No se dice lo secreto, se cuenta.
Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925–Madrid, 2000) fue
una de las figuras más destacadas de la literatura española del siglo XX. Mujer de letras, políglota, escritora de
mirada lúcida y aguda sensibilidad hacia el mundo interior de sus personajes,
su obra rozó todos los géneros:
novela, ensayo, cuento, guion, teatro, poesía, crítica, traducción..., sin
entenderlos nunca como compartimentos estancos, convirtiéndolo todo siempre en
narración, ensayando nuevos puntos de observación sobre lo ya mirado muchas
veces y creando al fin un conjunto coherente y unitario.
La extrañeza ante lo cotidiano, la búsqueda de
interlocutor, el intento de dejar constancia del tiempo que se escapa,
serán los temas que aborde de modo recurrente. También el de la libertad y la
identidad personal.
CONCURSO DE RELATOS XLVIII ED.
CAPERUCITA EN MANHATTAN DE CARMEN MARTÍN GAITE.
Nacida en una familia burguesa (padre notario y abuelo catedrático) de ideas liberales, Carmen Martín Gaite creció en un ambiente propicio para el desarrollo intelectual y recibió una educación poco convencional para la época. Estudió Filosofía y Letras y Filología Románica en la Universidad de Salamanca, completó estudios en Coímbra y Cannes e inició tras ello en Madrid un proyecto de tesis doctoral sobre el barroco que dejó inconcluso (lo retomará años después) por «meterse a novelista», expresión habitual en ella al referirse a su profesión que muestra su gusto por las locuciones comunes. El amplio conocimiento de esta época sí que ejercería luego sin embargo una clara influencia sobre su escritura.
También en Madrid entró pronto en
contacto con el ambiente literario de posguerra. Allí conoció a quien fue luego
su marido, Rafael Sánchez Ferlosio, y pasó a formar parte de la llamada Generación de los cincuenta, un grupo de
jóvenes (Ignacio Aldecoa, Sánchez Ferlosio, Juan García Hortelano, Carmen
Laforet, Ana Mª Matute...) con un decidido afán de veracidad narrativa, ajenos
a cualquier tipo de exceso retórico, que huyen de lo impostado y lo solemne, enredan
siempre a sus personajes en argumentos cargados de escepticismo y hacen uso de
cierta ironía distanciadora.
Con un estilo personalísimo,
definido por la introspección, la precisión lingüística y una atención
minuciosa a los detalles, la literatura de Carmen Martín Gaite es profundamente
intimista pero también socialmente comprometida. Aspiró siempre a que la
narración escrita fuese lo más parecida posible al relato oral, dando primacía a esa oralidad como modo de dinamizar
la experiencia interior de su personajes. Algo que convive, sin embargo, con la
habilidad de dar voz a lo que callan, a los silencios, otra de sus marcas
distintivas.
Su compromiso con la libertad
creativa resulta también evidente. Cuestionó normas, exploró identidades y
abrió paso a nuevas voces narrativas. Su obra es una invitación a mirar en
profundidad lo cotidiano, a escuchar las voces interiores y la historia que nos
cuentan. Un medio para comprender mejor la España del S.XX y sus
transformaciones.
Entre sus novelas más conocidas destacan Entre
visillos (1957), una aguda crítica al provincianismo de la sociedad de
posguerra con la que obtuvo el Premio Nadal, El cuarto de atrás (1978), mezcla
de autobiografía, ensayo y ficción donde reflexiona sobre memoria, lenguaje e
identidad y que le valió el Premio Nacional de Literatura, o Nubosidad variable
(1992), novela epistolar que enlaza vida y literatura de forma magistral.
Respecto a los ensayos, mencionar Usos amorosos del siglo XVIII en
España (1972) o Usos amorosos de la posguerra española
(1987), donde analizó los modelos de
comportamiento femenino y las normas sociales que los condicionaban. Textos que
continúan siendo referente en los estudios de género y sociología cultural.
Una de sus obras más singulares y accesibles,
especialmente dirigida al público juvenil pero con múltiples niveles de
lectura, es sin embargo Caperucita en
Manhattan (1990), novela con la que la autora vuelve a la ficción tras
la muerte en 1985 de su hija Marta, el
mayor desgarro que sufrió en su vida, una herida que nunca curaría. La
enfermedad y muerte de Marta (murió a los veintinueve años a causa del sida y
la heroína) lo paralizó todo y en ese
contexto de duelo, cinco años después, regresa con un cuento de hadas sobre una
niña de Brooklyn, que logra devolverle cierta fe en la vida y el amor.
Esta Caperucita es uno de los inventos que más me han alegrado la vida y han venido en mi ayuda para soportarla, una especie de milagro imprevisible, como una flor exótica, nacida entre los cardos del erial.
La novela es una prosopopeya
de la libertad, una alegoría que baja de su pedestal a la famosa estatua
neoyorkina para dotarla de rostro y personalidad con una historia llena de
magia, de humor y melancolía, en lucha contra el miedo.
Así, en esta reinterpretación del cuento, la
protagonista, Sara Allen, es una niña de
diez años que vive en Brooklyn y sueña con llegar hasta Manhattan, lugar que
representa para ella la libertad, la aventura y la posibilidad de ahuyentar las
convenciones del mundo adulto.
Martín Gaite toma los elementos clásicos de la fábula
y los transforma en símbolos contemporáneos: la abuela es ahora una excéntrica
cantante de cabaret que vive sola en su piso de Manhattan; el lobo, un oscuro
multimillonario que representa la tentación del consumismo y el dinero; el
bosque sería la ciudad, un mundo lleno de riesgos pero también de oportunidades.
Y así, el viaje de Sara se convierte en metáfora de afirmación personal y construcción
de la propia identidad, en una reflexión sobre temas tan universales como
la libertad, la imaginación o el deseo de ser distinto. También del poder de
las historias, de los peligros del
materialismo o de la arbitrariedad de los roles sociales.
Una historia preciosa, sin moraleja ni adoctrinamiento,
que permite entrever momentos autobiográficos de la autora: el cansancio de
Miss Lunatic, la coquetería de Gloria Star, las voces interiores de ambos
personajes alternando entre el vitalismo y la zozobra.
...Pero, ¿a qué llaman vivir? Para mí vivir es no tener prisa, contemplar las cosas, prestar oído a las cuitas ajenas, sentir curiosidad y compasión, no decir mentiras, compartir con los vivos un vaso de vino o un trozo de pan, acordarse con orgullo de la lección de los muertos, no permitir que nos humillen o nos engañen, no contestar que sí ni que no sin haber contado hasta cien como hacía el Pato Donald... Vivir es saber estar solo para aprender a estar en compañía.
Destacar finalmente la importancia que en la
trayectoria de Carmen Martín Gaite tuvieron las universidades americanas
(Virginia, Illinois, Vassar...). Invitada como conferenciante o visiting professor en múltiples ocasiones,
fue reconocida en Estados Unidos antes que en España, aunque pronto lo sería
también en ella (Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1988, Premio
Castilla y León de las Letras en 1991, Premio Nacional de las Letras Españolas
en 1994), convirtiéndose en una de las autoras más queridas por los lectores
hasta su muerte en el año 2000 a los setenta y cuatro años.
Una novelista ─en palabras de José Teruel, compilador
de sus obras completas y autor de la magnífica biografía publicada en
conmemoración de su centenario (premio Comillas 2025)─ que cosía la verdad con
hilos de mentira.
CONCURSO DE RELATOS
Podéis participar en este homenaje a Caperucita en
Manhattan de Carmen Martín Gaite con un relato ambientado en Nueva
York donde la ciudad tenga cierto protagonismo en la historia. La
extensión no podrá superar las 900 palabras.
Como ya sabéis existen dos modalidades:
· La modalidad concurso: el plazo es del 1 al 15 de octubre y una vez finalizado
deberéis enviar las correspondientes votaciones de acuerdo con las bases que
aparecen más abajo.
· La modalidad fuera de
concurso: el plazo es del 16 al 26 de octubre
y solo se trata de compartir vuestro relato con el resto de compañeros para su
disfrute.
Por supuesto, también podéis participar con vuestras reseñas de
la novela, del autor o de las adaptaciones cinematográficas. Podréis
hacerlo a lo largo de todo el mes de octubre.
BASES DE PARTICIPACIÓN CONCURSO DE RELATOS:
Si quieres, puedes acompañar tu relato con esta imagen |
Tema: Un relato ambientado en Nueva York donde la ciudad tenga cierto
protagonismo en la historia
Extensión: Máximo 900 palabras.
Plazo: Del 1 al 15 de octubre de 2025.
Participación: Abierta a todo el mundo. Eso sí, deberéis contar
con un blog donde publicarlo y añadir el enlace en los comentarios de esta
entrada.
Votación: Los autores participantes deberán votar siete relatos otorgando
siete puntos al que más os guste; seis, al segundo; y así sucesivamente. Se
enviarán por correo electrónico a eltinterodeoro@hotmail.com del
16 al 26 de octubre No enviar los votos supondrá la descalificación del relato.
Premios: El 30 de octubre se
celebrará la Gala de Premios anunciando los ganadores. Los tres primeros
relatos recibirán un diploma digital acreditativo del mismo.
Importante: prohibido utilizar herramientas de inteligencia artificial en la escritura del relato. En caso de ser detectadas, el escrito será eliminado.
¡Buenos días, Marta! Me encanta la propuesta y la forma de exponerla, y por supuesto la autora.
ResponderEliminarYa tenía escrito un relato pero no está ambientado en Nueva York, así que tendré que enmendarlo, a ver por donde lo pillo jeje
Gracias por proponernos retos, títulos y escritores estupendos.
Un abrazo y hasta pronto, espero