941, Stan Lee tuvo ya los galones para crear su primer superhéroe, The Destroyer. Sin embargo, su meteórica actividad creativa sufriría un parón cuando tuvo que incorporarse al ejército, formando parte de los Signal Corps.
    Cumpliría su servicio hasta el final de la II Guerra Mundial. A su regreso, el mundo del cómic había cambiado gracias a la irrupción de otro monstruo del entretenimiento, Walt Disney. Las nuevas estrellas de los cómics y la animación eran los animales divertidos y Timely había conseguido hacerse con los derechos de Super Ratón, convirtiéndolo en buque insignia de esos momentos. Además, el público adolescente alucinaba con personajes como Miss América, en cuyos cómics se incluían consejos de maquillaje y moda. Eso, y que los superhéroes vendían cada vez menos, provocó que Timely se dedicara a géneros como el romántico, el bélico, el western o el terror.  Stan Lee no percibió con desagrado este giro temático, al contrario, disfrutó con la oportunidad de escribir otras cosas.
  Sin embargo, al comenzar la década de los sesenta dos nuevos supervillanos le harían plantearse su carrera en el mundo del cómic.


Los clásicos supervillanos de la creatividad: el editor implacable y el moralista recalcitrante

Martin Goodman, el editor implacable

    Como ya hemos dicho, Martin Goodman era un hombre de negocios que entendía el medio como una industria. En palabras del propio Stan Lee era: «Un empresario de éxito que se mantenía alerta e intentaba detectar modas. Una vez se daba cuenta de qué era lo que vendía, publicábamos un montón de material de ese tipo». Y desde luego que así era a juzgar por su primer mandamiento editorial:
«Si das con un título que vende, añade unos cuantos más. Te habrás asegurado buenos dividendos.»
  Sí, Goodman era uno de esos editores que agotaba las fórmulas hasta la extenuación. Hoy día la cosa no es que haya cambiado, por cierto. El código Da Vinci agotó el listado de los genios de la Antigüedad con enigmáticos mensajes ocultos; Las sombras de Gray llenaron los estantes de novelas pseudoeróticas; la saga Millennium pareció decir a las editoriales algo así como ponga un nórdico en su catálogo
  Ese dictado constante sobre lo que debía publicarse agotaría a Stan Lee, que veía cómo, poco a poco, su trabajo se convertía en algo rutinario, encorsetado en los mismos guiones una y otra vez.

Fredric Wertham, el moralista recalcitrante

    El doctor Fredric Wertham, encajaría perfectamente en el perfil del psiquiatra maléfico. Desconozco qué clase de traumas tuvo en su infancia, aunque apostaría por que una aficionada a los cómics le diera calabazas. El caso es que este tipo se especializó en el tratamiento de niños conflictivos y delincuentes juveniles. Su mirada de águila constató que la mayoría de ellos leía cómics. Quizá, alguien debería haberle hecho ver que en esa época todos los niños, conflictivos o no, lo hacían. Como nadie se lo advirtió escribió un ensayo titulado La seducción del inocente e inició una campaña contra los lujuriosos, y contrarios a las buenas costumbres, cómics. 
    Estas campañitas suelen calar en la opinión pública, y más cuando los políticos se las apropian. Creo que cualquiera que sea usuario de las redes sociales se habrá dado cuenta de que hoy día estamos muy cerquita de algo muy parecido, eso sí, como toda censura que se precie, bajo almibaradas capas de buenas intenciones.
    El caso es que la iniciativa del psicólogo llegó al senado norteamericano.
  La industria, que se olió lo que iba a pasar, prefirió adelantarse a los controles que les pudieran imponer los políticos y creó lo que se llamó Comic Code, una especie de código de buenas prácticas en el contenido de los cómics para asegurar que ningún niño se corrompiera
   Esta aberración consiguió que cerraran muchas editoriales, como la gran EC Cómics que publicaba historias de terror como Historias desde la Cripta. Por no hablar de la espantada de los lectores que desde luego no estaban dispuestos a pagar ni un céntimo por productos como World's Greatest Songs, cuyo interesante y formativo contenido consistía en ilustrar las canciones más populares.
  Limitación creativa por imposición comercial; limitación creativa por imposición moral. Demasiado. Así que, en 1960, Stan Lee decidió que abandonaría Marvel y el mundo de los cómics e intentaría iniciar su carrera como escritor.
    Pero todavía faltaba una última bala, una verdadera bomba atómica que revolucionaría el mundo del cómic para siempre.

Sin duda, la censura en pro de las buenas costumbres y pensamientos es algo cíclico

El cómic que lo cambió todo

    En un campo de golf, nuestro ya amigo Martin Goodman coincidió con el editor de DC Comics. En esa conversación se enteró del éxito que esta editorial había cosechado con la Liga de la Justicia, una serie en la que habían reunido a sus superhéroes más famosos (Superman, Batman, Wonder Woman...). Ya hemos visto que Goodman era un lince para oler dónde estaban las ventas. Así que, de regreso a la editorial, llamó a Stan Lee y le pidió que hiciera lo mismo, pero este le planteó dos cuestiones:
  1. En Marvel no tenían ningún superhéroe en nómina en ese momento.
  2. Había tomado la decisión de abandonar la compañía.
  Afortunadamente, Joan, la esposa de Stan Lee, le propuso: "Si de todos modos piensas dejarlo, ¿por qué no haces un par de comics como tú crees que deberían hacerse y te sacas la espina antes de abandonar?". Los millones de lectores de cómics nunca agradeceremos lo suficiente a Joan esas palabras que tuvieron su efecto inmediato.
    Stan Lee se puso las pilas. Echó mano de su experiencia en el medio, de toda su imaginación y del gran dibujante Jack Kirby. Con todo ello, el uno de noviembre de 1961 vio la luz en los quioscos el número 1 de Los 4 Fantásticos. Un auténtico Big Bang del que nacería el Universo Marvel. Le seguirían otros cien números más guionizados por Stan, además de un sinfín de nuevas series y nuevos superhéroes. Argumentos y tramas tan fascinantes como desalentadoras para quien pretenda ser original en el género de la ciencia ficción. Cualquier argumento que se nos pueda ocurrir seguro que ya se le ocurrió a Stan Lee.
    No fue solo el inicio de una Nueva Era de personajes superheroicos, significó una revolución en la manera de narrar el llamado arte secuencial, en el tratamiento de los personajes, en la estética, en el método de trabajo para crear miles de historias. Para los que todavía vean la obra de Stan Lee con cierta condescendencia, tipo Bah, solo son personajes vestidos con mallas les sugiero una reflexión: ¿Cómo puede un personaje de ficción mantenerse en primera línea durante sesenta años? Creo que la respuesta es evidente. Ese personaje debe tener unos cimientos mucho más sólidos que un simple traje llamativo.
   Y los que escribimos, o aspiramos a ello, deberíamos tomar muy buena nota del genio creativo de Stan Lee.


    Afortunadamente, Stan supo entender que su talento se encontraba escribiendo guiones para los cómics, así que, como desagravio a su inicial menosprecio a este mundillo decidió cambiar su nombre legal por el apodo con el que se le conocía mundialmente. 
    No llegaría a escribir esa Gran Novela Americana, aunque hace un par de años publicara poco antes de fallecer la novela Alliance: El juego de la luz. Una novela distópica sobre esta era de relaciones digitales.
    Él no llegó a dedicarse a la novela, pero desde luego que hubo y hay escritores que han guionizado cómics y en algunos casos seguro que nos podemos llevar una sorpresa.

ESCRITORES EN EL CÓMIC

    El cómic nació en los años treinta de la fusión de las tiras de prensa con la literatura Pulp, que engloba a aquellos relatos de terror, fantásticos y de ciencia ficción que se publicaban en formatos revista de papel barato. Así que es hasta cierto punto natural que fueran autores que dieron sus primeros pasos en esa literatura popular los que más cerca estuvieran de los nuevos cuadernos ilustrados. Y desde luego no hablamos de escritores cualquiera.

DASHIELL HAMMETT, MICKEY SPILLANE Y PATRICIA HIGHSMITH

    Dashiell Hammett, uno de los tres grandes maestros absolutos del género negrocriminal, y autor de El Halcón Maltés y Cosecha Roja, de detectives como Sam Spader o el Agente de la Continental, fue también uno de los primeros en adentrarse en el mundo del comic, aunque fuera brevemente. Acompañado a los lápices por Alex Raymond (creador de Flash Gordon), nos ofreció las primeras aventuras del Agente Secreto X9, que se publicó en tiras de prensa. El argumento, por supuesto, es negro. Un detective que persigue a los mafiosos porque asesinaron a su familia.
    Patricia Highsmith, la gran dama del suspense, como vimos en Trío de parejas, también comenzó en el mundo del cómic y, como en el caso de Stan Lee, lo hizo como un primer paso desagradable pero necesario para su carrera como escritora de novelas. Guionizó superhéroes para varias editoriales como Nedor cómics, con el personaje Black Terror; la Fawcet Comics personajes como Golden Arrow, Spy Smasher o Captain Midnight; o la propia Timely Comics, dando vida a las aventuras de The Destroyer o Matajaponeses Johnson.
    Mickey Spillane, después de trabajar con Stan Lee en su primera etapa en la entonces Timely, alcanzó la fama en el mundo literario con la serie del detective Mike Hammer.

RAY BRADBURY, EDGAR R. BURROUGHS y ROBERT E. HOWARD

    Esta terna de autores no llegó a escribir ningún cómic pero colaboraron activamente en la adaptación de sus obras literarias. E. R. Burroughs con Tarzán y Robert E. Howard con su personaje Conan, el Bárbaro. Un caso curioso fue el del maestro de la ciencia ficción, Ray Bradbury. EC Comics adaptó un par de sus relatos para una de sus publicaciones de relatos de Ciencia Ficción, eso sí, tuvieron el despiste de no abonárselos económicamente. Ray les recordó ese detalle mediante una carta en la que les pedía cincuenta dólares. La cosa tuvo un final feliz puesto que a partir de entonces se inició una colaboración que cuajó en 25 relatos de terror y ciencia ficción del maestro, entre ellos varios de los incluidos en Crónicas marcianas.

STEPHEN KING, WARREN ELLIS, NEIL GAIMAN y ALEJANDRO JODOROWSKI

    Ejemplos más modernos podemos encontrarlos en Warren Ellis, que tras pasar por Marvel (Thor, Lobezno, Daredevil) y la DC Comics (Planetary), ha publicado varias novelas negras. La última, Normal, publicada en 2016.
    El maestro del terror, Stephen King, también ha flirteado con el mundo del cómic. En 2005 firmó por Marvel para guionizar su obra La Torre Oscura, siendo acompañado a los dibujos por Jae Lee.
    ¿Y qué decir de Neil Gaiman? El ya famoso y reconocido escritor de Fantasía, autor de Stardust, Coraline o la antología Objetos frágiles comenzó su carrera en el mundo del cómic. Su The Sandman publicado por el sello Vértigo perteneciente a DC Comics, es una obra maestra absoluta que se escapa a cualquier género. Su personificación del sueño, lo lleva a transitar el género de terror, el fantástico, con una riqueza de historias y de elementos de folklore y mitológicos impresionante. También trabajó para Marvel con Los Eternos y, en la propia DC, escribió una historia de Batman.
    Por no hablar del multifacético Alejandro Jodorowsky. Escritor, director de cine, psicomago... De verdad que es os recomiendo que echéis un vistazo a Wikipedia para comprobar el enorme talento de este autor. En el mundo del cómic destaca su colaboración con el dibujante Moebius, en la novela gráfica El Incal o La casta de los Metabarones, entre otras muchas.

MARGARET ATWOOD Y EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA, KAZUO ISHIGURO

    La prolífica Margaret Atwood, autora de la famosa novela El cuento de la criada, parece ser que se aficionó a los cómics cuando devoraba las aventuras de Dick Tracy que aparecían en los suplementos dominicales de los periódicos. Pero ha sido recientemente, con más de setenta años, cuando ha guionizado su primer cómic basado en un personaje realmente curioso: Angel Catbird.
  Este personaje es un homenaje al cómic desenfadado y alegre que se hacía en los años cuarenta. Su protagonista es un informático llamado Strig Feleedus, que adquiere sus poderes tras sufrir un accidente con un mutágeno que fusiona su ADN con el de un gato y un búho. El dibujante es Johnnie Christmas que capta realmente bien el lenguaje corporal felino del héroe.
    Por su parte, Kazuo Ishiguro, Premio Nobel de Literatura en 2017, afirmó que uno de sus futuros proyectos sería un cómic. Eso lo dijo en 2017, aunque todavía no lo ha concretado. De todas formas parece que tarde o temprano saldará esa deuda con el medio al considerar que el manga (cómic japonés) es una de las mayores contribuciones culturales niponas. Parece ser que su afición se remonta a cuando su abuela le enviaba cajas repletas de mangas. 
Es algo único, tienes que dejar tantas cosas fuera: escoges dos o tres momentos y el resto queda para la imaginación del lector. Ha influido en mi forma de escribir, que es un poco así. 
Kazuo Ishiguro



¡Saludos tinteros!

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Comentarios

  1. ¡Qué entrada tan completa, entretenida y buena!
    Pues si, hay que agradecerle a Joan ese consejo, pues nos permite disfrutar de los mejores comics. En mi casa, desde hace años, hay una lucha encarnizada: unos somos de Marvel y otros de DC.
    Muchas gracias por la entrada y menudo elenco mencionas, todos son estupendos.
    Feliz día.

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    1. Gracias, Gemma. Ja, ja, ja... Es que eso es una rivalidad a lo Star Wars vs. Star Trek. En mi caso, con los años he llegado a ser de las dos, dado que en el fondo son un tanto diferentes en su planteamiento. Un abrazo!

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  2. No soy nada aficionada a los cómics, como ya sabrás. En mi actitud no hay desprecio, es solo que, ya desde niña, me gusta la densidad en los libros. Por otra parte, los cómics suelen abundar en géneros que nunca han estado entre mis favoritos, aunque empiezo a liberarme de prejuicios.
    Pese a todo, este artículo es fantástico. Me ha encantado ver los códigos morales para no "corromper" a los jóvenes. Me ha sorprendido saber de algunos novelistas que han hecho sus pinitos en el mundo del cómic, como Atwood o Ishiguro.
    Me ha encantado. Fantástico trabajo.
    Estoy a punto de ponerme con Matilda
    Un beso.

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    1. Gracias, Rosa. Para librarte de los prejuicios te recomendaría que comenzaras por el cómic de género negro, en el que existen verdaderas obras maestras, bien como adaptaciones, bien como historias originales. En la revista que dedicamos a la edición de Jim Thompson aparece al final un pequeño catálogo con los cómics que me sirvieron para ilustrar los relatos.
      Lo de los códigos morales es algo cíclico, de hecho ahora estamos en una fase cercana a algo parecido con ese politiqueo correcto o lecturas sensibles que tanto mal suelen hacer. Y es que el infierno está lleno de buenos propósitos.
      Pues sí, ya pronto llegará Matilda y con ella el último mes del blog. Un abrazo!

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  3. Hola David! Siempre es un placer leerte. Reconozco que poco sabía de Stan Lee ( solo lo relacionaba con Marvel), ha sido una revelación su vida y obra. Gracias por tanto detalle interesante sobre él y otros escritores de cómics. Una lectura muy agradable y esclarecedora.

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    1. Gracias, Ana. Stan Lee entró en el cómic como de paso, como un mal necesario para lograr su verdadero objetivo: ser escritor. Sin embargo, ¡fíjate en lo que llegó hacer! Un abrazo!

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  4. Saludos David

    Nos traes esta vez a UN GRANDE de grandes, el excelente Stan Lee, que es un Dios practicamente un mito dentro del mundo comic y ahora del cine.

    Solo para agregar una mini acotacion, un recuerdo.

    Una vez compre un Comic en que la propuesta era: El Mundo DC si Stan Lee lo hubiera escrito, unas 4 revistas en donde stan lee escribia en su estilo a Superman por ejemplo, fue quizas una de esas raras colaboraciones entre esas dos grandes firmas.

    Practicamente para mi Marvel y Stan Lee son sinonimos.

    Aunque valga la aclaracion hace varias decadas yo solo tenia ojos para DC y no me gustaba mucho marvel....

    creo eso ha cambiado con el ahora cine de super heroes, comenzando con Spiderman con Tobey Maguire y ya siguiendo con las sagas de Wolverine en los X-men, y los avengers

    Parece le gano la delantera marvel a DC comics....excepto que DC comics gana oscares....y que oscar con ese Jocker tan inmenso.

    Un gusto haber leido la mencion al universo del comic

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    1. Gracias, José. Veo que compartimos nuestra admiración por Stan Lee. En España, siempre tuvo mejor suerte la publicación de los cómics de Marvel, eran más baratos y más comunes que los de DC. Eso me hizo fan acérrimo de La casa de las ideas. Con el tiempo también supe apreciar a DC. Pese a que parecen algo parecido ambas se sustentan en bases distintas. Marvel ofrece un universo compacto, serializado, con unos personajes más humanos y con la coherencia de que todo él nació a la vez en los años 60. DC nunca supo crear ese universo único, su calidad se centra en historias más o menos independientes unas de otras y, eso sí, con un tono por lo general más adulto con líneas editoriales como Vértigo. Así que no sabría ahora por cuál decantarme, ja, ja, ja...
      Esa diferencia también es visible en el cine. Si vemos las películas de Marvel todas conforman un único universo, esa es la razón de su éxito y lo que ha encandilado tanto a fans talluditos como yo y a fans que han descubierto lo que es Marvel gracias a la saga que concluyó con Endgame. Por contra, las películas de la DC no funcionan como universo, sino en historias independientes unas de otras, como la Saga de Batman de Nolan o el Joker o las primeras de Superman. Cuando han querido hacer algo parecido con La Liga de la Justicia se estrellaron. Un placer compartir afición. Un abrazo!

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  5. Hola, David. La verdad es que pese a lo que me gustan los comics, nunca leí sobre Stan Lee, tampoco sobre Marvel. Siempre he sido de Mortadelo y Filemón, Rompetechos. Con esta entrada he podido saborear un poco lo que tú llegaste a sentir de pequeño y a conocer un poco más la historia de Stan Lee. Gracias, David.

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    1. Gracias, RR. El gran Ibáñez, que es el Stan Lee de nuestro país, por supuesto también fue una de mis lecturas, aunque reconozco que solo en una época. De Marvel sigo comprando cómics. Un abrazo!

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  6. ¡Hola, David!

    Sé de tu apasionamiento por el maestro Stan Lee y recuerdo un articulo que escribiste a cuenta de su fallecimiento. Un escritor con mayúsculas y un gran visionario sin duda. De pequeño me encantaban los comics aunque principalmente los nacionales. También Spiderman o Superman. Por otro lado, me ha encantado como has relacionado a estos grandes de la literatura con los comics. Mi preferido: Ray Bradbury. Por cierto, felicitaciones por tus dibujos que cada vez son mejores. El de las fobias demuestra claramente tu amor e inspiración por el mundo de los comics.

    Abrazos desde Marte.

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    1. Gracias, Miguel. La verdad es que me hace falta muy poco para hablar de cómics en el blog, ja, ja, ja... Y es que aprendí a leer con ellos y mi pasión por el mundo de la ficción nació con ellos, diría que jamás me hubiera planteado escribir, de no ser por las historias que se me ocurrían de joven como posibles argumentos de Spiderman, por ejemplo.
      Ray Bradbury era otro loco de los cómics, un friki en toda regla. Solo así se entiende que pese a que la EC Cómics le tomara gratis sus historias, lejos de enfadarse, dijera que fueron de largo las mejores adaptaciones de las mismas.
      En los microrretos, bien visto, intento con esas imágenes trasladar una imagen más fresca y desenfadada, para distinguirla bien de los concursos. Un abrazo!

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  7. Qué buen recorrido por el mundo del cómic, David y qué buen perfil has trazado de Stan Lee. No conocía prácticamente nada de lo que cuentas y me has enganchado con tantas anécdotas y curiosidades. Una entrada estupenda, muy amena de leer. Me ha encantado.

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    1. Gracias, Marta. El cómic parece un arte menor comparado con la Literatura, pero comparte con ella la maravilla que es la Ficción. Con esta entrada he pretendido mostrar que ambos medios pueden ser complementarios. Un abrazo!

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  8. Cada entrada que publicas de este tipo, me doy cuenta de lo lejos que estoy de todo esto (por abajo, naturalmente), pero, si de algo puedo presumir, es de mi perseverancia, así que insistiré. Entre tanto, estoy con los poderes fantásticos de mi protagonista que me está resultando ridículo a la vista de tanto poderío.

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    1. Gracias, Isan. ¡Claro que sí! Si algo podemos aprender de la vida de los autores que vamos trayendo al blog es que no lo tuvieron nada fácil y de hecho solo unos pocos afortunados consiguieron dedicarse a la escritura. Sabemos que Patricia Highsmith comenzó en los cómics para ganarse la vida, aún y así, ¿quién sabe si hubiera podido ser escritora profesional de no haber tenido la suerte de que Hitchcock se fijara en sus Extraños en un tren para una película? La perseverancia es esencial para que cuando nos llegue ese punto de fortuna sepamos aprovecharlo. Un abrazo!

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  9. Siempre fui aficionada a los comics, aunque en casa me decían que no perdiera el tiempo con ellos, claro que el mundo Marvel me llegó un poco tarde. ¡Lo que se aprende contigo, David! Gracias.

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    1. Gracias, Isabel. ¡Qué bueno eso que comentas! A mis cincuenta años, recuerdo que de niño también escuchaba aquello de ¡deja de leer tebeos y coge un libro! o ¡deja de ver dibujos animados o de jugar a la maquinita! Hoy día decimos a nuestros hijos ¡deja la tablet! ¡Deja la play! Como dice Julio Iglesias en su canción, cambia todo pero al final la vida sigue igual. Un abrazo!

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  10. La verdad que me quedan un poco lejos los tiempos en los que leía La Masa o Thor, y gracias a tu entrada me los has traído al presente, de todas formas siempre he sido más de Asterix y comics como 1984, Makoki, Cimoc...
    Buen homenaje y mejor entrada.
    Un saludo.

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    1. Gracias, Ángel. Grandes cómics los que nos traes, sin duda. A mi lo que me enganchó de Marvel fue que cada mes tuviera un cómic en el quiosco y aquellos continuarás que me dejaban ansioso por el siguiente. Esos cómics que mencionas los leía en la biblioteca, normalmente se editaban en tapa dura, los de Astérix o Tintín, y su precio era prohibitivo en mi adolescencia. Los otros realmente los descubrí más tarde cuando "descubrí" las tiendas especializadas. Un abrazo!

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  11. He leído comics de pequeño y he frecuentado algunos de la Marvel en la adolescencia, aunque de niño éramos más de Mortadelo y Filemón, Carpanta, Zipi y Zape etc... Me gusta Will Eisner, Harold Foster, Hergé, por supuesto Goscinny y Uderzo, Neil Gaiman, Alan Moore, Frank Miller o Mike Mignola pero también las tiras cómicas de Quino, Bill Watterson etc... es un mundo rico y variado. Lo único que se le puede reprochar a Stan Lee del que has hecho una excelente reseña, es que ha creado desde muy abajo, casi contra su voluntad, un monstruo enorme que se está comiendo todo el cine de entretenimiento y que sería bueno pararlo.

    Un abrazo

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    1. Gracias, Doctor. ¡Menudo elenco de autores nos traes! Cada uno a su estilo, son autores que supusieron un punto de inflexión en el mundo del cómic. Algunos también se dedicaron al género de superhéroes como Gaiman, Moore, Miller o Mignola.
      En cuanto a las películas... ¡ay, qué te digo! En mi caso ha sido un sueño hecho realidad. Comencé a leer cómics en los setenta y siempre me preguntaba cuándo harían películas de calidad sobre esos personajes, así que cuando Disney compró Marvel y comenzó su tremenda saga fue como un regalo. Bien es verdad que el enorme éxito de las cintas ha llevado a cierta sobreabundancia, siguiendo el consejo del entonces editor Martin Goodman. Pero bueno, todo son modas y seguro que llegará un momento en el que la Disney haga otras apuestas. Un abrazo!

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  12. Muy grande, este Stan Lee. Casi se agradece que hasta el final no se pudiera poner como escritor, aunque, también te digo que qué universo nos hemos perdido con ello. Pero es que, hasta los más grandes tienen que pagar las facturas, aunque hagan lo que hagan lo conviertan en oro.
    Genial entrada, David, soy fan pero no lo conocía tan a fondo. Muchas gracias por compartir.
    Un abrazo!

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    1. Gracias, Pepe. Es curioso que Stan sintiera como algo poco digno el dedicarse a los cómics al punto de que usara ese apodo para no quedar "estigmatizado". Afortunadamente, no llegó a dar el paso y gracias a ello creó un universo de personajes eternos, diría que toda una mitología moderna. Un abrazo!

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  13. ¡Hola, David!

    Se siente el gusto y regusto que has sentido al redactar esta entrada. Gracias por toda esta brillante información para los fans de los comics.

    Aunque hace años no leo ninguno, en su momento si me divertían mucho, te confieso que los prefiero impresos siempre, las películas al menos para mi, no se siente igual, es que los propios dibujos, aun sin palabras, ya eran una delicia.

    Por estos predios eran más asequibles los de origen mexicano como: Fantomas, Memin, Aniceto, Hermelinda Linda, etc, qué tiempos esos, ja, ja. Desde luego que también eran imperdibles El Avispón Verde, Batman y Robin, The Phantom, Shazam el mago, Superman..., Wao, no se cómo y cuando dejé de leerlos, supongo que crecí y los olvidé.
    Ah, y me encantaba Astérix y Obélix y otros más... Pero recordar sus creadores, ni pensarlo, así que nunca les preste atención a ellos, de Stan Lee conocía muy poco.

    Como siempre David genial tu manera de enlazar a todos estos autores y mostrarnos las caras de los responsables de muchas de las obras literarias que llenaron una época maravillosa, y hoy a pesar de la tecnología, siguen vigentes en el recuerdo, y muchos han servido de base para crear todo un universo de sagas de cine.

    Te dejo un abrazo con mis deseos de un buen fin de semana.

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    1. Gracias, Harolina. Habrás comprobado lo aficionado que soy a los cómics en general y a la obra de Stan Lee en particular. Pronto haré los cincuenta y me cuesta recordar que en algún momento de mi vida dejara de leer cómics. Son una fuente inagotable de historias y creo que reúnen lo mejor de la literatura y el cine.
      Un estupendo elenco de historias las que mencionas, de las que desconozco algunos personajes méxicanos cuyo nombre me ha despertado la curiosidad.
      Creo que el cómic es una excelente forma de incentivar la lectura en los más pequeños y un arte muy disfrutable para los adultos. Un abrazo!

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  14. Siempre he creído que los comics poseen un alma diferente al de otros textos escritos y que ello, además de aportarles un valor propio y diferente, les hace valedor de la admiración de muchos a los que, por cierto, suele considerárseles excéntricos.Yo fui mucho de cómics en la juventud, y aunque hace mucho que pasé a "cuantas más texto, mejor" sigo conservando algunas joyas del pasado que, creo que, conservo y admiro con la mayor de mis devociones.
    ¡No vas a dejar ningún género de lado! ¿No?
    ¡Un fuerte abrazo, David!

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    1. Gracias, Macarena. Bueno, la verdad es que me hace falta muy poco para traer el mundo del cómic al blog. Aprendí a leer con ellos y cerca de la cincuentena continúo disfrutando de ellos. Ir el fin de semana a la tienda de cómics sigue siendo una fiesta, pasear por los estantes de cómic americano, europeo o independiente es como recorrer una isla del tesoro. Y ahora hasta me estoy aficionando al manga de la mano de mis hijos. Un abrazo!

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  15. Pues muy buenos recuerdos me han traído este increíble artículo, David. Como otros compañeros, simultaneé la lectura de novelas con el disfrute de los cómics más variopintos, pasando por diferentes fases y estilos. Quién puede olvidarse de Giraud, Pratt, Pia Guerra, Buscema, Manara, Jan, Druillet, Miller, Breccia, Altuna, Maroto... bufff, son tantos. Fue catártico descubrir que había muchas otras personas con diferentes maneras de mostrar la Ciencia Ficción y la Fantasía, que coincidía con mi forma de percibirlas y sentirlas.

    Gracias por compartir, David. Un abrazo.

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    1. Gracias, Carles. Me encantó tu comentario, y es que como sugieres, en aquellos setenta y ochenta, quienes disfrutábamos de los cómics lo solíamos hacer en soledad. Hoy día, aunque sea por internet es fácil encontrar aficionados con tus gustos, pero en aquella época recuerdo que era el único que leía cómics en el colegio y jamás pude compartir mi entusiasmo por ellos con nadie. Un fuerte abrazo!

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  16. ¡Hola! Interesantísimo post. Me ha gustado mucho conocer la historia de Stan Lee más en profundidad, acompañada también de varios tintes sobre la historia del cómic americano.
    Por cierto, la frase de Goodman se sigue utilizando hoy hasta la saciedad jejeje y qué fastidio lo que pasó en su momento con Cuentos de la Cripta.
    A mí me encanta también el mundo del cómic. Creo que el cómic, el cine, la literatura y los videojuegos tienen mucho en común, ya que al final y al cabo, son formas de contar y transmitir historias. Yo consumo todo esto y en uno y otro campo encuentro historias fascinantes.
    Un abrazo :)

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    1. Gracias, M.A. Sabio comentario, quien vea que la lectura, los videojuegos o los cómics son rivales allá ellos. Todo son distintas caras del mundo de la Ficción y tenemos la obligación de hacerlo ver a los más jóvenes. Quien juega a videojuegos seguramente también leerá cómics y si lee cómics también se acercará a la Literatura. Si "sacralizamos" a esta lo que hacemos es alejarla de los niños, hacerla seria y aburrida a sus ojos, y eso no tendrá un buen final. Hay que incorporar la lectura al resto de opciones de ocio, hacerla atractiva.
      La frase de Goodman es eterna en el mundo editorial o empresarial, agota la fórmula hasta que aparezca otra que funcione mejor. Fíjate que los ejemplos que he puesto son muy recientes. Un abrazo!

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  17. Otra sorprendente publicación, David. Nos dejas un artículo muy completo e informativo, la verdad que desconocía algunos detalles. Marvel Comics no sería en la actualidad uno de los sellos editoriales más importantes del mundo sin las aportaciones de este gran escritor. Y gracias por recordarme el concurso, aaiiyyy lo había olvidado😅
    Un abrazo

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    1. Gracias, Yessy. En España hay un refrán que dice algo así como que "El hombre propone y Dios dispone". Stan pensó que los cómics serían algo transitorio para lo que realmente ansiaba: ser escritor de novela. Y sin embargo no solo fue su medio, sino que logró la eternidad con todo el universo de personajes que creó. Un abrazo!
      PD. ¡En un par de días comenzamos la última edición de esta temporada! Con otro monstruo creador como es Roald Dahl.

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  18. Me ha encantado saber de Stan Lee, pero a quien le va a encantar más es a mi marido al que, con tu permiso, voy a regalar esta fantástica publicación, pues es un admirador de todo el universo creado por este genio. Por cierto, una fascinación que debe ser hereditaria porque mi hija también está enganchada a sus personajes.
    Gracias por un artículo tan completo y tan bueno.
    Un abrazo.

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    1. Gracias, Paloma. Es que Stan es mucho Stan y Marvel es mucha Marvel. Me alegra que ese universo que nació hace ya sesenta años continúe en plena forma. Un abrazo!

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  19. Excelente artículo. Sin duda para compartir.

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    1. Gracias, Alexander. Me alegra que te haya gustado este acercamiento entre Literatura y Cómic. Saludos!

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  20. Vaya. He visto esta entrada por casualidad.
    Yo también soy de marvel y siempre lo he sido, hasta los 80 que me balancee a DC , ( aún pienso wue lo mejor es vdevendetta), y luego volví a Marvel. También aun compro cómics (en inglés, así me sirve para conservar un poquito el idioma, y no sufro las discontinuidades de las colecciones en español). Ya los compraba el los 70 en ediciones vértice, calle concepción arenal cientoypico
    Creo que el cómic es la mejor forma de expresion(superior al cine, wue enseña mucho, y a la escritura, que enseña poco). Pero la escritura es más accesible, y más fácil y más rápida. Habría wue saber dibujar ya que creo que la creación es inexcusablemente unipersonal. Lo demás son obras mixtas. Pero se puede intentar trasponer la visualidad a la 3scritura
    Y al final no he dicho nada del Maestro que prácticamente nos obligó a leer cómics.
    Abrazoo, David

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