Hill House espera inmutable, embutida entre las colinas que la cercan; impasible y serena como una araña tras tejer su trampa de hilos de plata. Tarde o temprano nuevos huéspedes llegarán a ella. Siempre lo hacen pese a la advertencia de no ser bienvenidos, salvo aquellos que busquen en Hill House su hogar, aunque no lo sepan todavía.
Hill House espera.
GALA DE PREMIOS XXVI EDICIÓN: LA MALDICIÓN DE HILL HOUSE de SHIRLEY JACKSON
El tibio sol calienta los ladrillos de su piel, pero Hill House siente algo más. Esta mañana, la señora Dudley está especialmente activa. Trajina con sábanas y edredones en las habitaciones de invitados tras dejar servido el desayuno en el aparador del comedor. Hill House puede oler el aroma a café recorriendo el pasadizo, cruzando el vestíbulo, subiendo la escalera, colándose en los dormitorios hasta detenerse en los gruesos cristales de las ventanas que la señora Dudley nunca se atreve a abrir.
Hill House se despereza al sentir la pesada llave abriendo el candado de la verja. Escucha las bisagras oxidadas quejándose y el cosquilleo de las ruedas de los coches recorriendo el camino de acceso. Hill House percibe vida.
Y se relame.
Con los ojos de las gárgolas de sus cornisas ve los coches deteniéndose en la parte trasera. Ve a cada uno de los que bajan. Son veintinueve. Aprecia su peso a través de los peldaños de la escalera que da a la puerta principal. Se detienen ante ella. Hill House los observa ahora con la mirada del niño que da forma a la aldaba. No espera a que llamen para abrir la puerta.
Veintinueve voces nerviosamente jocosas.
Veintinueve corazones palpitantes.
¿Cuál de las veintinueve almas será la elegida?
Hill House las recibe.
Las acoge.
Las siente.
La señora Dudley indica a los recién llegados cuáles son los servicios para los que ha sido contratada. Le prestan atención, aunque sus miradas recorren el amplio vestíbulo vestido de madera oscura y tallas solemnes desde las que Hill House los observa y escucha. No distingue nada especial en ninguno de ellos. Solo de momento, porque sabe que siempre hay alguien con un alma que ansía redención y consuelo.
Suben las escaleras que dan al rellano rectangular del primer piso donde se encuentran los dormitorios. Hill House deja que piensen que son ellos quienes eligen la habitación, que ellos son los que abren las puertas o que, simplemente, deciden mirar por las ventanas mientras ella permanece en silencio, contemplándolos a través de los ojos de los cupidos dibujados en las cenefas. Una mujer llama su atención. Risueña y dicharachera se dirige a la habitación azul. Hill House la sigue. Dentro, deja su maleta en la cama de sabanas azules. Abre el ropero con entusiasmo, con el mismo ánimo deja abierto el cajón de la cómoda y descorre, tarareando, la cortina para mirar con gozo la torrecilla y el jardín. A continuación, deshace la maleta y coge el monedero para guardarlo en el cajón. Entonces, algo sucede. Ella deja de tararear. Lo abre y saca una foto: un hombre y tres niños. La estampa tiembla en su mano antes de volver a esconderla tras los carnés. Deja caer el monedero en el cajón de la cómoda y vuelve a entonar la melodía.
Hill House huele el aroma de la pérdida.
Y de la culpa.
Hill House se mete en sus recuerdos.
Luego en su corazón.
Y finalmente en su alma.
Hill House ya ha elegido.
Es ella.
El crepúsculo la abraza como cada día desde hace ochenta años y como seguirá haciendo durante otros ochenta años. Hill House se siente cómoda con la oscuridad. La alimenta y le da fuerzas. Los huéspedes se encuentran cenando en el salón. El eco de sus carcajadas retumba por sus pasillos y llega hasta el conjunto escultórico de mármol del salón y la habitación infantil de la primera planta para luego ascender hasta el peculiar tejado cónico de la torre. Bromean sobre espíritus y fantasmas.
En el salón, con los ojos de la fría estatua de mármol de Hugh Crain, el constructor y primer propietario de la mansión, Hill House los ve acercarse, pisando la alfombra de intrincados motivos, contemplando el vitral del rellano hasta detenerse frente a su mirada. Los escucha mencionar quién era Crain y las figuras de las niñas que componen el desproporcionado conjunto escultórico. Hablan de más cosas, pero a Hill House solo le interesa ella, que con la expresión gozosa de un explorador se muestra entusiasmada con la historia. Comenta algo divertido que el resto secunda con risas camino de la sala de estar.
Hill House los sigue por el pasadizo y, cuando entran en la habitación de ambiente morado, los observa con los ojos de la figura de cupido que reina en la repisa de la chimenea. Unos se sientan en las butacas redondeadas alrededor de la mesa, otros prefieren hacerlo sobre la alfombra. Sacan unas hojas y se leen historias de fantasmas bajo la titilante luz de una lampara de cuentas de colores que provoca sombras grotescas en las altas paredes doradas de papel pintado. A Hill House le gustan especialmente los escritores, sabe que siempre hay mucho más que una afición, que las letras son el último recurso para llenar los profundos vacíos del alma.
Ella, la elegida, lee el último relato. Orgullosa, satisfecha, como un pájaro que tras escapar de su jaula descubre el bosque donde viven sus congéneres. Tras celebrarle su historia, el resto de huéspedes calla durante un instante. Parecen cansados. Menos ella, que intenta provocar nuevas conversaciones. Quiere que la escuchen, que sepan lo mucho que tiene que aportar, pero solo consigue retrasar unos minutos el inevitable momento de irse a la cama y quedarse sola.
Hill House los acompaña a sus dormitorios. Espera a que los cuchicheos den paso a las respiraciones profundas y, al fin, a que el silencio se adueñe del vestíbulo ancho y rectangular. Hill House ya está sola. Y ella también, bajo las sábanas azules de la habitación azul.
Ha cerrado con llave. Hill House exhala su aliento de podredumbre y el frío entra por las rendijas de la puerta de madera. Ella duerme, pero su piel se eriza. Se tapa hasta la cabeza, pero el frío al fin la despierta. Hill House mueve entonces la manivela de la puerta. Sabe que ella lo ve cuando escucha los latidos de su corazón disparándose. Ella no grita, prefiere esconderse bajo las sábanas azules y cerrar muy fuerte los ojos esperando que al abrirlos se encuentre con la cálida luz del amanecer.
Hill House golpea ahora la puerta. Golpea una y otra vez hasta que ella comienza a gritar. Gritos aterrados que resuenan en el vestíbulo ancho y rectangular. Gritos desesperados y agónicos como los que salieron de su garganta aquel día.
El día a partir del cual nadie jamás la volvería a llamar mamá ni cariño.
Hill House se da entonces por satisfecha. Contempla al resto de huéspedes acudiendo con paso acelerado. Hill House los deja. Por esa noche ha sido suficiente. Los observa entrando en el dormitorio. Encienden la luz. La ven llorando. Temblando. La abrazan. Ella les dice que algo aporreó la puerta e intentó entrar. Ellos la consuelan.
Y le mienten al decir que también escucharon los golpes.
La lluvia empapa sus muros grises. Hill House siente cada una de las gotas que el cielo arroja sobre ella, también a los huéspedes que están recorriéndola, observando los ángulos imposibles de puertas y paredes, sus techos turbadoramente altos o bajos y los pasillos y escaleras que llevan a ninguna parte. Algunos se encuentran mareados, deciden salir a respirar el aire limpio y el perfume del césped mojado. Ella elige ese grupo. Alguien la abraza por el hombro, como otros lo hicieron durante el día. Ella lo agradece, empieza a percibir que Hill House la ha elegido, aunque todavía no sepa para qué, ni por qué.
Cuando anochece deja de llover. Los huéspedes se encuentran de nuevo en el saloncito de ambiente morado. Como el día anterior, aunque ahora es diferente. Permanecen callados, pendientes de ella, de la mujer que Hill House observa contemplando melancólicamente por la ventana los reflejos de la luna en los charcos . Unos reflejos que juguetean y se deslizan de forma imposible.
Hasta que forman un rostro.
Un rostro de niño.
Un niño que ella reconoce.
Los sollozos ahogan su grito e inmediatamente recibe la atención del resto. La ayudan para que logre sentarse en una de las butacas redondeadas. Alguien le trae un vaso de agua, otro le acaricia los hombros. Más tranquila, ella habla de aquel día. De cuando ella conducía el coche con su marido y sus tres hijos camino del colegio. De la lluvia. De su depresión. De la noche de insomnio. Del camión que vino de frente. De las rosas que desde hacía tres años dejaba junto a las cuatro lápidas. Hill House no pierde detalle de cada una de sus lágrimas, de cada balbuceo.
Hill House la espera frente al dormitorio azul. La acompañan dos personas del grupo que se ofrecen a dormir con ella. Ella lo rehúsa cortésmente. Les dice que está bien, que solo necesita dormir. Ellos aceptan, aunque le suplican que si sucede cualquier cosa les llame. Ella asiente antes de cerrar la puerta. El vestíbulo queda vacío, oscuro y silencioso hasta que Hill House decide que ya ha llegado el momento.
«Mamá.»
«Mamá.»
«¡Mamá!»
Hill House la ve llorar sentada sobre el colchón. No sabe qué hacer, si gritar, esconderse bajo las sábanas o abrir la puerta del dormitorio. Lo que sí sabe es que esas tres voces son las de sus hijos.
«Mamá, ¿por qué no estás con nosotros?»
«¿Por qué no estás con nosotros?»
«¿Por qué?»
«¿Por qué?»
Hill House la ve levantándose, acariciarse los brazos y musitar «Mis niños» mientras se acerca a la puerta. Siente frío y tiembla al girar la manivela. Sigue temblando al salir al pasillo donde Hill House la envuelve con una brisa reconfortante que le hace saber que no está sola, que Hill House está con ella.
Que Hill House la quiere.
Ella recorre el vestíbulo llamando a sus hijos. «¡Estoy aquí! Mamá ha vuelto». El resto de huéspedes la han escuchado y quieren salir de sus dormitorios, pero Hill House no puede permitirlo. Oye los golpes en la puerta, los intentos inútiles para abrirla. Están desconcertados. ¿Por qué no se abren las puertas?
¿Por qué?
¿Por qué?
Ella no los escucha. Ella solo tiene oídos para sus pequeños que la está llamando y que le piden que vuelva con ellos, que se sienten solos, que hace frío si ella no está para arroparlos y cuidarlos. A ellos y a papá.
«Mamá, ¿por qué no estás con nosotros?»
Ella baja las escaleras y cruza el salón escoltado por las recias puertas dobles adornadas con motivos frutales y espigas de trigo. Sigue los llamados de sus hijos, les ruega que dejen de esconderse para que mamá pueda abrazarlos, besarlos… pedirles perdón.
Hill House le abre la puerta de la habitación que una vez fue el dormitorio de las hijas de su creador. La habitación eternamente infantil y solitaria. Ese es el lugar correcto en el que Hill House tiene decidido mostrarle a sus hijos y su esposo, tal y como ella los recordaba.
Ella se arrodilla cuando los pequeños brazos de los niños se extienden. Deja que la rodeen, que sus mejillas se toquen. Y los abraza, y los besa. Su marido le acaricia el pelo y ella apoya la cabeza en su pecho.
Hill House observa sus lágrimas, pero no es por la tristeza de la pérdida por lo que la ha elegido.
«Mamá, ¿nos quieres?»
A ella no le salen las palabras, responde abrazándolos más fuerte.
«Mamá, si nos quieres, ¿por qué ya no nos echas de menos?»
Ella se aparta, negando con la cabeza. Les dice que jamás los ha olvidado.
«Mientes, mamá, ¿por qué has vuelto a ser feliz?»
Ella se aparta horrorizada. Negando con la cabeza. Ahogando un grito al ver el rostro ensangrentado de sus pequeños y el amasijo de hierros que atraviesan a su marido.
Tal y como murieron en sus brazos aquel día.
Ella niega una y otra vez.
«Cariño, ¿era esta la vida que querías? ¿Por eso ya no nos echas de menos?»
Ella se tapa los ojos con las manos.
«¿Por qué, mami? ¿Por qué eres feliz ahora que no estás con nosotros?»
Hill House deja que ella llore. Le da tiempo para que esa verdad salga a la luz.
Ella ya es suya.
Ya no hay motivo para que el resto de huéspedes permanezcan encerrados en sus habitaciones. Les deja salir y que corran por el pasillo, que bajen las escaleras y que la encuentren arrodillada, abrazada a sí misma.
Pidiéndose perdón.
Ella y Hill House saben que no la dejaran quedarse, tanto como saben que ella ya no puede marcharse. Ella solo tiene que fingir una vez más. Lo justo para montarse en su coche y girar la llave de contacto; solo un poquito más para salir del jardín y atravesar la verja. Apenas lo suficiente para acelerar y empotrarse contra el árbol.
El resto de huéspedes corre hacia el coche en llamas, mientras ella regresa a Hill House, que la recibe con la puerta abierta. En el amplio vestíbulo ella avanza hacia donde sus hijos y marido la esperan.
Hill House queda en silencio cuando las veintiocho almas se marchan y el candado vuelve a cerrar la verja.
Inmutable, embutida entre las colinas que la cercan, espera impasible y serena como una araña tras tejer su trampa de hilos de plata. Tarde o temprano nuevos huéspedes llegarán a ella. Siempre lo hacen pese la advertencia de no ser bienvenidos, salvo aquellos que busquen en Hill House su hogar, aunque no lo sepan todavía.
Hill House espera.
Espera.
MENCIÓN HONORÍFICA
DEL PUESTO DÉCIMO AL CUARTO
El número que aparece entre paréntesis se corresponde al total de participantes que otorgaron la puntuación correspondiente.
10. Con 31 ptos. CUARTO DE HOTEL, de José Casagrande (Blog Museo de la confusión). Ha sido votado por 6 participantes: 7 ptos. (2), 6 ptos (1), 5 ptos. (2), 4 ptos. (0), 3 ptos. (0), 2 ptos. (0), 1 ptos. (1)
9. Con 32 ptos. VACÍOS, de Carmen Ferro (Blog Cuentos en el andén). Ha sido votado por 10 participantes: 7 ptos. (1), 6 ptos (1), 5 ptos. (0), 4 ptos. (2), 3 ptos. (2), 2 ptos. (1), 1 ptos. (3).
8. Con 36 ptos. EL BESO DE LA MUERTE, de Alfredo Luqueño (Blog Monomanías). Ha sido votado por 8 participantes: 7 ptos. (1), 6 ptos (3), 5 ptos. (0), 4 ptos. (1), 3 ptos. (1), 2 ptos. (2), 1 ptos. (0).
7. Con 39 ptos. EXCELSIOR, de Jorge Valín (Blog Entre las brumas de Gallaecia). Ha sido votado por 11 participantes: 7 ptos. (0), 6 ptos (1), 5 ptos. (3), 4 ptos. (2), 3 ptos. (2), 2 ptos. (1), 1 ptos. (2).
6. Con 53 ptos. EL PASAJERO, de Paco López Castelao (Blog Castroargul). Ha sido votado por 11 participantes: 7 ptos. (3), 6 ptos (2), 5 ptos. (2), 4 ptos. (1), 3 ptos. (1), 2 ptos. (1), 1 ptos. (1)
5 y 4. Con 56 ptos. FURTA, de RR Misterio (Blog El rincón del misterio). Ha sido votado por 11 participantes: 7 ptos. (3), 6 ptos (4), 5 ptos. (0), 4 ptos. (1), 3 ptos. (2), 2 ptos. (0), 1 ptos. (1) y MUÑECAS, de Pepe de la Torre (Blog Entre unas cuatro esquinas). Ha sido votado por 14 participantes: 7 ptos. (0), 6 ptos (5), 5 ptos. (2), 4 ptos. (2), 3 ptos. (1), 2 ptos. (1), 1 ptos. (3)
Y el podium de ganadores es:
Con 58 puntos se ha llevado el TINTERO DE BRONCE el relato SOBRE PALMIRA escrito por ISABEL CABALLERO.
Este relato ha sido votado por 16 participantes: 7 ptos (2), 6 ptos (0), 5 ptos. (2), 4 ptos (4), 3 ptos. (4), 2 ptos (2), 1 ptos (2). Enhorabuena a Isabel por este reconocimiento que conlleva, además de este diploma digital que puedes colgar en tu blog, la publicación en la antología anual de EL TINTERO DE ORO.
Con 61 puntos, se lleva el TINTERO DE PLATA el relato LA CASA DE LA SIDRA, escrito por Matilde Bello.
Este relato ha sido votado por 16 participantes: 7 ptos. (2), 6 ptos. (1), 5 ptos. (3), 4 ptos. (3), 3 ptos. (2), 2 ptos. (3), 1 pto. (2). Enhorabuena a Matilde por este reconocimiento que conlleva, además de este diploma digital que puedes colgar en tu blog, la publicación en la antología anual de EL TINTERO DE ORO.
Con 64 puntos, el TINTERO DE ORO de la XXVI Edición dedicada a La maldición de Hill House y Shirley Jackson corresponde a... NI OLVIDAN NI PERDONAN, escrito por CARLES LEO.
Este relato ha sido votado por 16 participantes: 7 ptos (3), 6 ptos (3), 5 ptos. (1), 4 ptos (1), 3 ptos. (2), 2 ptos (4), 1 ptos (2). Enhorabuena a Carles por este reconocimiento que conlleva, además de este diploma digital que puedes colgar en tu blog y la publicación en la antología anual de EL TINTERO DE ORO, la radioficción sonora que será publicada en nuestro canal de YouTube y de Ivoox por Ramón Márquez, creador del blog NOVELESCO.
Por supuesto, os invito a disfrutar de todos los relatos participantes, junto a las reseñas de Rosa Berros, Marta Navarro y MJ Ru1z a los que podéis acceder a continuación:
Próxima edición: MATILDA de Roald Dahl (Junio 2021)
Bueno, quedaos tranquilos que lo vivido en esta gala es solo una ficción y, afortunadamente, todos los participantes regresaron sanos y salvos a sus casas. La próxima edición, como pasa el tiempo, será la última de esta temporada. Y desde luego que cambiamos de tercio narrativo para conocer el universo del gran Roald Dahl y su novela Matilda, que sin duda nos ofrecerá unos relatos mucho menos tétricos, aunque igual de geniales.
El 1 de junio se abrirá la convocatoria en la que podrá participar cualquier humano, animal, robot o extraterrestre, a excepción de los tres ganadores de esta edición, Isabel Caballero, Matilde Bello y Carles Leo que podrán hacerlo, eso sí, como invitados.
Recordad:
el tema del relato será una historia protagonizada por un niño con algún poder fantástico. . Más info
AQUÍ.
¡Saludos tinteros!
TE PUEDE INTERESAR:
Si te has quedado con ganas de más solo tienes que clicar sobre las siguientes pantallas:
Hola, como siempre una gala de presentación que merece un Tintero de Diamantes para David. Si soy sincero, me ha gustado más que el propio libro que leí hace un par de meses y no me enganchó mucho. Tal vez tenía que haber leído esta estrada para mirarlo con otros ojos.
ResponderEliminarEnhorabuena a las menciones honoríficas y especialmente a Isabel, Matilde y Carles merecidos Tinteros. Para los demás felicidades porque todos los relatos fueron estupendos.
Muchas gracias por la parte que me toca, Isan.
EliminarGracias, Isan. En esta temporada he intentado imitar un poco el estilo de cada autor en la novela respectiva. Me alegra que te haya gustado, pese a que en esta ocasión no todos volvieran de la misma, je, je, je... Un abrazo!
EliminarMuchas gracias Isan por tu felicitación.
EliminarDavid, Hill House se pronuncia tanto a sí misma en primerísima persona que es la absoluta protagonista de tu relato, es tuyo, supongo. Si hubiera participado sin duda sería de alta puntuación y no es peloteo para nada ni falta que hace. Me encantó esto, la síntesis y corazón de la historia, casi un mantra:
ResponderEliminarHill House huele el aroma de la pérdida.
Y de la culpa.
Hill House se mete en sus recuerdos.
Luego en su corazón.
Y finalmente en su alma.
Hill House ya ha elegido.
Es ella.
Y ¡mira por donde!, tengo un bronce gracias a la generosidad con la que me leen mis compañeros, pues soy honesta y a mi no me termina de..., pero feliz con mi bronce ¡casi ná!
He empezado a releer de nuevo el libro, espero pillarle el tranquillo, voy justamente por la habitación azul, junto a la verde... a ver si el libro me da una oportunidad, puede que sea él quien elija a sus lectores, y no al revés :)
¡Enhorabuena por vuestros respectivos oro y plata, Carles Leo y Matilde!, Enhorabuena a los mencionados y a todos los participantes. Es un verdadero lujo compartir con vosotros.
Gracias, Isabel. ¡Enhorabuena por ese tintero de bronce! Como le comentaba a Isan en esta temporada e intentado amoldarme al estilo de los distintos autores y novelas. En esta observé entre otros detalles, como la repetición de la conjunción "y", que Shirley utilizaba muchísimo Hill House, como dices, casi como un mantra. También en ocasiones enfocaba al narrador desde el punto de vista de la casa, algo que en la gala he intentado que sea en su totalidad. Bueno, no me enrollo más. Sin duda ha sido la edición más reñida de todas, hasta el final, o más allá, los primeros seis relatos estaban ahí, ahí... Una edición de estupendos relatos. Un abrazo!
EliminarMuchas gracias Isabel, enhorabuena también a ti por el tintero otorgado a tu relato. No veas el sorpresón que me he llevado al ver los relatos que estaban galardonados, nada más lejos de lo que esperaba.
EliminarPues has hecho una reescritura de Hill House más terrorífica que la original. Me ha encantado.
ResponderEliminarEnhorabuena a todos los ganadores de mención o de Tintero.
¿Hay microrreto en mayo?
Habrá que ponerse con Matilda. Lo recuerdo de cuando lo leyó mi hijo. Se lo pediré.
Un beso.
Gracias, Rosa. Me alegra que te haya gustado. Sí que habrá microrreto. Al blog le quedan dos meses de temporada. La semana que viene aparecer el microrreto que tendrá relación con una entrada de este mes y que puede resultar divertido. Sin duda, Matilda es un delicia de lectura, pero prepárate para la biografía de Roald Dahl. Impresionante. Un abrazo!
EliminarTambién he de decir que echo de menos en el podio y en el resto de la relación, el magnífico relato "LA PRESENCIA" de Javier Rodríguez-Morán. Creo que no hemos sido justos no otorgándole más "presencia". Javier, es de justicia comentarte que es uno de los mejores relatos que he leído en mucho tiempo, hablo incluso de escritores consagrados.
ResponderEliminarEs cierto. A mí también me pareció un gran relato y creo que merecía estar en la lista, como dices pero son siempre tan complicadas estas votaciones... Un beso, Isabel y muchas felicidades por ese "Tintero ".
EliminarIsabel eres tan correcta para llamar la atención. Coincido contigo: La presencia es el mejor cuento que he leído en el blog (sé que soy imprudente por decir esto), le otorgué 7 puntos. En cambio al cuento ganador, tal vez, no le di la lectura atenta que hicieron otros. Volví a leerlo y confirmé mi primera impresión. Lo mejor es Lo que no se cuenta (principio del iceberg) expresar que después de la vida los muertos conservan su emociones, la madre en vida no tuvo tiempo para el rencor que sí generó en la muerte y lo más significativo ese rencor emana de una suposición falsa, en la muerte tampoco se logra identificar la verdad.
EliminarTe agradezco, Alfredo, que compartas las impresiones del relato. Para mí son muy importantes las sensaciones que mis relatos provocan en los lectores. Pues aprendo mucho con el intercambio.
EliminarUn abrazo.
Mejor relato que La presencia sin duda es « Ni olvidan ni perdonan» de Carles Leo. Mi puntuación estuvo acorde con esta afirmación que hago.
EliminarLos palmareses y reconocimientos siempre son acertados, aún más si cabe, con el procedimiento y transparencia del Tintero de oro.
Agradezco la generosidad y querencia de Isabel y Alfredo, y con mi agradecimiento me creo autorizado a haceros una amonestación por la improcedencia EMDO de vuestros comentarios en lo que respecta a mi trabajo. Quede constancia calurosa del buen rollo en esta amonestación que no lleva implícita vuestra condena a «La cárcel de papel».
Un abrazo a todas y todos , en especial al maestro David
Menudo texto, David! Magnífica esa personificación de Hill House (huele, se despereza, acecha, se relame...) con la que generas una inquietud y logras un ambiente completamente a la altura de la novela, algo que observa, que parece a punto de atrapar a sus habitantes y que no acaba de concretarse. Una gala espectacular.
ResponderEliminarMuchísimas felicidades también a ganadores y mencionados y un beso a todos.
Gracias, Marta. Quise poner en práctica ese recurso de enfocar a la víctima desde la mirada del depredador. En este caso era la casa, así que siguiendo s Shirley intenté de dotarla de lo propio de un organismo vivo. Por supuesto me sumo a la felicitación de todos los que con sus aportes han hecho posible este homenaje a Shirley Jackson. Un abrazo!
EliminarCordial Saludo David y a todos los lectores del Tintero de Oro.
ResponderEliminarMe acerco a felicitar a todos los participantes en esta jornada del horror, nos han brindado grandes relatos
Y claro en especial, felicitar a los 3 destacados que supieron helarnos la sangre.
Gracias, José. Enhorabuena por ese puesto destacado de tu relato. Sin duda hemos disfrutado de un montón de relatos de calidad. Un abrazo!
EliminarHola David, un gran texto, colofón de lo que ha sido una buena edición del tintero, de la que he disfrutado, más que participando, leyendo muchos estupendos relatos, y distintas perspectivas de como enfocar una historia de terror.
ResponderEliminarMi enhorabuena a los diez finalistas, y a los galardonados, todo ellos merecedores del reconocimiento, por sus excelentes creaciones. Una vez más un placer participar de toda la dinàmica del concurso, habiendo sacado de él una experiencia provechosa. Saludos a todos¡¡¡
Gracias, Mik. Como bien apuntas, esta entrada es solo el final del camino, pero lo que realmente es importante es todo el camino de lecturas y escrituras que nos ha inspirado la maldición de Hill House. Me alegra que hayas disfrutado caminándolo. Un abrazo!
Eliminar¡Vaya sorpresa! Me han dejado sin palabras.
ResponderEliminarBueno. Eh...
Lo primero de todo, felicitarte David. Creo que has conseguido darle “otra vuelta de tuerca” a la obra de Shirley Jackson con tu magnífica personificación de la mansión que parece más un depredador implacable, casi se la podría denominar “Hell” House. Me ha encantado cómo elige a su víctima y hurga en sus debilidades, hasta conseguir desequilibrar su mente por completo. Me ha parecido un excelente relato de terror tu gran gala.
Por otro lado. Felicitar a todos los compañeros por aportar tan buenos relatos a esta edición que versaba sobre fantasmas y el género del terror. Congratularme por las menciones honoríficas a los relatos de José Casagrande, Carmen Ferro, Alfredo Luqueño, Jorge Valín, Paco López Castelao, RRMisterio y Pepe de la Torre.
Por último, dar mi enhorabuena a Isabel Caballero por su relato galardonado con el tintero de bronce, como a Matilde Bello cuyo relato ha sido galardonado con el tintero de plata. Es una alegría compartir el podio con tan buenos relatos y autoras.
Quiero acabar manifestando mi incredulidad por el reconocimiento otorgado a mi relato por tan generosos compañeros en esta edición. No es que no aprecie y tenga cariño a mis creaciones, pero ante la calidad de los relatos presentados, no aspiraba más allá de que fuera una mención honorífica (y eso con suerte). Pero, como bien explicó David en la convocatoria de esta edición, los relatos de terror tienen un componente subjetivo (no a todos asusta lo mismo) como ocurre con el humor, que invita a la sorpresa. De lo cual, tengo que reconocer, me alegro.
Para este humilde juntaletrillas, es una motivación y un estímulo, que su relato haya sido reconocido por ustedes tan generosamente.
Un abrazo para todos y muchas gracias.
No tienes idea la admiración que me has despertado. El mejor camino para mejorar es estar insatisfecho con tus obras y lo mejor la honestidad. Un enorme abrazo.
EliminarMuy agradecido, Alfredo, por tus generosas palabras. Un fuerte abrazo.
EliminarGracias, Carles. ¡Enhorabuena por ese Tintero de Oro! Ha sido una votación reñida, pero es que los relatos han sido fantásticos y sin duda Shirley estaría orgullosa por haberlos inspirado. Muy bien visto ese Hell, de hecho, Hill House no deja de ser un derivación de la palabra Hell, infierno. Me alegra que te haya gustado la estancia en Hill House, aunque en esta ocasión haya sido un tanto desasosegante, ja, ja, ja... Un abrazo!!
EliminarMuchas gracias, David, una alegría para mí además de un sorpresón. Pero como bien has explicado, todo ha estado en un pañuelo hasta el final para los seis primeros. Un claro exponente de la calidad de todos los relatos presentados. Me alegra que el mío sea otro granito de arena más que forme parte de esta estructura tan maravillosa que es la comunidad del Tintero de Oro.
EliminarDe nuevo darte las gracias, David, sin ti esto no sería posible.
Un abrazo
Hola David y amigos tinteros. Pedazo de gala la de esta noche. Quiero felicitar a Isabel, Matilde y Carles, nuestros flamantes ganadores, y dar las gracias al resto de compañeros por tan buenas letras.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Gracias, Bruno. Sin duda ha sido un edición fantástica, una cosecha de terror de muchos quilates. Un abrazo!
EliminarFelicidades a todos los participantes, en especial a los tres del podio. Muy buena entrada David.
ResponderEliminarGracias, Alfredo. Enhorabuena por ese puesto destacado de tu relato. Me sumo a tu felicitación y añado gratitud por todo el entusiasmo que habéis mostrado en la escritura y lectura de todos los relatos aportados a la edición. Un abrazo
EliminarHola, David.
ResponderEliminarEn el imeil me decías que tenías la gala aún en pañales, pues bien, he de decirte que ahora tiene una vida a sus espaldas. Genial es poco. Me has metido en la cabeza la historia y esa casa tan perversa. Esas palabras, Hill House, parecen repetirse en mi psique como quistes abstractos bien condensados.
Como dice Carles, el miedo es subjetivo, o que cada uno puede tener sus miedos, pero eso no quita que sintamos cierto cosquilleo con una buena historia. Como las que nos hemos regalado esta edición, una, la cual, me ha encantado y aterrado a partes iguales.
Felicidades a Carles, Matilde e Isabel, por sus flamantes tinteros, a los mencionados (incluso a ese Pepe que está muy contento de compartir el puesto con el maestro del misterio RR), al resto de los participantes, de los cuales cualquiera se merece estar en mención o más, y, sobre todo, y como te digo siempre, a ti, ¡el gran David!
Un abrazo!
Gracias, Pepe. Así estaba cuando me enviaste tus votaciones, al final imaginé a esa concursante ficticia inspirada en Shirley, ¿cómo se hubiera tomado la pérdida de su familia? Una tragedia, por supuesto, pero quizá también una liberación. Una contradicción de sentimientos que siempre tendría un poso de culpa en el que Hill House sin duda escarbaría.
EliminarSin duda, ha sido una edición que nos ha dejado una excelente cosecha de relatos. Un abrazo!
Abrazos y felicitaciones a los compañeros premiados. A David, una felicitación especial por su relato de Hill House. Me encantó. Más abrazos a todos.
ResponderEliminarGracias, Juana. Me alegra que te haya gustado esta gala tan "fúnebre". Ha sido una edición maravillosa. Un abrazo!
EliminarMuchas Felicitaciones a los compañeros Premiados en esta fabulosa gala.. Casi salgo corriendo por ese relato tan escalofriante pero me aguanté el miedito hasta el final para poder conocer los premiados. Excelente ambiente y justo resultado.. Saludos
ResponderEliminarGracias, Octavio. Bueno, para tu tranquilidad puedo asegurarte que esa compañera está sana y salva, ja, ja, ja... Me alegra que hayas disfrutado de esta experiencia literaria. Un abrazo!
EliminarMagnífico y sorprendente, una vez más.
ResponderEliminarGracias y felicidades a todos, especialmente a David.
Un abrazo.
Gracias, Macondo. Me alegra que te gustara. Un abrazo!
EliminarHola David,
ResponderEliminarAntes que nada debo reconocer tu maestría a la hora de hacer los honores de la presentación con el relato que te has marcado. Esa personalidad con la que has dotado a la casa transmite un desasosiego tan desesperante que llega a desquiciar. Una voz que se va quedando dentro de uno como si nos hablara directamente a nosotros. He llegado a pensar que "yo", era "ella". Supongo que eso ya expresa lo bien que has logrado el objetivo.
Con respecto a los premios solo puedo decir que no daba crédito cuando he visto mi relato en el podio de ganadores. De verdad. Alguno de mis compañeros ya ha puesto en los comentarios que este género provoca sensaciones tan diferentes y subjetivas que en función del éxito logrado, supongo, hemos votado. Debo reconocer que mis quinielas también estaban alejadas de lo que luego han sido los resultados finales.
Dicho esto. Agradecimiento enorme y sincero a todos los compañeros, a los que me habéis votado y a los que me habéis leído, y también a los que me habéis hecho alguna que otra crítica constructiva para mejorar la historia.
Mi enhorabuena a Isabel y a Carles. Un placer siempre compartir la tribuna con autores con tan buena pluma, y también a todos los finalistas. Al resto de compañeros felicitaros por las historias tan increíbles que os habéis marcado.
Y un agradecimiento extensivo a ti, David, por instarme a salir de mi zona de confort para atreverme con otros géneros con los que se puede aprender tanto.
Gracias y un abrazo
Gracias, Matilde. ¡Enhorabuena por ese Tintero de Plata! Como he comentado, estas votaciones han sido las más reñidas. A la mitad más o menos se adelantaron los primeros seis relatos y a partir de ahí cada nueva votación era un vuelco en los primeros puestos. Sin duda que la elección ha debido ser muy difícil. Me alegra que te haya gustado la gala y que te haya transmitido el desasosiego, que era la emoción que intentaba, además del miedo, pero esto ya depende de cada lector. Un abrazo!
EliminarHola, David: Formidable la historia que nos presentas, una de las mejores hasta el presente, y eso es mucho decir, al menos, a mí es de las que más me han gustado.
ResponderEliminarFunciona muy bien el recurso de la casa como protagonista narradora que nos va revelando la trama a través de los variados pares de ojos de su singular arquitectura.
Tremenda resulta la dramática aventura de la misteriosa dama número 29, reviviendo su traumático pasado en un aterrador presente que se resuelve de forma trágica y fatal.
Una Edición con un notable nivel de participación, de ahí que resultaran tan reñidas las votaciones.
Yo, por mi parte, satisfecho con ese sexto puesto que supone la publicación del relato en la próxima Antología, y por haber estado con opciones en ese emocionante recuento final.
Enhorabuena al resto de Mencionados: RR, Pepe, Jorge, Alfredo, Carmen y José.
Calurosas Felicitaciones a los flamantes ocupantes del Podium: Carles, Matilde e Isabel.
Un merecido Aplauso al resto de participantes por su inestimable contribución al rotundo éxito de esta terrorífica Edición.
Si las Musas me acompañan, nos veremos en la próxima en junio.
Hasta entonces, Salud y Suerte para todos.
Un abrazo.
Gracias, Paco. Siguiendo la idea de Shirley al concebir la casa como un organismo vivo, me planteé que fuera ella la que narrara los acontecimientos, como un ente que usaba las gárgolas, los cúpidos y demás como órganos sensoriales a partir de los que se mostrara la acción de los ocupantes. Me alegra que te haya gustado como colofón a una edición extraordinaria en todos los sentidos y que nos ha ofrecido lecturas apasionantes. Un abrazo!
Eliminar¡Hola! En primer lugar felicidades a los ganadores y al resto de historias. Con solo escribir ya estamos creando contenido y haciendo magia con nuestra imaginación. Todos, desde el primer relato hasta el último tienen un mérito increíble. Gracias al Tintero por hacer posible estos eventos. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, RR. Enhorabuena por esa mención destacada, aunque como dices lo importante es la experiencia de escribir y compartir lecturas, ver como cada uno enfoca el tema desde su único y especial punto de vista. Un abrazo!
EliminarHola David fantástica la entrada, reconozco que no leí el libro de La maldición de Hill House , ya que este tipo de literatura no es de es de mi gusto .
ResponderEliminarLeyendo tu versión del libro se me pusieron los pelos de punta, menos mal que la leí a plena luz del día, que si llego a leerla de noche uff que mal rollo.
Felicidades a los ganadores y a todos en general por brindarnos sus historias para leer.
Un abrazo
Puri
Gracias, Puri. Bueno, no sé si da tanto miedo, ja, ja, ja... Al menos, me marqué como objetivo que fuera una lectura descorazonadora y desasosegante. Gracias y felicidades para todos los que habéis dado contenido a este homenaje a Shirley Jackson. Un abrazo!
EliminarMi más sincera enhorabuena a los ganadores, y por supuesto a todo el gran elenco de participantes de esta edición que. Felicidades a ti, David por esta sensacional gala de presentación de los premios.
ResponderEliminar¡¡Felicidades Tinteros!!
Abrazos para todos con todo cariño.
Gracias, Marina. Me alegra que hayas disfrutado de esta edición que nos ha dejado relatos memorables. Un abrazo!
EliminarHola, David. Te superas gala tras gala. El mayor regalo del Tintero es el relato con el que nos pones en escena, por eso participar en el concurso siempre es un premio entrañable.
ResponderEliminarFelicidades a todos los autores participantes, a los seleccionados entre los diez primeros y redoble de tambores a los que habéis conseguido los diplomas de Honor: Isabel, Matilde y Carles. Excelentes relatos.
Gracias a todos por la valorar mi aportación, y que pueda estar entre los diez primeros. Es un honor.
Un abrazo agradecido a todos los que hacéis posible que el Tintero brille.
Gracias, Carmen. Te agradezco tus palabras y te aseguro que cada gala está inspirada en la lectura de vuestros relatos, que me da el tono, además de la propia obra homenajeada, cuyo estilo intento imitar. Felicidades por esa mención destacada y, por supuesto me sumo al agradecimiento a todos los que le dais brillo que sois quienes participáis con vuestros relatos y lecturas. Un abrazo!
Eliminar¡Hola, David!
ResponderEliminarHas sabido tomar el pulso de manera perfecta a Hill House en una presentación de la gala que ha sido un verdadero lujo. Y es que no hay duda que determinadas moradas han marcado la historia del cine y de la literatura. Me atrevería a decir que Manderley, Xanadú, el Bates Motel o el Palacio de los Hornillos de Los otros, por poner algunos ejemplos conocidos, son moradas con vida propia y protagonistas principales de las tramas narradas.
Muchas felicidades a todos los participantes por la valentía de enfrentarse a este reto y mi enhorabuena para los vencedores de esta edición.
Abrazos.
Gracias, Miguel. Sin duda que no pasaría ni un desayuno en una casa así, ja, ja, ja... Hay casas que son personajes en sí mismos, y no solo en la ficción. La casa en la que hizo de las suyas la familia Manson, o la Amityville.... hay casas con un pasado trágico que parece que rezuman maldad o al menos disparan todos los pecados y culpas de quienes las habitan. Me alegra que hayas disfrutado de esta edición. Un abrazo!
EliminarGenial Gala! Muchas gracias por un relato estupendo. Felicidades a los ganadores y a las menciones honoríficas. Un gusto leerlos a todos...
ResponderEliminarGracias, Ana. Me alegra que hayas disfrutado de esta edición. Un abrazo!
EliminarHola, David
Lo primero, felicidades a los ganadores y a los que han recibido la mención. Y para ti felicidades por montar esta espectacular gala de premios acompañada con este espeluznante texto. Oh pavor, me dio escalofríos solo de imaginar la fría estatua de mármol de Hugh Crain en esa mansión. ¡Esta historia es más abominable que la propia versión! 👍
Un abrazo!
Gracias, Yessy. He intentado incluir los lugares más destacados de Hill House, y el modo en el que Shirley describe los mismos. Me alegra haberte causado pavor, ja, ja, ja... Bueno, como cierre de temporada tendremos un destino y un personaje mucho más amable y tierno. Un abrazo!
EliminarHola, David! Una recepción digna de una casa encantada. Maravillosa introducción. Felicito a los ganadores y a todos los participantes. Sus relatos fueron excelentes. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Mirna. Me alegra que hayas disfrutado de la estancia en Hill House. Una casa que nos ha deparado un montón de relatos maravillosos. Un abrazo!
EliminarMe estremezco de horror al leer tu remake de Hill House. Ha logrado crear una impresión aterradora en el lector.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Himawan. Si te gustó este homenaje no dudes en leer a los relatos participantes en esta edición que sin duda multiplicarán ese estremecimiento. Saludos!
EliminarEstupenda gala, aunque eso ya no es una novedad. Gracias David por la entrega y el esfuerzo que pones en cada una de ellas. Para mí ha sido de las mas competidas y costó mucho elegir los 7 relatos a votar. Enhorabuena a los ganadores, Carles, Matilde e Isabel, y al resto de premiados. Suerte en la próxima edición. Abrazos a todos.
ResponderEliminarGracias, Jorge. Competida casi se queda corto. En cada una de las últimas votaciones cambiaban las primeras posiciones y te aseguro que la dispersión de voto ha sido tremenda. Por ejemplo, de las tres primeras votaciones que recibí solo hubo una coincidencia. Me alegra que este fin de fiesta haya estado a la altura de los relatos maravillosos que habéis aportado a esta edición. Un abrazo!
EliminarMi más sincera enhorabuena a Isabel Caballero, Matilde Bello y Carles Leo. Y también mi reconocimiento al elenco de escritores participantes, que ¡Cada día son más!
ResponderEliminarMe ha encantado, como siempre, esta terrorífica gala y ahora, queda pensar en Matilda. Muchísimas felicidades, David, por esta iniciativa que un día iniciaste casi tímidamente. Se ha convertido ya en un clásico, pero todo es gracias a tu empeño, tu tesón y esfuerzo.
Un millón de gracias. Un abrazo!!!!
Gracias, Macarena. La verdad es que el día a día no da tregua, pero es verdad que ya andamos por 26 ediciones y que han pasado tres años desde que convocamos la primera edición en Relatos en su tinta. Mientras exista interés y relatos seguiremos. Un abrazo!
Eliminar¡Un retraso de dos días en leer las noticias y cuántas cosas suceden en este Tintero!
ResponderEliminarEnhorabuena a todas y todos los participantes y felicitación efusiva para autoras y autores de los trabajos mejor puntuados. He de confesar que mis puntuaciones al podio máximo coinciden en dos de los relatos presentados ;-)
Señalo especialmente el aplauso con ovación a David.
Un abrazo con las precauciones necesarias. Haya salud
Gracias, Javier. Una edición de las más reñidas y en las que los votos han estado más dispersos. Pero lo importante es como dices la enorme calidad de todos los relatos y la distinta forma de acercarse al miedo que cada uno nos ha ofrecido. Un abrazo!
EliminarMe quito el sombrero ante todos ustedes, en lo que a mí respecta, por su generosidad y franqueza. Un lujo tenerlos como compañeros.
EliminarUn abrazo.
Buenas noches. Espléndida presentación, totalmente acorde a la calidad de los relatos presentados. Muchas gracias por participar dando espacio para escribir y leer hermosas creaciones. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Beba. Me alegra que la gala haya sido un buen colofón para esta edición magnífica gracias a todos los que habéis participado con vuestros relatos. Un abrazo!
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarMuchas felicidades a todos los participantes y en especial a los ganadores.
Como siempre una entrada trabajadísima, y al leer que la próxima va a ser Matilda...estoy dando saltos.
Muy feliz finde.
Gracias, Gemma. Me alegra que hayas disfrutado de nuestra estancia en Hill House. Un abrazo!
EliminarMe encanta pasar por aquí y llenarme de Buenas ondas!!!
ResponderEliminarGracias, búho. Me alegra que hayas disfrutado de nuestra estancia en Hill House. Un abrazo
EliminarEsa capacidad tuya de hacer atractivo lo inquietante y
ResponderEliminarde dejar la puerta abierta a todo el mundo porque tu blog es una invitación permanente a recuperar la vieja magia de los libros, un Hill House afectuoso y cordial donde siempre hay un sitio donde estar a gusto y poder soñar o seguir soñar en estancias secretas, buhardillas emocionales, fuera del ruido contemporaneo que todo lo perturba.
Un abrazo
Un abrazo, David
Gracias, Doctor. Jo, te agradezco muchísimo esas palabras para el blog. Como dices existe demasiado ruido perturbador e innecesario frente al que la ficción, la lectura y la escritura son un excelente escudo. Un abrazo!
Eliminar¡Hola David!
ResponderEliminarQué relato tan angustiante, te quedas pegado leyendo sin parar mientras el corazón late como si estuvieras en Hill House y al mismo tiempo Hill House te estuviera observando.
No he leído el libro de Shirley, ni falta que me hace, por lo que han comentado y lo atrapante de tu relato, pero si te comenté que vi una película de ella donde comienza a escribir lo que luego resultó ser este libro.
Felicidades para todos y un plus para ti David. Te dejo un fuerte abrazo y mis deseos de un mes agradable y genial.
Gracias, Harolina. Bueno, dado que el relato es un mero sucedáneo de la novela, te aseguro que la lectura de la misma es muy recomendable. Como has visto, quise enfocar la gala desde el punto de vista de la casa, como ese ente depredador que elige su presa. Un fuerte abrazo!!
EliminarLa visita a la casa ha sido asombrosa y la tragedia de la elegida ni te cuento. Cada detalle de la casa está reproducido al pie de la letra y hasta completado con partes de la mansión Winchester. Un viaje que no tiene nada que envidiar al original. Has recreado la atmósfera peliaguda de Hill House, simplemente genial.
ResponderEliminarQuiero dejar mis felicitaciones a todos los premiados y también a los que no. Ha sido una maravillosa edición llena de fantásticos relatos. Un abrazo para cada uno y en especial al hacedor de todo esto: David Rubio.
Gracias, MJ. Ahora que nadie nos oye, me tomo las galas como un ejercicio de escritura para intentar probar estilos distintos a como suelo escribir. En esta en concreto, la descripción es más detallada de lo que suelo escribir en mis relatos. En cuanto al teatrillo me inspiré en la propia Shirley. Ella siempre se vio como encadenada a sus obligaciones como madre, esposa y mujer, así que pensé en liberarla de ellas con ese accidente. Pero ello me trajo la reflexión de que el verse libre de ellas también le traería un sentimiento de culpa. ¿Cómo puedo disfrutar de mi libertad cuando la misma viene de la pérdida de mi familia? Creo que esa contradicción de sentimientos se da en la vida real, aunque por razones evidentes es algo que se guarda muy adentro.
EliminarLas felicitaciones es para todos, sin vosotros, este blog no tendría ningún sentido. Un abrazo!
Estupenda puesta en escena, como siempre. Enhorabuena a los ganadores y a ti, David, por tan buen trabajo. ¡¡Cómo te lo curras, chaval!!
ResponderEliminarAbrazos a todos los participantes y a ti.
Gracias, Paloma, sobre todo por lo de chaval, ja, ja, ja... Ay, que a final de año llego a los 50.... Un abrazo!
Eliminar